El diseño del nuevo HTC 10 no invitaba al optimismo: de repente habían desaparecido esos característicos altavoces frontales que precisamente confirmaban el interés de HTC por un apartado a menudo descuidado por otros fabricantes: el del sonido.
Pero ayer supimos que esa apuesta no solo se había mantenido: se había reforzado. La llegada de BoomSound Hi-Fi, la edición renovada de la conocida tecnología de audio de los smartphones de HTC, se suma a otros elementos que sobre el papel podrían convertir a este dispositivo en una elección especialmente interesante para los que utilizan mucho sus móviles para escuchar música.
BoomSound ha muerto. Viva BoomSound Hi-fi
Durante tres generaciones los dispositivos de gama alta de HTC demostraron que pocos podían competir con su apuesta en el terreno del audio. La presencia de la tecnología BoomSound hizo que en nuestra comparativa de 2014 de los smartphones con mejor sonido demostrase tener los mejores altavoces de todo el catálogo de aquel momento.
Eso quedaba perjudicado con unos auriculares algo por debajo de lo esperado en aquel HTC One M8, pero precisamente en el caso del HTC 10 ha habido cambios importantes en ese apartado. Para empezar la firma ha situado los altavoces externos de forma distinta, y ha aprovechado la situación de los altavoces para llamadas para situar el tweeter en el altavoz superior y el woofer en el inferior.
Cada altavoz dispone de su propio amplificador, algo que tiene como objetivo ofrecer la máxima claridad posible para esos canales. A diferencia de móviles con un único altavoz, aquí la ventaja es a priori importante. En la parte baja encontramos tres micrófonos con cancelación de ruido que ayudarán a que entre otras cosas nuestra voz se oiga muy bien por parte del receptor de las llamadas, pero también influyen en la calidad de grabación de audio.
A todo ello se suma el hecho de que según HTC esa experiencia de audio de alta resolución se ofrece "de extremo a extremo" al usar un procesamiento de audio de 24 bits "a lo largo de toda la arquitectura del audio". Eso incluye un Digital Signal Processor (DSP) de 24-bits, un Digital-To-Analog Conversion (DAC) también de 24 bits y un amplificador para auriculares que según la firma es el doble de potente que el de sus competidores.
En esa ecuación también desarrolla un papel importante la llamada Distorsión Armónica Total con Ruido (THD+N, Total Harmonic Distortion Plus Noise), que según HTC es de -104 dB con un nivel de ruido de -120 dBV. Este buen comportamiento es herencia de la tecnología BoomSound de los primeros HTC One (M7), que como confirmaron en AnandTech en aquella época disponían de una ventaja competitiva clara en este apartado.
El sonido grabado a 16 bits se trata de mejorar con un upscaling a 24 bits, algo que habrá que comprobar si realmente tiene un efecto positivo en la calidad final del sonido. Aquí seguramente aparezcan críticas contra la "fabricación artificial" de un sonido que no existía en ese fichero original, pero de nuevo habrá que evaluar el resultado para saber si estas mejoras realmente ofrecen algo diferenciador.
Ese soporte de audio de 24 bits se ofrece también durante la grabación estéreo de sonido por ejemplo en vídeos 4K en los que podremos aplicar una tasa de muestreo de 96 kHz en la grabación del sonido. Según HTC eso supone que eso permite grabar un volumen el doble de alto que sus competidores con dos veces el rango de frecuencias utilizado.
La certificación Hi-Res sigue siendo una incógnita
Como explican en Wikipedia, el audio de alta resolución o alta definición hace referencia a un sistema utilizado por las productoras audiovisuales y fabricantes de equipos de sonido para indicar que han aprovechado unos rangos dinámicos y anchos de banda más amplios que los utilizados en los Compact Disc.
Eso supone hacer uso de sistemas de codificación como PCM y hacerlo con tasas de muestreo superiores a los 44.100 Hz, pero también hacerlo con profundidades de bit de más de 16 bits, que son las cifras que se manejan en el formato CD. La aparición de este término -que es más un concepto de marketing que un estándar como tal- hizo que entre otras cosas se impulsaran formatos sin compresión como FLAC o ALAC, aunque los ficheros con este formato no tienen necesariamente por qué ser de alta definición.
Como ocurre con otras ideas que rodean al mundo del audio, las ventajas del sistema no están del todo claras y aquí entran en juego factores subjetivos que hacen que este tipo de sistemas tengan tanto seguidores como detractores.
Sony ha sido la gran promotora de esta industria, y en su sitio web cuentan con una evolución de un sistema con el que han tratado de promover de forma comercial a través de sus sistemas de audio y sus auriculares.
La firma se unió a Warner Music Group y Universal Music Group para impulsar este pseudo-estándar y se especificaron cuatro categorías que entraban dentro de la definición de audio de alta definición, también conocido como HRA.
El HTC 10 es uno de los primeros dispositivos con una certificación que como decimos no es un estándar aceptado por la mayoría de la industria, sino creado por ese consorcio de empresas en colaboración con la Japan Audio Society (JAS). La información sobre el formato es confusa, por lo que esa certificación por sí sola no demuestra necesariamente nada.
Los auriculares lo son (casi) todo
El HTC 10 es uno de los terminales más prometedores del actual catálogo de dispositivos de gama alta, pero cuando ayer se conoció su precio oficial -749 euros en reserva en nuestro país- muchos criticaron la decisión de un fabricante que parecía condenar las ventas con un coste demasiado elevado para lo que parecía ofrecer frente a sus competidores.
Puede que una de las razones de ese precio no esté en el móvil, sino en uno de sus accesorios. Mientras que la mayoría de fabricantes incluyen auriculares que como mucho solo llegan a ser decentes, en el HTC 10 encontraremos unos auriculares que también cuentan con esa certificación Hi-Res.
Aunque de nuevo eso pueda no significar nada, la combinación de la tecnología BoomSound Hi-Fi, de la certificación Hi-Res del terminal y de esa misma certificación en los auriculares podría dar resultados notables a juzgar por quienes han podido pasar unos primeros minutos evaluando la calidad del sonido de estos auriculares. Nuestro compañero Jesús Maturana los pudo probar brevemente y sus impresiones iniciales fueron notables: cree que son de lo mejor que ha visto en auriculares incluidos en los packs en los que llegan los smartphones.
A esos auriculares se le suma una tecnología llamada Personal Audio Profile, que según el fabricante "puede medir tu capacidad de audición personal y ajustar de forma dinámica frecuencias de sonido específicas a cada uno de tus oídos". O lo que es lo mismo: tras una breve prueba (el vídeo muestra el funcionamiento de esa opción) se crea un perfil de ecualización adaptado precisamente a esa prueba que hemos hecho con nuestros auriculares.
Si tenemos otro auriculares distintos, bastará con crear otro perfil para generar otra curva de ecualización distinta. Una característica similar se ofrece en los smartphones de la gama Galaxy de Samsung, pero cuidado, porque no estará disponible para auriculares Bluetooth ni tampoco para esos interesantes auriculares USB-C que parecen ser una de las alternativas de futuro en este segmento.
Evidentemente unos auriculares aún mejores seguramente puedan sacar más partido de toda esa tecnología que HTC ha querido integrar en su terminal, y a falta de que podamos evaluar este apartado queda claro que la apuesta del HTC 10 por la experiencia auditiva es una de las más prometedoras de todo el catálogo actual de smartphones. Audiófilos, atentos a este smartphone.
En Xataka | HTC 10, así queda frente a sus rivales de la gama alta
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