Este es algo que ya vimos en suelo alemán, tanto en Augsburgo como en Colonia, incluso en Elche, Vigo y Cambrils tenemos algo parecido. Pero ahora pasa a ser replicado en los Países Bajos, donde los peatones también tienen la extraña manía de caminar mirando hacia abajo, mirando el móvil, y por lo tanto no están pendientes de las señales de circulación que les afectan en su paso.
La solución que han puesto en el municipio de Bodegraven-Reeuwijk es sencilla y llamativa, pero también puede ser vista como exagerada a ojos de muchos: iluminación LED en el suelo, con ella no hace falta levantar la cabeza para buscar el color del muñequito en el semáforo.
Redes sociales, juegos y WhatsApp parecen ser los principales centros de atención de los ciudadanos holandeses, con unos gustos móviles no muy diferentes a los nuestros
No solo muestra los dos estados principales en la marcha - rojo y verde -, también parpadea en los estados intermedios, cuando está cercano a realizarse el cambio. De nuevo otra señal que facilita no levantar la cabeza.
Ahora mismo el sistema está en fase de pruebas, y está siendo desarrollado por la firma HIG Traffic Systems. Lo que nos encontramos son unas tiras LED a modo de barrera luminosa, en cada lado de los pasos habilitados para peatones, y luce tal que así:
Mirar el móvil mientras caminamos se está convirtiendo en un hábito, que en lugar de mitigar, vamos a facilitar con iniciativas como esta. En el lugar donde ser pone en práctica no solo tienen problemas con peatones, los ciclistas también aprovechan los trayectos para usar el teléfono.
Para el que siga interesado en ampliar información en este proyecto, decir que se llama “+ Light Line” y está en manos de HIG Traffic Systems. La idea puede parecer descabellada, pero si nos vamos hasta China nos podemos encontrar con carriles habilitados para los usuarios de móviles, eso sí, dentro de un parque temático.
In this Chinese city, phone addicts get their own sidewalk lane http://t.co/kpLf0ZTKLZ pic.twitter.com/d622PMSLgK
— Steven Millward (@SirSteven) 15 de septiembre de 2014
Vía | The Guardian