¿Cada cuánto cambian de smartphone los colombianos?

Siempre que compramos un nuevo teléfono celular seguramente lo hacemos con la expectativa de que el mismo nos acompañe hasta que se dañe. Lamentablemente rara vez ocurre eso, y terminamos cambiando el mismo en algún punto antes de que llegue al final de vida útil por asuntos relacionados con la obsolescencia programada y la obsolescencia percibida con la que juegan los fabricantes.

Cuando hablamos de obsolescencia programada, entran en juego la duración de los componentes de hardware que el fabricante utiliza en nuestro móvil, así como la duración y el fin del soporte sobre el software que usamos. Por ejemplo, en materia de actualizaciones un teléfono generalmente tiene un soporte de dos años. De otro lado cuando nos referimos a la obsolescencia percibida, es esa necesidad algunas veces irracional que nos crean los fabricantes sobre nuevas funciones que no tiene nuestro teléfono actual, y que nos motivan a dejarlo a pesar de que este funcione aun a la perfección.

De acuerdo a un estudio realizado en 2016 por Kantar consultora líder en investigación de mercados, a pesar de los esfuerzos de los fabricantes, en el mundo entero se está presentando un fenómeno de ralentización del mercado de los móviles, alargando el número de meses que un usuario conserva en promedio su teléfono actual antes de cambiarlo por un nuevo modelo. Por ejemplo, en USA este valor estaba en 20.5 meses en 2013, y para 2016 el valor aumentó a 22.7 meses, una cifra muy similar en países como China (20.2), Francia (22.2) y España (20.5) para el mismo año.

Como estamos en Colombia

Para el 2016 el índice de la innovación de la sociedad (QUISI) llevado a cabo por IDC para Qualcomm en países de todo el globo, arrojó unos valores muy similares al estudio de Kantar, donde Colombia mantiene una media de 22 meses para el cambio de teléfonos y USA califica en este estudio un poco más alto con 29 meses, colocándonos muy a la par con los valores manejados a nivel internacional.

Dado que iOS y Android son las plataformas dominantes en el mercado, no resulta sorprendente que casi ningún país llegue mas allá de los dos años en la media de cambio de celulares, pues la mayoría de los fabricantes solo brindan soporte de actualización a las siguientes dos versiones del sistema operativo, la cuales salen cada año. Pasado este periodo es muy común que las aplicaciones más nuevas comiencen a presentar incompatibilidad con las versiones más antiguas del sistema, o precisamente con el hardware de hace dos años.

Si se tiene en cuenta que un teléfono de buena marca y bien cuidado fácilmente puede llegar a rebasar la barrera de los tres años, no deberían existir motivos para no llegar hasta esa marca de tiempo a menos que surjan antes improvistos como un daño irreparable, u ofertas de recambio irresistibles.

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