Seguramente habrá voces que apunten a un MWC 2019 descafeinado, pero más allá de las vitrinas y los dispositivos "intocables" había muchas otras propuestas tan funcionales como originales. Es el caso del fabricante Hisense, que en su apuesta por el sector móvil ha recuperado la apuesta por la pantalla doble y de tinta electrónica, y nosotros os contamos qué tal en nuestras primeras impresiones del Hisense A6.
Se trata de un móvil de gama media caracterizado por integrar dos pantallas, de modo que el usuario elige cuál está activa a conveniencia, sin renunciar al lector de huellas (que se ubica casi necesariamente en la parte lateral). Un dispositivo distinto que propone también una experiencia algo diferente a lo que existe en la actualidad en cuanto a la utilidad de este tipo de pantallas, os lo mostramos.
La distribución de los elementos con una pantalla más
El Hisense 6 es un terminal no demasiado alto teniendo en cuenta la media actual gracias a que ninguna de las dos pantallas que integra sobrepasa (apenas) de las 6 pulgadas, siendo la estándar y principal un panel AMOLED de 6,01 pulgadas con Full HD y la trasera de tinta electrónica de 5,61 pulgadas y resolución HD. Pero el hecho de incorporar estos dos paneles (y quizás la decisión de trasladar el lector de huellas al lateral) implica que el grosor sea algo mayor que otros terminales (sin llegar tampoco a las dimensiones del Energizer Power Max P18K Pop, quedando en 8,4 milímetros, que está bastante bien teniendo en cuenta todos estos aspectos.
Así, aunque es algo más grueso resulta cómodo al agarre, sin que cueste más interaccionar con él, y los botones laterales están colocados a una distancia cómoda y alcanzable, transmitiendo en general la sensación de calidad en materiales y construcción. Eso sí, pesa lo suyo con sus 185 gramos (10 gramos más que el Samsung Galaxy S10+, que es más grande).
Pese a esto, el movimiento que hacemos para cambiar de una pantalla a otra puede hacerse con una mano cómodamente, aunque lo conveniente en este sentido es pasarse un rato estudiando cómo se pasa de una pantalla a otra. Esto lo decimos porque no es demasiado intuitivo, habiendo un botón específico lateral para cambiar de la pantalla de tinta electrónica a la normal, pero no al contrario; para pasar de la pantalla estándar a la e-ink hay que hacerlo por interacción con los botones táctiles.
Este botón lateral sirve para esto y también para cambiar de modo y variar la interacción en la pantalla de tinta electrónica. En ésta navegamos con la barra de botones tradicionales, mientras que para la pantalla AMOLED podemos integrar los tiradores que hemos visto en One UI para los Samsung, aunque con una interacción distinta (ya que el de la izquierda sirve para activar la pantalla de tinta electrónica).
Por otro lado (literalmente) está el lector de huellas en el lateral. Al ser móviles de muestra no pudimos probarlo con nuestra huella, pero sí pudimos ver cómo actuaba en un móvil de uno de los asistentes del personal del stand y funcionaba bastante bien, recordando en su lectura y forma al lector lateral del Samsung Galaxy A7 (2018) o del Sony Xperia XZ1 Compact. Es también el botón de bloqueo para ambas pantallas.
Igualdad de uso para el color y el monocromo
Las pantallas se ven bien, y a falta de probarlas en exteriores el nivel de brillo era el adecuado, así como el contraste y los colores. La resolución de la AMOLED es suficiente para los más conformistas en este sentido, sin quedar baja en detalle pero quizás insuficiente para quien al menos pida un FullHD+, y viene algo sobresaturada de fábrica.
Lo que llama la atención es que la pantalla de tinta electrónica vale para cualquier aplicación y función, incluyendo la cámara. Podemos abrir YouTube, jugar, escribir o incluso hacer fotografías utilizando este panel, de modo que las fotos se hacen a color y tal cual las veríamos en la pantalla AMOLED.
¿Para qué esta pantalla secundaria de tinta electrónica? Para las lecturas, teniendo así un libro electrónico en la parte trasera del móvil y evitar que se canse la vista, al mismo tiempo que el consumo energético sea menor que cuando se usa la otra pantalla.
De ahí que sea un móvil quizás para un público algo específico, que prime este uso o el poder prolongar la autonomía frente a tener un móvil con un procesador actual (hablamos del Qualcomm Snapdragon 660, un procesador de 2017). Viene con una RAM de 6 GB, lo cual está muy bien para un gama media, y a falta de poder probar juegos y otras apps más pesadas y exigentes el móvil mueve todo bien, aunque la pantalla de tinta electrónica siempre tendrá algo de lag (más o menos el que vemos en un libro electrónico actual).
Un móvil distinto, una apuesta cuestionable
La combinación de una pantalla de tinta electrónica y una estándar no es nada nueva. Lo vimos en los Yotaphone y en la propia marca, con el HiSense A2, si bien el HiSense A6 sí llegará a Europa a diferencia del anterior.
El hecho de que repitan apuesta hace pensar que hay aún demanda para este tipo de terminales, o bien que pueda ser una alternativa para ese público que prioriza la autonomía como comentábamos antes. Eso sí, la configuración nos parece algo descompensada por la elección del procesador, pudiendo apostar por varias alternativas posteriores y con una "fecha de caducidad" más alejada, sobre todo teniendo en cuenta que tampoco va a ser un móvil con un precio ajustado.
El HiSense A6 llegará a Europa en abril, por un precio de 499 euros. Veremos qué tal funciona y si la tinta electrónica tiene tirón hablando de tenerla como alternativa continua en el móvil, y si tenemos oportunidad lo probaremos a fondo en un análisis.
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