El nuevo «buque insignia» de Huawei es un smartphone interesante. En nuestro análisis en profundidad de este terminal os hemos explicado que tiene una triple cámara trasera versátil y de calidad, una tecnología de reconocimiento facial rápida y eficaz, una autonomía espectacular y un diseño cuidado. Estos ingredientes permiten a este móvil enfrentarse sin complejos con los modelos insignia de otras marcas, pero, en realidad, lo que lo hace diferente es su sensor de huellas dactilares integrado en la pantalla.
Curiosamente, no es el primer smartphone de Huawei que cuenta con esta tecnología. El Mate RS Porsche Design que la compañía china presentó a finales del pasado mes de marzo también cuenta con un lector de huellas integrado en la pantalla. Y el mérito de ser el primer teléfono móvil equipado con esta innovación recae en el X20 Plus UD de Vivo, un terminal que pudimos probar durante nuestra estancia en el CES, a principios del pasado mes de enero.
El primer smartphone equipado con un lector de huellas dactilares integrado en la pantalla es el X20 Plus UD que Vivo presentó durante la última edición del CES
Sin embargo, a diferencia del Mate RS Porsche Design y el X20 Plus UD, el nuevo Mate 20 Pro no recurre a un sensor óptico ClearID de Synaptics; cuenta con un chip desarrollado por Qualcomm capaz de implementar la identificación de nuestra huella dactilar mediante ultrasonidos. Es probable que no tardemos mucho más en ver cómo llegan al mercado otros smartphones equipados con una de estas dos tecnologías, por lo que os proponemos que indaguéis con nosotros en ellas para averiguar cómo funcionan y qué experiencia nos proponen.
De la tecnología óptica de Synaptics a la lectura ultrasónica de Qualcomm
Antes de entrar «en harina», un detalle curioso: aunque Huawei ha decidido apostar por la tecnología de Qualcomm para implementar el lector de huellas dactilares de su nuevo Mate 20 Pro, no ha prescindido totalmente de las soluciones de Synaptics. De hecho, esta última empresa es la responsable del controlador de la pantalla OLED de este smartphone, y también de la tecnología que hace posible el control táctil del terminal, por lo que sigue teniendo un peso importante en el Mate 20 Pro.
En cualquier caso, lo que realmente nos importa en este artículo es averiguar cómo funciona su lector de huellas dactilares para pantallas. La tecnología ClearID, que, como os he adelantado unas líneas más arriba, es la solución de Synaptics diseñada para leer nuestras huellas a través del panel del terminal, recurre a un chip diminuto y muy fino que está asociado a un sensor CMOS. La imagen que tenemos debajo de este párrafo nos permite intuir el tamaño de este dispositivo si tenemos presente que la zona dorada mide 4 x 5 milímetros. Es crucial que su tamaño y su grosor sean mínimos para que el sensor pueda ser integrado debajo del panel del smartphone sin apenas incrementar su grosor.
El sensor de Synaptics es de naturaleza óptica, por lo que cuando colocamos nuestro dedo sobre la superficie de la pantalla es capaz de recoger la luz emitida por los diodos orgánicos del panel OLED y reflejada por nuestro dedo para interpretar nuestra huella dactilar. A partir de aquí lo único que hace falta es comparar esa imagen con el patrón de referencia que describe cómo es nuestra huella dactilar. Si ambos patrones coinciden el sensor determina que somos los propietarios del teléfono móvil, y, en consecuencia, nos permite acceder al sistema operativo.
Este esquema de funcionamiento no es muy diferente a la tecnología utilizada por los escáneres para digitalizar documentos en papel debido a que en su interior reside una lámpara que proyecta luz sobre el papel y un sensor, habitualmente CCD o CIS, aunque hay otras opciones, que se encarga de recoger la luz reflejada por el documento. Además, ClearID utiliza un cifrado de 256 bits para dificultar el acceso fraudulento a nuestro móvil.
Una característica interesante de la solución propuesta por Synaptics consiste en que nos permite identificarnos con las manos mojadas. Además, según esta firma, puede ser utilizada en pantallas flexibles. Aun así, parece que por el momento no nos ofrece ningún tipo de respuesta háptica, por lo que al desencadenar el proceso de autenticación no recibimos ningún tipo de vibración que nos informe de manera táctil acerca de si nos hemos identificado con éxito o no. Lógicamente, esta prestación no es imprescindible porque si sorteamos la identificación el terminal se desbloqueará automáticamente.
El sensor desarrollado por Qualcomm utiliza ultrasonidos para «leer» nuestra huella dactilar
A diferencia del sensor de lectura de huellas dactilares de Synaptics, que, como acabamos de ver, es óptico, la solución desarrollada por Qualcomm utiliza ultrasonidos para identificar las características de nuestra huella dactilar. Ambas tecnologías requieren colocar un pequeño dispositivo electrónico debajo del panel, pero la manera en la que «leen» nuestras huellas es muy diferente.
El umbral teórico de la audición humana suele colocarse en torno a los 20 kHz, aunque en realidad la mayor parte de nosotros no es capaz de escuchar frecuencias tan altas. Con la edad se va perdiendo poco a poco audición y las frecuencias que antes dejamos de escuchar son, precisamente, las más altas. Por esta razón, a cualquier onda sonora que tenga una frecuencia superior a esos 20 kHz la consideramos un ultrasonido.
El esquema de funcionamiento del sensor de Qualcomm consiste en emitir una onda ultrasónica (que nosotros no podemos oír) capaz de atravesar la pantalla del smartphone y chocar con la superficie de nuestra piel. Esta señal reacciona a las pequeñas irregularidades de la yema de nuestros dedos y es capturada mediante un receptor piezoeléctrico u óptico (Qualcomm no ha desvelado cómo ha implementado este componente de su sensor) que, a su vez, es capaz de recuperar los detalles más sutiles de nuestra huella dactilar, generando una especie de mapa tridimensional.
A partir de aquí el funcionamiento del sensor de Qualcomm probablemente será muy similar al de Synaptics, por lo que es razonable pensar que el siguiente paso requiere comparar ese mapa tridimensional de nuestra huella con el patrón que va a permitir al sensor averiguar si somos o no los legítimos propietarios del smartphone. Según Qualcomm, su sensor no solo nos permite identificarnos con las manos húmedas, sino, incluso, con ellas sucias, por lo que no deberíamos tener ningún problema para desbloquear nuestro móvil aunque utilicemos cremas o lociones solares.
Una última característica interesante de la tecnología de identificación de huellas dactilares con la que cuenta el Mate 20 Pro de Huawei es que los ultrasonidos no solo con capaces de atravesar el panel del smartphone y la lámina de cristal que lo protege, sino también otros materiales, como el aluminio. Eso sí, para que esto sea posible su grosor no debe superar un valor determinado, que suele oscilar en el rango que va desde los 650 hasta los 1.200 µm.
Esta es la experiencia que nos ofrece este lector de huellas dactilares
Como habréis comprobado si habéis leído nuestro análisis del Mate 20 Pro, el lector de huellas dactilares integrado en la pantalla de este smartphone funciona. Y lo hace razonablemente bien. Según nuestras pruebas es ligeramente más lento que un lector de huellas convencional, pero conlleva una ventaja importante: nos permite ahorrar espacio en la parte delantera del terminal, un área valiosa que es posible dedicar a la pantalla. Y también evita que los fabricantes que quieren maximizar la pantalla se vean obligados a colocar el lector en la parte trasera del smartphone, una medida que a algunos usuarios no les convence.
Aunque conllevan algunos compromisos, los sensores de huellas integrados en la pantalla son atractivos
Aun así, la tecnología utilizada actualmente en los lectores de huellas dactilares integrados en la pantalla acarrea algunos compromisos. El más evidente es que la zona de lectura está claramente acotada, por lo que es necesario que coloquemos el dedo en un área concreta de la pantalla para que la lectura sea posible. Además, para que el reconocimiento sea preciso es importante que la superficie de contacto entre nuestro dedo y la pantalla sea uniforme, lo que con frecuencia nos obligará a ejercer un poco de presión sobre el panel.
En cualquier caso, las ventajas que conllevan los lectores de huellas dactilares integrados en la pantalla pesan más que sus limitaciones, sobre todo si tenemos en cuenta que esta tecnología puede convivir perfectamente con otros procedimientos de autenticación, como, por ejemplo, el reconocimiento del rostro. El nuevo Mate 20 Pro cuenta con ambas tecnologías, por lo que es el usuario el que tiene la libertad de elegir el método que más le guste. O, incluso, de habilitar ambos simultáneamente.