Los smartphones de la gama más alta son muy importantes para las marcas. Lo son por los ingresos que generan, pero también porque reflejan su capacidad de innovación y concretan cómo es la experiencia más ambiciosa que nos proponen. Además de los análisis que dedicamos a cada uno de ellos para evaluar su rendimiento de la forma más profunda posible nos parece crucial enfrentarlos en comparativas que nos ayudan a identificar si están o no a la misma altura que los móviles con los que compiten en las tiendas.
Recientemente hemos publicado una extensa comparativa en la que analizamos el rendimiento de las cámaras de nueve smartphones de gama alta en un abanico de escenarios de captura muy amplio, pero nos queda otro frente por analizar: su calidad de sonido. El objetivo de esta comparativa es evaluar qué experiencia nos proponen esos mismos nueve teléfonos móviles cuando los utilizamos para reproducir música, películas, juegos o cualquier otro contenido con información sonora. Y, de paso, también para averiguar cuáles son los modelos con mejor sonido que podemos encontrar hoy en el mercado.
Los smartphones que hemos enfrentado en esta megacomparativa son: Xiaomi Mi Note 10, LG G8s ThinQ, Sony Xperia 5, Apple iPhone 11 Pro, Google Pixel 4 XL, Samsung Galaxy Note 10+, Huawei P30 Pro, Huawei Mate 30 Pro y OnePlus 7T Pro. La razón por la que hemos seleccionado dos móviles de Huawei es que, aunque el Mate 30 Pro es el gama alta más reciente, el hecho de no contar con las apps de Google provoca que sea un terminal muy minoritario y deja al Huawei P30 Pro como el principal buque insignia de la marca en 2019.
Evaluar la calidad de sonido de los smartphones de gama alta es todo un reto
Analizar la calidad de sonido de un teléfono móvil es difícil. Nuestra memoria auditiva es frágil, por lo que para sacar conclusiones rigurosas y lo más objetivas posible es imprescindible recurrir a un banco de pruebas extenso, y, además, analizar todos los terminales de forma consecutiva y en un plazo de tiempo lo más breve posible. Pero esto no es todo. Actualmente es más complicado preparar una comparativa como esta que nunca porque el hardware del propio smartphone ha perdido una parte de su relevancia como consecuencia de la eliminación de la salida en formato jack de 3,5 mm de la mayor parte de los terminales.
El hardware del propio smartphone ha perdido una parte de su relevancia como consecuencia de la eliminación de la salida en formato jack de 3,5 mm de la mayor parte de los terminales
Esta filosofía, a la que se han sumado la mayor parte de las marcas, ha provocado que los auriculares asuman una parte del protagonismo que hasta no hace tanto recaía en el propio teléfono móvil. Los auriculares siempre han sido muy importantes, de eso no cabe duda, pero ahora lo son más que nunca. Precisamente esta comparativa nos permitirá comprobarlo, pero antes me parece una buena idea hacer un breve inciso que puede ayudarnos a identificar el papel crítico que ejercen los auriculares en la calidad de sonido que nos ofrece un smartphone.
Los aficionados a la alta fidelidad suelen aceptar que el componente que determina de una forma más clara la calidad de sonido global y la estética sonora de un equipo de audio son las cajas acústicas. Tras ellas resulta determinante la influencia que ejerce la habitación en la que reside el equipo en su sonido, por lo que es recomendable acondicionarla en la medida de lo posible para, entre otros objetivos, controlar las reflexiones murales de las ondas sonoras y evitar la aparición de «bolas de graves». En tercer lugar en orden de importancia, y siempre detrás de las cajas acústicas y la habitación, tenemos la electrónica, de la que forman parte la fuente de sonido, el preamplificador y la sección de amplificación. Y, por último, todo lo demás: los cables de modulación, altavoces y alimentación; los acondicionadores, filtros y regeneradores de corriente, etc.
Los auriculares y los altavoces integrados en un smartphone tienen un impacto en su calidad de sonido equiparable al de las cajas acústicas en un equipo de alta fidelidad. Esto no es nuevo en absoluto, y explica por qué en esta comparativa los auriculares que las marcas incluyen junto a sus móviles ocupan una posición central. Sin embargo, el «destierro» del jack de 3,5 mm de la mayor parte de los terminales (solo dos móviles de los nueve que hemos analizado mantiene esta salida analógica) abre la posibilidad de que el DAC y el circuito integrado que se responsabiliza de la amplificación estén fuera del smartphone.
La música y todo el contenido sonoro que reproducimos en nuestros teléfonos móviles se almacena y se procesa en formato digital. Sin embargo, los diminutos altavoces de nuestros auriculares y nuestros teléfonos solo son capaces de reproducir señales analógicas que adquieren la forma de una corriente eléctrica, por lo que es necesario transportar el audio que contienen nuestros terminales del dominio digital al analógico para que pueda ser finalmente reproducido por los altavoces. Además, después de esta conversión la señal eléctrica que obtenemos, y que ya codifica información de naturaleza analógica (y por tanto continua), debe ser amplificada para que consiga excitar los altavoces con solvencia. Esta es la única forma de lograr que el diafragma del altavoz sea capaz de mover el aire, generando los cambios de presión que nosotros percibimos bajo la forma de ondas sonoras.
El reemplazo del jack de 3,5 mm por el conector USB-C por el que apuestan la mayor parte de los teléfonos móviles permite a los fabricantes decidir si quieren extraer la señal de audio de sus terminales en formato digital o analógico
Así es como funciona, de una forma muy resumida y sin entrar en detalles demasiado complejos, un equipo de reproducción de sonido. Lo interesante es que, como he mencionado unas líneas más arriba, el reemplazo del jack de 3,5 mm por el conector USB-C por el que apuestan la mayor parte de los teléfonos móviles permite a los fabricantes decidir si quieren extraer la señal de audio de sus terminales en formato digital o analógico. Todos sabemos que los enlaces USB se utilizan habitualmente para transportar datos digitales, pero el estándar también contempla un modo de operación conocido como «Audio Accessory Mode» que permite utilizar dos pines del conector USB-C para transportar señales de audio analógico.
Esta polivalencia de los enlaces USB es interesante, y parece razonable pensar que el rendimiento que nos ofrece un conector USB-C cuando se utiliza para transportar una señal analógica es el mismo que nos proporciona una salida jack de 3,5 mm. El problema es que en la práctica no suele ser así. El enlace USB suele rendir peor cuando se usa para transportar señales analógicas porque los conductores que transportan la información de audio están muy cerca de las líneas de alimentación y transporte de paquetes de datos a alta velocidad, y esta proximidad induce ruido en la delicada señal analógica, que es muy sensible a las fuentes de ruido externo.
El modo de operación «Audio Accessory Mode» permite utilizar dos pines del conector USB-C para transportar señales de audio analógico
Para evitar esta degradación la mayor parte de los smartphones de gama alta utiliza el conector USB-C con el propósito de extraer del terminal la señal de audio en el dominio digital, pero esta decisión acarrea una consecuencia importante: es necesario colocar fuera del móvil el DAC y el circuito integrado que se responsabiliza de la amplificación de la señal de audio una vez que ha sido transportada al dominio analógico. En la práctica estos dos componentes pueden estar alojados bien en el interior de los auriculares, bien en un adaptador externo de USB-C a jack de 3,5 mm. Eso sí, los auriculares inalámbricos deben incorporar necesariamente su propio DAC y amplificador de potencia porque la información de audio que reciben a través del enlace Bluetooth llega en formato digital.
Todo lo que hemos repasado hasta este momento parece apuntar que los fabricantes que han optado por eliminar el jack de 3,5 mm de sus smartphones tienen la oportunidad de ahorrarse el DAC y el amplificador transportando la señal de audio en formato digital a través del conector USB-C. Y sí, esto es cierto. Sin embargo, es necesario que en el interior del móvil sigan residiendo un DAC y un amplificador, normalmente de menor calidad, porque es imprescindible transportar del dominio digital al analógico la señal que reciben los altavoces instalados en el terminal. Y una vez que tenemos una señal analógica, como hemos visto, es necesario amplificarla.
Nuestra metodología de pruebas: cuatro escenarios para cubrir todos los frentes
Nuestro punto de partida a la hora de preparar la metodología de pruebas que necesitábamos para analizar la calidad de sonido de estos nueve smartphones ha sido el banco de pruebas que utilizamos en nuestra última comparativa. Sin embargo, nos hemos esforzado para ampliarlo y mejorarlo sensiblemente con el único propósito de intentar que nuestras valoraciones sean lo más rigurosas y objetivas posible. Somos conscientes de que es un reto importante, lo que nos ha llevado a incrementar los escenarios de prueba de los tres que teníamos en la última comparativa a cuatro. Desafortunadamente, como veremos más adelante, solo un smartphone, el Xperia 5 de Sony, nos ha ofrecido las herramientas que necesitamos para ponerlo a prueba en todos los escenarios de test.
Un requisito imprescindible que ya estaba presente en nuestra anterior comparativa, y que hemos mantenido intacto en esta, son las pruebas «a ciegas». Todos los tests de escucha los hemos llevado a cabo sin conocer de antemano qué terminal estábamos probando en ese momento, lo que ha requerido la intervención de una segunda persona que era la encargada de manipular el smartphone. Además, para evitar que la diferencia de volumen entre unos terminales y otros nos diera la sensación de que el que suena más alto suena mejor, hemos igualado el nivel de presión sonora entre todos ellos y en todos los escenarios de prueba reproduciendo ruido rosa y utilizando un sonómetro Velleman DVM805. Este instrumento es lo suficientemente sensible para permitirnos igualar incluso el nivel de presión sonora arrojado por los auriculares con cierta precisión.
Hemos igualado el nivel de presión sonora de todos los smartphones y en todos los escenarios de prueba reproduciendo ruido rosa y utilizando un sonómetro Velleman DVM805
Otra de las mejoras que hemos introducido en esta edición de la comparativa incide en el número y la variedad de cortes musicales que hemos utilizado. Y es que hemos recurrido a más música que nunca porque su complejidad y riqueza armónica representan la prueba más rigurosa a la que podemos someter a un equipo de sonido, sea del tipo que sea. El incremento tan sustancial del número de cortes ha provocado que hayamos dedicado a cada uno de los teléfonos móviles entre tres horas y media y cuatro horas, sumando el tiempo invertido en la escucha y en los ajustes que hemos introducido en cada teléfono con el propósito de que pudiésemos llevar a cabo todos los tests exactamente en las mismas condiciones.
Algo que ha ralentizado nuestras pruebas mucho, pero que nos parece crucial para poder sacar conclusiones lo más rigurosas posible, es que hemos analizado los smartphones de una manera secuencial. Esto significa, sencillamente, que no nos hemos limitado a probar un móvil al completo y pasar al siguiente, sino que hemos escuchado un mismo corte musical en todos los terminales de forma consecutiva e inmediata, y no hemos pasado al siguiente tema musical hasta haber escuchado el primero en todos los smartphones. Este procedimiento es más lento, pero resulta muy útil porque nos permite identificar las diferencias entre unos terminales y otros con menos dificultad y sin que nuestra frágil memoria auditiva nos engañe. Por supuesto, durante las pruebas de escucha hemos tomado muchas notas que nos han ayudado a interpretar lo que estábamos escuchando.
Aquí tenéis el listado completo de los cortes musicales que hemos utilizado en nuestro banco de pruebas. Estos temas los hemos escogido ante todo por la gran calidad de la grabación y la toma de sonido, aunque también hemos intentado que estén representados el mayor abanico de géneros musicales posible:
- ‘Stir it up’, de Bob Marley (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘You make me feel like a natural woman’, de Susan Wong (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘Redbud tree’, de Mark Knopfler (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘Autumn in Seattle’, de Tsuyoshi Yamamoto Trio (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
- ‘Spanish Harlem’, de Rebecca Pidgeon (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
- ‘You’ve got a friend’, de Susan Wong (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘Wasted time’, de Eagles (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
- ‘Vivaldi - Flute concerto in D’, Chesky Records (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
- ‘Stimela’, de Hugh Masekela (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
- ‘Lush life’, de Billy Strayhorn (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘Afro blue’, de Mongo Santamaria (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘April in Paris’, de Duke/Harburg (FLAC 24 bits y 96 kHz)
- ‘No sanctuary here’, de Chris Jones (FLAC 24 bits y 44,1 kHz)
- ‘Under the boardwalk’, de Mighty Echoes (PCM 16 bits y 44,1 kHz)
Otra herramienta muy importante a la que hemos recurrido en nuestras pruebas, y a la que merece la pena que dediquemos unas líneas, es la aplicación que hemos utilizado para reproducir la música. Hemos elegido Poweramp porque nos ofrece la flexibilidad, la versatilidad y el nivel de control que necesitábamos para nuestros tests. Una de sus cualidades más importantes es que pone a nuestra disposición las prestaciones que precisamos para obtener una reproducción plana y lo más transparente posible, como un ecualizador gráfico de diez bandas que hemos ajustado para obtener una salida plana, y el remuestreo de la señal nativa a 24 bits y 192 kHz. Esta app está disponible gratuitamente en Play Store (os la recomendamos si no la conocéis porque es realmente buena), por lo que hemos podido usarla en todos los terminales, excepto con el iPhone 11 Pro y el Mate 30 Pro, en los que hemos utilizado las apps que nos proponen Apple y Huawei.
Poweramp nos ofrece la flexibilidad, la versatilidad y el nivel de control que necesitamos para nuestras pruebas
Aún nos queda indagar en otra parte importante de este artículo: los cuatro escenarios de prueba que hemos definido. La tabla que publicamos en la siguiente sección de la comparativa recoge el rendimiento de cada uno de los smartphones que hemos probado en estos escenarios, pero profundizaremos en ella un poco más adelante. Ahora lo que nos interesa es conocerlos con cierto detalle. En el primero de ellos hemos analizado la calidad de sonido que nos ofrecen los auriculares que las marcas nos entregan junto a sus teléfonos móviles. Curiosamente tres de los nueve terminales, el de Google, OnePlus y Xiaomi, no incorporan auriculares de serie. Y de los otros seis solo los móviles de LG y Sony apuestan por auriculares con conexión jack de 3,5 mm.
El segundo escenario de prueba nos ha permitido evaluar el rendimiento de los smartphones cuando se ven obligados a «atacar» nuestros auriculares de referencia: unos estupendos Audio Technica ATH-M50. Son unos auriculares profesionales electrodinámicos, circumaurales y de recinto cerrado que exhiben una respuesta lineal y son muy transparentes, de ahí que, a pesar de ser un modelo veterano, sigan siendo utilizados con frecuencia en el proceso de monitorización por algunos estudios de grabación. Eso sí, como es lógico, solo hemos podido utilizarlos en aquellos smartphones que incorporan bien una salida en formato jack de 3,5 mm, bien su propio adaptador de USB-C a jack de 3,5 mm.
Estos auriculares nos han permitido poner a prueba el DAC y el circuito integrado de amplificación incorporados en tres de los teléfonos móviles: los de LG, Sony (este terminal se apoya en un adaptador de USB-C a jack) y Xiaomi. Podríamos haber recurrido a nuestro propio adaptador de USB-C o Lightning a jack de 3,5 mm para conectar nuestros auriculares de referencia a los otros smartphones, pero no es una prueba interesante porque no nos diría apenas nada acerca de los teléfonos móviles. Estaríamos extrayendo la señal de audio en formato digital, por lo que la calidad del sonido que estaríamos escuchando estaría condicionada por el DAC y el amplificador integrados en el conversor externo de USB-C a jack de 3,5 mm.
Con el mismo adaptador y los mismos auriculares el sonido que nos ofrecerán todos los terminales será prácticamente idéntico. De hecho, de aparecer alguna diferencia estaría provocada por el jitter, que es una modificación de la amplitud, la frecuencia y la fase de la señal de audio provocada por una desviación de la señal de reloj. Este desfase temporal, por tanto, solo está presente en los dispositivos digitales. Esto explica por qué el resultado que obtendríamos sería similar al que tendríamos utilizando unos auriculares inalámbricos, cuyo sonido está condicionado por su propio DAC, amplificador y drivers debido a que se comunican con el smartphone a través de un enlace digital.
En el tercer escenario de prueba hemos analizado la calidad de sonido que nos ofrece el altavoz (o altavoces) integrado en el propio smartphone. En este test interviene el DAC, el circuito integrado de amplificación y el driver de cada teléfono móvil, por lo que a priori parece razonable pensar que debería haber una diferencia de rendimiento significativa entre unos terminales y otros. Una prueba adicional que hemos introducido en esta comparativa, y que no estaba presente en anteriores ediciones, consiste en medir el nivel de presión sonora máximo alcanzado por el altavoz integrado utilizando nuestro sonómetro Velleman mientras el móvil reproduce ruido rosa. Tenéis el resultado de esta prueba reflejado en la tabla de la siguiente sección del artículo. Este test es interesante, además de para identificar el volumen máximo que nos ofrece cada smartphone, para percibir el nivel de distorsión introducido por el altavoz interno cuando trabaja en régimen de saturación.
También hemos medido el nivel de presión sonora máximo alcanzado por el altavoz integrado utilizando nuestro sonómetro
El cuarto y último escenario de prueba propone que el propio smartphone sea el eslabón más débil de la cadena de reproducción. Esto significa, sencillamente, que debemos enviar su sonido a un equipo de audio que no limite de ninguna manera sus prestaciones sonoras, y que, por tanto, exceda holgadamente su calidad de sonido. Hay auriculares que tienen unas prestaciones realmente increíbles (normalmente son modelos que pertenecen a lo que se conoce como High End), y que, por tanto, cumplen esta premisa. Pero la razón por la que hemos decidido no recurrir a ninguno de estos auriculares, por sofisticados y caros que fuesen, consiste en que tenemos acceso a un equipo de alta fidelidad de prestaciones muy notables que nos garantiza que serán siempre los smartphones los que limitarán la calidad de sonido que obtendremos, y no el propio equipo.
Es evidente que normalmente no se utiliza un teléfono móvil como fuente de audio en un equipo de alta fidelidad de esta envergadura. Pero, en el contexto en el que nos encontramos, que no es otro que analizar con toda la precisión posible la calidad de sonido de los smartphones, enviar la señal que podemos extraer a través del puerto de auriculares a un equipo así nos permite poner a prueba en profundidad parámetros de otro modo difíciles de analizar, como son la integridad de la escena sonora, su amplitud, su precisión tímbrica, la capacidad que tiene a la hora de restituir los microcontrastes dinámicos y la habilidad con que recupera los matices más sutiles de las grabaciones con una buena toma de sonido, que a menudo quedan enmascarados por unos auriculares incapaces de reproducirlos. Desafortunadamente solo hemos podido utilizar en esta prueba los terminales de LG, Sony y Xiaomi porque son los que incorporan una salida en formato jack de 3,5 mm (el Xperia 5 recurre a su propio adaptador de USB-C a jack).
En este punto lo ideal es que echemos un vistazo a la configuración del equipo de alta fidelidad que hemos utilizado en este cuarto escenario de pruebas, así que ahí va: preamplificador estereofónico a válvulas McIntosh C500T con chasis de alimentación independiente, etapas de potencia monofónicas McIntosh MC601 con una potencia nominal de 600 vatios sobre cargas de 4 y 8 ohmios, cajas acústicas Dynaudio Consequence y filtro de red Dillenhöfer, todo ello cableado con Kimber Audio y Van den Hul, y alimentado por dos líneas de corriente dedicadas en exclusiva al equipo HiFi.
El resultado: los auriculares condicionan más nuestra experiencia que el propio smartphone
La tabla que tenéis debajo de estas líneas pretende resumir con precisión cómo se han comportado los smartphones que hemos analizado en nuestro banco de pruebas. Recoge por separado cada uno de los cuatro escenarios de test (los auriculares en aquellos teléfonos móviles que los incorporan, nuestros auriculares de referencia, los altavoces integrados y el envío de la señal de audio al equipo de alta fidelidad). También hemos incluido un campo en el que evaluamos el nivel de distorsión subjetivo que apreciamos en cada terminal cuando estamos utilizando los altavoces internos.
La primera conclusión a la que podemos llegar consiste en que los auriculares que nos proponen de serie las marcas son dignos, pero todos ellos nos ofrecen un rendimiento básico. Su calidad puede ser suficiente para aquellos usuarios que los utilizan con poca frecuencia con vídeos o juegos, pero no son la opción idónea para quien necesita usarlos habitualmente para escuchar música. Ninguno de ellos. Su habilidad a la hora de reproducir las frecuencias medias, un rango del espectro audible en el que se encuentra la voz humana, no está nada mal, pero flaquean al restituir los agudos y el extremo grave principalmente por su falta de detalle. ¿Los mejores? Los que Sony nos propone junto a su Xperia 5 (acompañados por su adaptador de USB-C a jack), seguidos de cerca por los AKG que vienen con el Galaxy Note 10+ de Samsung y los EarPods del iPhone 11 Pro. En cualquier caso, ninguno de ellos aventaja claramente por su rendimiento a los demás.
El siguiente escenario de prueba refleja que cuando conectamos a los teléfonos móviles que incorporan un jack de 3,5 mm nuestros auriculares de referencia la calidad del sonido que obtenemos se dispara, lo que confirma lo que hemos apuntado en el párrafo anterior. Las frecuencias medias y altas incrementan su nivel de detalle y riqueza armónica, y el extremo grave se ve reforzado y adquiere una pegada de la que carecen los auriculares que vienen de serie. Además, curiosamente, esta prueba refleja que la calidad del DAC y el circuito integrado de amplificación de estos móviles es muy similar, lo que evidencia la igualdad que existe actualmente entre los smartphones de alta gama si nos ceñimos a su calidad de sonido.
Los auriculares que nos proponen de serie las marcas son dignos, pero todos ellos nos ofrecen un rendimiento básico
El tercer escenario de prueba arroja que cuando utilizamos los altavoces integrados en los teléfonos móviles la diferencia de rendimiento entre unos terminales y otros es menos sutil. El que mejor suena en estas circunstancias es el Mate 30 Pro de Huawei, y detrás de él se posicionan el Pixel 4 XL de Google, el P30 Pro de Huawei y el Galaxy Note 10+ de Samsung. En cualquier caso, ninguno de ellos nos ofrece una experiencia sobresaliente con música. Sus principales carencias son un extremo grave sin pegada y detalle, y también un nivel de distorsión subjetiva relativamente alto cuando incrementamos el nivel de presión sonora más allá del 80% del volumen máximo.
Por último, el escenario de prueba en el que hemos enviado la señal de audio al equipo de alta fidelidad refleja esencialmente lo mismo que la prueba con nuestros auriculares de referencia: la calidad del DAC y el circuito integrado de amplificación de estos móviles es muy similar. Este equipo, como he explicado unos párrafos más arriba, no limita en absoluto el rendimiento del DAC y la amplificación de los tres terminales que hemos podido someter a este test, por lo que les permite expresarse con autoridad. Curiosamente cuando envías la señal de audio a un hardware que no impone restricciones los medios y los graves están a un gran nivel por su riqueza armónica y nivel de detalle, pero los agudos carecen de la definición que podemos conseguir cuando la señal de audio procede de una fuente de alta resolución, como, por ejemplo, un SACD bien producido o un archivo digital con calidad de máster de estudio procesado por un DAC con vocación audiófila.
APPLE IPHONE 11 PRO | GOOGLE PIXEL 4 XL | HUAWEI MATE 30 PRO | HUAWEI P30 PRO | LG G8S THINQ | ONEPLUS 7T PRO | SAMSUNG GALAXY NOTE 10+ | SONY XPERIA 5 | XIAOMI MI NOTE 10 | |
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INCLUYE AURICULARES | Sí (EarPods con conector Lightning) | No | Sí (con interfaz USB-C) | Sí (con interfaz USB-C) | Sí (con conexión jack de 3,5 mm), pero no estaban incluidos en nuestra muestra | No | Sí (AKG con interfaz USB-C) | Sí (con conexión jack de 3,5 mm y adaptador USB-C a jack de 3,5 mm) | No |
AURICULARES DE SERIE (GRAVES) | 3/5 | No disponible | 4/5 | 4/5 | No disponible | No disponible | 3/5 | 4/5 | No disponible |
AURICULARES DE SERIE (MEDIOS) | 4/5 | No disponible | 4/5 | 4/5 | No disponible | No disponible | 4/5 | 4/5 | No disponible |
AURICULARES DE SERIE (AGUDOS) | 4/5 | No disponible | 3/5 | 3/5 | No disponible | No disponible | 4/5 | 4/5 | No disponible |
AURICULARES DE REFERENCIA (GRAVES) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 5/5 | No disponible | No disponible | 5/5 | 5/5 |
AURICULARES DE REFERENCIA (MEDIOS) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 5/5 | No disponible | No disponible | 5/5 | 5/5 |
AURICULARES DE REFERENCIA (AGUDOS) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 4/5 | No disponible | No disponible | 5/5 | 4/5 |
ALTAVOZ INTEGRADO (GRAVES) | 3/5 | 3/5 | 4/5 | 3/5 | 3/5 | 3/5 | 3/5 | 3/5 | 3/5 |
ALTAVOZ INTEGRADO (MEDIOS) | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 |
ALTAVOZ INTEGRADO (AGUDOS) | 3/5 | 4/5 | 4/5 | 4/5 | 3/5 | 4/5 | 4/5 | 3/5 | 3/5 |
EQUIPO DE ALTA FIDELIDAD (GRAVES) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 5/5 | No disponible | No disponible | 5/5 | 5/5 |
EQUIPO DE ALTA FIDELIDAD (MEDIOS) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 5/5 | No disponible | No disponible | 5/5 | 5/5 |
EQUIPO DE ALTA FIDELIDAD (AGUDOS) | No disponible | No disponible | No disponible | No disponible | 4/5 | No disponible | No disponible | 4/5 | 3/5 |
NIVEL DE PRESIÓN SONORA MÁXIMO CON ALTAVOZ INTEGRADO (RUIDO ROSA) | 92,4 dB | 94,5 dB | 96,8 dB | 91,9 dB | 91,5 dB | 92,4 dB | 91 dB | 93,9 dB | 93,4 dB |
DISTORSIÓN ALTAVOZ INTERNO | Leve | Moderada | Leve | Leve | Moderada | Leve | Leve | Moderada | Moderada |
TIPO DE CONEXIÓN | Lightning | USB-C | USB-C | USB-C | USB-C y jack de 3,5 mm | USB-C | USB-C | USB-C (incorpora adaptador USB-C a jack de 3,5 mm) | USB-C y jack de 3,5 mm |
Puntuamos sobre un valor tope de 5 puntos, de manera que 0 es la puntuación mínima y 5 la máxima
Apple iPhone 11 Pro
La calidad de los auriculares que Apple nos entrega junto a este smartphone es digna, pero si queremos disfrutarlo al máximo con nuestra música preferida merece la pena invertir en unos auriculares de más calidad, sean de Apple o de cualquier otra marca. La principal carencia de los EarPods que vienen de serie da la cara cuando nos fijamos en su extremo grave, que carece de la pegada y el nivel de detalle que exigen, por ejemplo, el rock y la música clásica.
Por otro lado, su rendimiento cuando utilizamos el altavoz estéreo integrado en el cuerpo del propio móvil lo coloca en el «pelotón» en el que se encuentran la mayor parte de los teléfonos de esta comparativa: es suficiente para un uso esporádico, pero no nos ofrece la calidad idónea para escuchar música de esta forma con frecuencia. Lo ideal en este escenario de uso es apostar por un buen altavoz Bluetooth.
Apple iPhone 11 Pro (64 GB) - de en Verde Noche
Google Pixel 4 XL
A este teléfono móvil de Google no se le dan bien solo las fotos. Aunque su calidad de sonido cuando utilizamos sus altavoces estéreo no despunta me parece justo reconocer que es uno de los smartphones de la comparativa que nos ofrece un sonido más equilibrado en este escenario de uso. En cualquier caso, si queremos disfrutarlo al máximo con nuestra música favorita merece la pena invertir en unos buenos auriculares o un altavoz inalámbrico competente.
Un detalle interesante es que este Pixel 4 XL es el terminal que ha arrojado el segundo nivel de presión sonora más alto, con 94,5 dB, solo por detrás de los 96,8 dB del Mate 30 Pro de Huawei. Eso sí, cuando incrementamos el volumen más allá del 80% del nivel máximo la distorsión es evidente, por lo que una escucha prolongada en estas circunstancias puede provocarnos fatiga auditiva.
Google Pixel 4 XL 6 GB RAM / 64GB Blanco
Huawei Mate 30 Pro
Esta comparativa confirma el buen trabajo que ha realizado Huawei durante la puesta a punto del hardware de este smartphone. Los auriculares que la marca china incluye en el paquete no despuntan, por lo que si queremos sacarle el máximo partido con nuestra música favorita es una buena idea apostar por unos auriculares de más calidad, pero es el terminal que mejor suena cuando utilizamos sus altavoces estéreo integrados.
Además, también es el que alcanza el nivel de presión sonora más elevado, rozando los 97 dB, lo que tiene aún más mérito si nos fijamos en que, de propina, su nivel de distorsión subjetiva es más bajo que el de algunos de los teléfonos móviles que han participado en esta comparativa, y cuyo nivel máximo de presión sonora es más reducido. Es una lástima que un móvil con un hardware tan cuidado como este se haya visto lastrado por todo lo que acarrea la ausencia oficial de la tienda de aplicaciones de Google.
HUAWEI Mate 30 Pro - Smartphone con Pantalla Curva de 6.53" (Kirin 990, 8 + 256 GB, Cuádruple cámara Leica, Batería de 4500 mAh, EMUI10), Color Space Silver + MediaPad M6 10.8" 64GB Titanium Grey
Huawei P30 Pro
Buena parte de lo que he explicado en los párrafos anteriores, cuando hablaba del Mate 30 Pro, es también válido si nos ceñimos al P30 Pro. Los auriculares que nos propone esta compañía china junto a este smartphone cumplen, pero si queremos disfrutar al máximo nuestra música favorita merece la pena invertir en unos auriculares de más calidad.
Por otro lado, su rendimiento cuando utilizamos los altavoces estéreo integrados no está nada mal. No iguala el nivel de presión sonora máximo del Mate 30 Pro, pero su distorsión subjetiva cuando lo sometemos a un estrés importante es igualmente reducida, lo que, sin duda, lo deja en buen lugar. Su «talón de Aquiles» cuando escuchamos música utilizando los altavoces integrados en el propio móvil es el mismo de los demás terminales de la comparativa: el extremo grave carece de pegada y detalle.
Huawei P30 Pro 16,4 cm (6.47") 8 GB 128 GB Ranura híbrida Dual SIM 4G Negro 4200 mAh - Smartphone (16,4 cm (6.47"), 8 GB, 128 GB, 40 MP, Android 9.0, Negro)
LG G8s ThinQ
LG fue la ganadora de nuestra anterior comparativa de calidad de sonido de los smartphones de gama alta. Y lo fue con cierta rotundidad, algo que no ha sucedido en esta ocasión, pero no por demérito de la compañía surcoreana. El hardware de audio incorporado en este G8s ThinQ está todo lo cuidado que cabe esperar de un móvil de gama alta, pero la razón por la que no ha destacado en este análisis no es otra que el hecho evidente de que sus competidores «se han puesto las pilas».
Tanto nuestros auriculares de referencia como las pruebas que hemos hecho con el equipo de alta fidelidad al que tenemos acceso nos han demostrado que el DAC y el circuito integrado de amplificación incorporados en este teléfono móvil tienen una calidad notable, por lo que los usuarios que tienen unos buenos auriculares con conexión jack de 3,5 mm podrán sacarles mucho partido usando este terminal. Su rendimiento al escuchar música utilizando los altavoces estéreo integrados no despunta, a pesar de haber sido afinado por Meridian, pero tampoco tiene nada que envidiar a los demás móviles de este artículo.
LG G8s - Smartphone (Pantalla OLED de 15,77 cm (6,21 Pulgadas), 128 GB de Memoria Interna, 6 GB de RAM, DTX:X Sound, Android 9)
OnePlus 7T Pro
OnePlus es, junto a Google y Xiaomi, una de las marcas que ha preferido no entregar unos auriculares a los usuarios que decidan hacerse con su teléfono móvil de gama alta. Este es uno de los terminales que no incorporan una salida en formato jack de 3,5 mm (solo los móviles de LG y Xiaomi cuentan con ella), lo que nos ha impedido ponerlo a prueba con nuestros auriculares de referencia y el equipo de alta fidelidad al que tenemos acceso.
En cualquier caso, si nos ceñimos a su rendimiento cuando escuchamos música utilizando los altavoces estéreo integrados en el propio terminal, está a la altura. De hecho, nos ofrece un nivel de detalle en la restitución de las frecuencias altas ligeramente superior al de algunos de sus rivales en este análisis, aunque, al igual que todos los demás móviles, adolece de un extremo grave con poca pegada y escaso nivel de detalle.
OnePlus 7T Pro, Pantalla AMOLED de 90Hz, 8GB RAM + 256GB de Almacenamiento, Triple Cámara + Pop-Up Cámara, Warp Charge 30T, Bluetooth, Android, 16.9", Haze Blue
Samsung Galaxy Note 10+
Este smartphone, al igual que los últimos gama alta de Samsung, incorpora unos auriculares de AKG, una marca austríaca muy respetada desde hace décadas por la alta calidad de la mayor parte de sus propuestas. Los auriculares que acompañan a este móvil no están nada mal, pero, en nuestra opinión, tampoco despuntan. De hecho, durante nuestras pruebas han rendido mejor los auriculares que Sony nos propone junto a su Xperia 5, que superan con cierta claridad a estos AKG por la mayor habilidad con la que reproducen tanto el extremo grave como las altas frecuencias.
Por otro lado, el rendimiento de este smartphone cuando escuchamos música utilizando sus altavoces estéreo integrados lo coloca en la misma liga en la que compiten todos los terminales de este artículo. Está a la altura, pero su nivel máximo de presión sonora es el más comedido, con 91 dB, arrojado por los móviles que han participado en esta comparativa. Eso sí, su distorsión subjetiva también es de las más bajas, incluso aunque se nos vaya la mano con el potenciómetro de volumen.
Samsung Galaxy Note10+ SM-N975F - Smartphone (Dual SIM, 12 GB RAM, 256 GB Memoria, 10 MP Dual Pixel AF) Negro (Black)
Sony Xperia 5
Este es, curiosamente, el único smartphone de la comparativa al que hemos podido poner a prueba en todos los escenarios de test debido a que no solo incorpora auriculares, sino también su propio adaptador de USB-C a jack de 3,5 mm, lo que en cierta medida suple la ausencia del jack en el cuerpo del propio terminal. Los auriculares que Sony nos entrega junto a este móvil, aunque no son sobresalientes, se han posicionado como los más equilibrados del artículo. De hecho, son los únicos que nos ofrecen tanto un extremo grave digno como unos agudos algo detallados. Aun así, si queremos que nuestra experiencia sea óptima es una buena idea invertir algo más en unos auriculares de más calidad, como, por ejemplo, los WF-1000XM3 de la propia Sony.
Las pruebas que hemos llevado a cabo con nuestros auriculares de referencia y el equipo de alta fidelidad al que tenemos acceso avalan la notable calidad tanto del DAC como del circuito de amplificación integrados en el adaptador de USB-C a jack de 3,5 mm que acompaña a este móvil. No veo la necesidad de cambiar este accesorio por otro similar. Eso sí, el rendimiento de los altavoces estéreo integrados no destaca por encima del de los otros terminales de la comparativa. Ni por su calidad global ni por su nivel de presión sonora máximo, que ha sido superado por el Pixel 4 XL de Google y el Mate 30 Pro de Huawei.
Sony Xperia 5 - Smartphone de 6.1" Dual Sim (21:9 CinemaWide, Pantalla OLED Full HD, cámara Triple objetipo y Eye AF, Android Pie, 6GB RAM y 128GB) Negro
Xiaomi Mi Note 10
Este gama alta de Xiaomi, al igual que los smartphones de Google y OnePlus, no incorpora auriculares. Pero, a diferencia de estos últimos, sí cuenta con una salida de audio en formato jack de 3,5 mm, algo que sin duda agradará a los usuarios que ya tienen unos buenos auriculares con conexión jack y quieren seguir utilizándolos. Una vez más nuestras pruebas con nuestros auriculares de referencia demuestran la enorme igualdad que existe actualmente entre los smartphones de gama alta si nos ceñimos a la calidad del DAC y el amplificador para auriculares integrado. Solo hace falta conectar unos buenos auriculares a este móvil para disfrutar de lo lindo nuestra música favorita.
Su rendimiento cuando utilizamos los altavoces estéreo integrados en el cuerpo del terminal, una vez más, no sobresale. Rinde prácticamente igual que la mayor parte de sus competidores, por lo que, de nuevo, su principal carencia es un extremo grave con poca pegada y detalle. Por otro lado, el nivel de presión sonora máximo que es capaz de entregarnos se encuentra en una posición central debido a que tres móviles consiguen alcanzar una presión sonora más alta. Por esta razón si queremos escuchar música sin utilizar auriculares lo ideal es enviar el audio a un buen altavoz con interfaz Bluetooth.
Xiaomi Note 10 Glacier White 6GB RAM 128GB ROM
La opinión de Xataka
Como hemos comprobado a lo largo del artículo, esta comparativa está más reñida que nunca. Esta igualdad es una buena noticia porque refleja que la calidad de sonido global de los smartphones de gama alta está cuidada, lo que evidencia que las marcas no dejan cabos sueltos y están decididas a competir más allá del apartado fotográfico, la autonomía y la velocidad con la que el SoC de sus terminales es capaz de mover el sistema operativo y las aplicaciones.
Si queremos disfrutar al máximo nuestra música merece la pena invertir un poco de dinero en unos buenos auriculares
Los cambios que hemos introducido en nuestro banco de pruebas, que en esta edición de la comparativa ha sido más extenso y riguroso que nunca, persiguen evidenciar las diferencias más sutiles que existen entre unos móviles y otros, pero en ningún caso hemos querido exagerar nada ni encontrar diferencias donde no las hay. ¿Cuál es la conclusión más certera a la que podemos llegar una vez que nos encontramos en este punto? La que hemos apuntado en los primeros párrafos de este artículo: el «destierro» de la salida de audio en formato jack de 3,5 mm de la mayor parte de los smartphones les resta influencia en la calidad de sonido global que nos ofrecen, una responsabilidad que ahora recae, más que nunca, en los auriculares.
Y es que si queremos disfrutar al máximo nuestra música y preservar toda su riqueza armónica, tener un grave con impacto y unos agudos con resolución, merece la pena invertir un poco de dinero en unos buenos auriculares. Afortunadamente hay opciones muy atractivas a precios más que razonables, por lo que no es imprescindible gastar mucho dinero para conseguir unos buenos auriculares. Como hemos comprobado en este artículo, los que nos entregan los fabricantes junto a sus terminales, aunque no están mal, son básicos. Esta misma idea podemos extrapolarla también a las prestaciones de estos smartphones cuando utilizamos sus altavoces integrados: si los usamos con frecuencia y queremos que nuestra experiencia sea realmente satisfactoria, merece la pena que nos hagamos con un altavoz Bluetooth medianamente capaz.
Curiosamente, la tabla en la que hemos recogido el resultado de nuestro banco de pruebas refleja a la vez la cualidad más atractiva y la carencia más evidente de estos teléfonos móviles. Como podéis ver las notas predominantes con una claridad aplastante son 3/5 y 4/5, dos valoraciones que nos indican que estos smartphones rinden bien si nos ceñimos a los parámetros evaluados, pero no de una forma sobresaliente. Ninguno de los auriculares incluidos de serie es sobresaliente. Y su calidad de sonido cuando utilizamos los altavoces integrados en el teléfono móvil tiene margen de mejora, especialmente, como hemos visto a lo largo del artículo, si nos ceñimos a su extremo grave. El problema es que no es fácil resolver esta carencia en un dispositivo con un tamaño tan compacto y altavoces tan minúsculos.
El Xperia 5 de Sony incorpora los mejores auriculares, y el Mate 30 Pro de Huawei es el que mejor suena cuando utilizamos los altavoces integrados
En cualquier caso, no todo son noticias «reguleras». La otra cara de la moneda, la más positiva, es, por supuesto, que la calidad de sonido global de todos los terminales es muy sólida. Además, todos ellos, sin excepción, son capaces de entregarnos un nivel de presión sonora importante cuando utilizamos los altavoces integrados. De hecho, todos han arrojado un nivel de presión sonora de al menos 91 dB manteniendo la distorsión bajo control, lo que nos ha llevado a evaluar en el peor de los casos este parámetro como 'distorsión moderada'. Y esto no está pero que nada mal.
Antes de concluir me parece justo recalcar que, a pesar de que ninguno de los auriculares es sobresaliente, los que Sony nos propone junto a su Xperia 5 son los mejores (acompañados, eso sí, por su adaptador de USB-C a jack), seguidos de cerca por los AKG del Galaxy Note 10+ y los EarPods del iPhone 11 Pro. Y si nos ceñimos a su sonido cuando utilizamos los altavoces integrados en los propios smartphones el ganador es el Mate 30 Pro de Huawei, seguido por el Pixel 4 XL de Google, el P30 Pro de Huawei y el Galaxy Note 10+ de Samsung, todos ellos a la misma distancia del Mate 30 Pro, que de nuevo demuestra que tiene un hardware realmente estupendo.
Ya solo nos queda confiar en que los fabricantes de smartphones den un paso hacia delante y nos sorprendan entregándonos junto a sus próximas propuestas de la gama más alta unos auriculares realmente buenos que no nos inviten a gastar más dinero en otros de más calidad. Me parece razonable pedir esto sobre todo a los teléfonos que superan los 900 o los 1.000 euros, y que, por tanto, sobre el papel deberían entregarnos los mejores componentes disponibles actualmente. Además, será interesante comprobar qué sucede con el jack de 3,5 mm en los terminales que llegarán a las tiendas durante 2020. ¿Seguirán apostando por esta conexión LG y Xiaomi? ¿O está irremediablemente condenada a la extinción? Pronto saldremos de dudas...