El modelo único por año de Apple se rompió con la llegada de los "Plus" y en los últimos años esto se ha ampliado, especialmente éste. 2020 ha significado cinco iPhone, cinco tamaños repartidos en dos líneas y en tres rangos, y el que nos ocupa en esta ocasión es el mayor de todos en varios sentidos: éste es el análisis del iPhone 12 Pro Max.
Un móvil que comparte mucho más que nomenclatura con el iPhone 12 Pro: su ficha técnica es casi un calco salvo por las dimensiones y sutiles diferencias en pantalla y cámara. Eso sí, más volumen suele significar mayor batería, así que veamos qué experiencia da el coloso de los iPhone de este año.
Ficha técnica del iPhone 12 Pro Max
iPhone 12 Pro Max |
|
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Pantalla |
Super Retina XDR |
Procesador |
Apple A14 |
Software |
iOS 14 |
Conectividad y sonido |
5G (sub‑6 GHz y mmWave) |
Versiones |
128 GB |
Cámara trasera |
12 MP f/1.6 26mm OIS |
Cámara frontal |
12 megapíxeles f/2.2 |
Batería |
Carga rápida hasta 20W (cargador no incluido) |
Otros |
FaceID |
Dimensiones y peso |
160,8 x 78,1 x 7,4 milímetros |
Precio |
128 GB: 1.259 euros |
Nuevo Apple iPhone 12 Pro Max (128 GB) - Grafito
Nuevo Apple iPhone 12 Pro Max (256 GB) - Grafito
Nuevo Apple iPhone 12 Pro Max (512 GB) - de en azul pacífico
Diseño: la importancia de la anchura en la era de los móviles grandes
Como ya comentamos en su presentación y sobre todo al hablar del iPhone 12 Pro, el principal cambio en los iPhone 12 es que se vuelve al borde plano y se dice adiós al lateral semicilíndrico. Algo que estéticamente puede gustar más o menos, pero que resulta una vuelta a los (casi) orígenes del producto, cuando se pasó a este diseño de los bordes en el iPhone 4.
Las cámaras traseras mantienen el esquema en triángulo, intercalando el flash y el LiDAR en ese módulo cuadrado con bordes curvos. Yendo al detalle, los cristales de las lentes del iPhone 12 Pro Max sobresalen algo más de su marco metálico que en el iPhone 12 Pro.
El Max hace honor a su apellido al ser el más grande de su clase. Aunque ojo, es menos voluminoso que el iPhone 11 Pro Max pese a ser más alto e incluir una pantalla de mayor diagonal, gracias a que es ligeramente más delgado. Eso sí, pesa dos gramos más.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
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iPhone 12 mini | 131,5 | 74 | 6,42 | 133 | 5,4 | 2.227 | 97,31 | 62,47 |
iPhone 12 | 146,7 | 74 | 7,15 | 162 | 6,1 | 2.815 | 108,99 | 77,62 |
iPhone 12 Pro | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 187 | 6,1 | 2.815 | 104,89 | 77,61 |
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,58 | 92,80 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Es por tanto un móvil grande y pesado, siendo el que más pesa de los principales buques insignia de este año, pero pese a las apariencias es casi el menos voluminoso de éstos. El alargado Sony Xperia 1 II es el más ligero y compacto de éstos, pero a nivel de volumen el Pro Max queda justo entre éste y el resto, siendo sobre todo más altos que el de Apple.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,58 | 92,80 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
Huawei Mate 40 Pro | 162,9 | 75,5 | 9,1 | 212 | 6,76 | 4.400 | 122,99 | 111,92 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10T Pro | 165,1 | 76,4 | 9,33 | 218 | 6,67 | 5.000 | 126,13 | 117,69 |
De hecho, si ya estamos habituados a smartphones de 6,7 pulgadas (y atendiendo a la media de los últimos años no sería de extrañar), el iPhone 12 Pro Max no nos parecerá especialmente grande o grueso, sino ancho (es menos alargado que el resto, por así decirlo). Y esta anchura hace que el agarre sea menos cómodo que los móviles que son más altos pero más estrechos, como el Xperia que comentábamos o el OnePlus 8 Pro.
Aunque lo que más repercute en las sensaciones al agarre en este caso son el peso y los bordes. Como ya nos pasó con el iPhone 12 Pro, creemos que el anterior diseño es más cómodo y ergonómico, si bien es cierto que la funda de cuero es mucho más agradable que la transparente y ayuda a suavizar los bordes (que tampoco es que molesten o se claven).
Pese a ser el más grande de los cuatro iPhone de este año, los botones están igualmente bien ubicados. Hablamos de los dos de volumen, al lado izquierdo junto al del modo silencio (otra marca de la casa aparentemente inmortal) y el botón de encendido, al otro lado. Nada de Touch ID ni ningún otro botón, coronando la parte frontal el Face ID como en el resto de sus hermanos y sin cambios en el tamaño del notch.
En esa muesca se aloja también el auricular y altavoz secundario, que en conjunto con el altavoz principal en la base provee del sonido estéreo del que posteriormente hablaremos. La pantalla se encaja en un marco simétrico verticalmente, con lados del mismo grosor (salvo por el notch). Eso sí, no son especialmente delgados, viendo lo que consigue la competencia, aunque por otro lado la pantalla tampoco tiene curvaturas (algo que solemos celebrar).
La trasera mantiene el acabado mate en el cristal que ya vimos en el iPhone 11 Pro y en el 12 Pro, la cual evita que queden las huellas dactilares. Sí quedan fácilmente en el borde de aluminio, en brillo, aunque por suerte no en las lentes.
En el borde de aluminio vemos también el marcado CE como cambio en la edición de este año, así como el traslado de la bandeja de la nanoSIM al lado izquierdo. Y tanto botones físicos como el puerto Lightning como el resto de elementos de la base quedan perfectamente alineados al centro del borde.
Pantalla: Apple aún no entra en las batallas de hercios ni de "ppp"
Como vimos en el iPhone 12 Pro, la evolución de los paneles había sido bastante contenida y de hecho vemos en el Max una pantalla melliza a la de su hermano menor. Se trata de un OLED Super Retina XDR de 6,7 pulgadas y resolución de 2.778 x 1.284 píxeles, quedando en una densidad de 458 píxeles por pulgadas.
No son ni una densidad ni una resolución competitivas con los más ambiciosos en este sentido, aunque como ocurre con otros móviles de gama alta que quedan en FullHD+, la experiencia es buena en cuanto a nitidez. De hecho, si somos sensibles en cuanto a este aspecto notaremos más definición que en móviles como el iPhone SE (2020) o el OnePlus 8T.
El contraste es adecuado (ratio 2.000.000:1) y también el nivel de brillo, siendo el típico de 800 nits y el máximo de 1.200 nits. A pleno sol la pantalla se ve bien, aunque el pico de brillo no parece activarse en una visualización estándar (red social, etc.) y puede que cuanto más incide el sol el reflejo de la pantalla moleste un poco. Eso sí, el ajuste de brillo automático se porta bastante bien en general, y el brillo mínimo podría ser incluso más bajo.
La pantalla viene calibrada con la temperatura de color algo fría, lo cual puede solucionarse activando el True Tone (iOS nos lo ofrece ya en la configuración preliminar). En nuestra experiencia merece la pena dejarlo activado especialmente si solemos quedarnos con el tema claro, pero aunque logra que quede una temperatura adecuada se pueden echar en falta los ajustes de pantalla que vemos en las capas de personalización de Android.
En ellos vemos también opciones que favorecen la interacción con el terminal, como el levantar para activar, además de lo poco que podemos ajustar a nivel de visualización. Podremos cambiar el tamaño de los elementos (más grandes), del texto y elegir el tema del sistema (claro u oscuro) y si queremos el brillo automático. Pero como vemos, son bastante escuetos si tenemos en cuenta lo que solemos ver en las capas de personalización de Android.
La sensibilidad táctil es adecuada, tanto en modo activo como en reposo (al despertarla), y la visualización es correcta siempre independientemente de los ángulos de visión. Y otro aspecto positivo es que la saturación de los colores está en un nivel también correcto, lo cual se agradece algo más al no poder ajustarlo de manera manual.
Hablando del aprovechamiento del frontal por parte de la pantalla, los iPhone tampoco han ido a batir récords y el Pro Max es la enésima muestra. Con marcos de unos 2,6 milímetros y un notch de unos 7,2 milímetros, la pantalla aprovecha un 87,4% de la superficie frontal según GSM Arena, lo cual encaja en la media actual de los móviles sin curvatura en la pantalla, como el Huawei P40 o el OnePlus 8T.
Eso sí, aunque asépticamente no es una mala cifra, la sensación de “todo pantalla” se consigue menos que en paneles con agujero para la cámara frontal y curvas, como en el Samsung Galaxy S20 Ultra. Aunque a nivel de manejo, visualización (sin sombras laterales) e interacción, suelen dar mejor experiencia las pantallas planas.
Otro aspecto que no hemos comentado es la tasa de refresco, dado que Apple mantiene los 60 hercios de momento en todos sus terminales. Es algo que suele notarse más en los videojuegos y que quizás no sea de importancia para todos los usuarios, de hecho no tenemos por este sentido una mala experiencia con el panel ni penaliza en los scroll, pero cabe recalcarlo al ver que es una tendencia creciente en la industria y que en móviles Android se empiezan a normalizar las tasas de 90 y 120 Hz incluso en gama media.
Rendimiento: sin problemas para mover cualquier tarea
Igualdad de condiciones en todos los nuevos iPhone 12 a nivel de procesador. La marca sigue siendo opaca en el asunto de revelar la RAM, pero sí se dieron detalles sobre el Apple A14 Bionic, el nuevo procesador que ya estrenó el iPad Air (2020).
Este chip es en teoría un 16% más potente que el anterior y además trae consigo el soporte de 5G. Los benchmarks (cuyo resultado veremos a continuación) nos dicen que este móvil también tiene 6 GB de RAM, como el iPhone 12 Pro, que son 2 GB más de lo que vimos en el iPhone 11 Pro Max.
Más allá de números, lo que hemos visto es que el iPhone 12 Pro Max, como el otro Pro, puede con todo y no muestra lag o signos de un hardware insuficiente. Hemos podido jugar, ver contenido multimedia o editar vídeo con iMovie sin problemas y con fluidez siempre, de hecho nos ha sorprendido lo bien que se movía el menú de ‘PUBG’ (muy pesado en general).
A nivel de temperatura, notamos que se calienta menos que el 12 Pro. El calor en la parte trasera empieza a notarse tras unos 7-10 minutos de juego (‘Asphalt 9’, ‘PUBG’, etc.), pero es leve y no llama la atención ni molesta (y con funda es imperceptible). Sí que destaca al recurrir a apps de realidad aumentada, como vimos también en el 12 Pro y en el iPad Pro, por lo que aunque funciona bien posiblemente no convenga estar horas con ese nivel de exigencia al hardware.
Ahora sí, para quienes tomáis los benchmarks como referencia, recordar que en este caso no están disponibles los mismos. De todos modos, os mostramos su resultado y añadimos el de AnTuTu, que sigue disponible en la App Store dando 650.132 en este caso.
iPhone 12 Pro Max |
iPhone 12 Pro |
Xiaomi Mi 10T |
Samsung Galaxy Note 20 Ultra |
Sony Xperia 1 II |
Black Shark 3 Pro |
OnePlus 8 Pro |
Huawei P40 Pro |
ASUS ROG Phone 3 | XIAOMI MI 10 Pro |
||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Apple A14 Bionic |
Apple A14 Bionic |
Snapdragon 865 |
Exynos 990 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Kirin 990 |
Snapdragon 856+ |
Snapdragon 865 |
|
RAM |
6 GB |
6 GB |
6 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
8 GB |
|
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
1.594 / 4.035 |
1.614 / 4.148 |
909 / 3.335 |
872 / 2.463 |
905 / 3.330 |
906 / 3.316 |
885 / 3.136 |
943 / 2.527 |
900 / 3.296 |
892 / 3.224 |
|
3D MARK (SLING SHOT) |
5.517 (Extreme) |
- |
8.362 |
6.311 |
8.885 |
7.330 |
9.448 |
8.726 |
4.074 |
8.747 |
- |
PCMARK WORK |
- |
- |
10.779 |
10.012 |
9.994 |
9.878 |
13.414 |
9.476 |
12.656 |
9.929 |
Software: más madera para amantes de iOS, muy poca para amantes de Android
Aunque el sistema se anuncia en la WWDC (en verano), son los iPhone de cada año los encargados de abanderar la nueva versión de iOS que toque. En este caso, el iPhone 12 Pro Max viene con iOS 14.2, la versión más actualizada del sistema.
Hablamos de ello en los anteriores iPhone y ya comprobamos que era una actualización contenida. El sistema mantiene su interfaz y estructura casi de manera invariable con respecto a lo previo, salvo por dos novedades en la interfaz (y la interacción, en parte):
- La posibilidad de añadir los widgets en la pantalla de inicio.
- La aparición de la Biblioteca de apps como un cajón de apps pre-organizado por el sistema en categorías.
El sistema permite que hagamos algunos de estos ajustes en el pre-load (sobre todo de los de pantalla), partiendo de un surtido de apps preinstaladas que incluyen las utilidades básicas y algunas más de la casa. Podremos eliminarlas si no nos sirven, activando el modo de edición de la pantalla de inicio al pulsar sobre un icono de manera prolongada (o sobre el escritorio).
Al pulsar y mantener sobre una app nos aparecerá el menú contextual que permite esto, así como que podamos priorizar las descargas de las apps que nos interesen. Pero es lo único que podremos ajustar en la pantalla de inicio: tanto la biblioteca como el escritorio son invariables en cuanto a visualización, además de que la biblioteca tampoco permite editar los grupos manualmente.
Hablando de los widgets, con iOS 14 los tenemos tanto en la pestaña Hoy como en la pantalla de inicio, como hemos comentado. Van a depender de que cada app los facilite (propia o de terceros) al igual que las posibilidades de cada uno, el sistema lo que pone son los moldes para encajarlos (y que sean cuadrados 2x2, rectángulos 2x4 o cuadrados 4x4). De momento nos sigue quedando la sensación de que esto se puede explotar algo más, sobre todo el grupo inteligente (que tampoco podemos ajustar demasiado).
En los ajustes del sistema se mantiene el orden y las categorías que habíamos visto hasta ahora, como hemos visto en el resto de iPhone 12 con iOS 14. Aquí no nos importa repetir que en muchas ocasiones no es práctico ni intuitivo que los ajustes propios de una app estén en este menú general y no dentro de cada app, sobre todo con las apps Cámara y Mail (de ésta última además hay acciones enrevesadas, como cambiar la acción al deslizar).
Se mantienen los Atajos, especialmente interesantes si queremos configurar cadenas de acciones automáticas y/o tenemos dispositivos conectados, y la búsqueda ahora tiene ojos tanto en el contenido del móvil como en internet. Siri (ahora más discreta) ha mejorado ligeramente en el entendimiento (que ya era bueno) y lo que más útil nos resulta de las novedades es el traductor, aunque aún faltan idiomas).
Hay alguna novedad más, como el control de sueño del que hablamos al analizar el Apple Watch Series 6, pero en general ha sido una evolución bastante menor del sistema. Si venimos de iOS anteriores lo podremos notar un poco, pero el usuario de Android seguirá viendo la falta de pantalla dividida, escasas opciones de personalización o una app de explorador muy limitada (prácticamente a la nube y apenas local).
Además, el segundo plano en algunos casos (puede ser también por las apps) obliga a tener la pantalla encendida y la app en activa, tal y como ocurre con la subida de archivos a Dropbox o Google Fotos. Eso sí, tiene un buen funcionamiento, sin lag ni errores de ningún tipo.
Biometría
El Face ID sigue abanderando el desbloqueo de los iPhone de rango mayor, quedando el Touch ID en el iPhone SE (2020). Aunque es lo mismo que vimos en el iPhone 12 Pro (y en el resto), en este móvil de pantalla más grande da la impresión de invadir menos el frontal y de ser más pequeño, pero es exactamente la misma tecnología.
El Face ID pide un doble registro de nuestra cara, permitiendo añadir aspectos alternativos. Como hemos comentado en el resto de iPhone 12, la mascarilla evita la acción del Face ID y esto no podrá considerarse un aspecto alternativo, de modo que como ya matizamos la actualización de iOS sobre esto lo que ocurre es que se acelera la aparición del teclado numérico para marcar el código de desbloqueo.
Eso en teoría, porque en la práctica esto sigue siendo lento: el código debería aparecer antes, al menos un segundo y medio. Los trucos que podamos usar lo único que harán es reducir el grado de seguridad que uno de los puntos fuertes de los móviles de Apple ofrece (con respecto al resto de sistemas de reconocimiento facial, así que tampoco es algo demasiado recomendable. Dejando esto a un lado, el reconocimiento se produce incluso en la oscuridad y es muy rápido.
Cámaras: las mejores cámaras en un iPhone de 2020, pero por poco
Es un hecho: la guerra de los megapíxeles se ha avivado con el establecimiento de sensores de 48, 64 e incluso 108 megapíxeles, y viendo que los procesadores ya se preparan para los 200 megapíxeles. Pero otro hecho es también que ni Apple ni Sony han entrado ahí (en sus móviles).
Como el iPhone 12 Pro, el iPhone 12 Pro Max integra tres cámaras traseras y un escáner LiDAR, las tres con un sensor de la misma resolución: 12 megapíxeles. De hecho, es la resolución también del sensor de la cámara frontal. Así queda la composición de cámaras y las características de sus ópticas:
- Principal: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/1.6 (longitud focal de 26 milímetros) y estabilización óptica de imagen Sensor-Shift.
- Gran angular: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/2.4 (longitud focal de 13 milímetros) y campo de visión de 120 grados.
- Teleobjetivo: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/2.2 (longitud focal de 65 milímetros), estabilización óptica de imagen y zoom óptico de 2,5x.
- Cámara frontal: sensor de 12 megapíxeles con lente con apertura f/2.2
¿Por qué tiene este iPhone mejores cámaras que el Pro sin "Max"? Bueno, esto puede ser así pero con matices. Las cámaras son casi un calco, pero en el caso de este Pro Max el teleobjetivo da un zoom óptico algo mayor, de 2,5x (frente a los 2x del iPhone 12 Pro). Apple sigue comedida en lo respectivo al zoom óptico con respecto a la competencia, que vemos empezando a colocar zoom ópticos 5x incluso en la gama media.
Hablando de las diferencias entre los dos Pro también las vemos el Sensor Shift, una tecnología para la estabilización de imagen en la que es el sensor lo que se mueve para evitar las imágenes o vídeos movidas. Además, no tenemos las dimensiones del sensor, pero la compañía habla de que el tamaño del sensor principal del iPhone 12 Pro Max es un 47% mayor que los modelos previos, de hecho los píxeles son de 1,7 µm mientras que en el 12 Pro son de 1,4 µm. Y con esto queda la promesa teórica de captar más luz.
El resto de características coinciden entre ambos modelos, así que a priori cabría esperar resultados muy parecidos, quizás con mejoras de noche y en condiciones de baja luz (así como al hacer zoom). Por su parte, la cámara frontal también dispone de modo noche, Deep Fusion, grabación de vídeo HDR Dolby Vision y estabilización electrónica de vídeo, estando bastante a la par en cuanto a funciones que las traseras.
App de cámara
La app de iOS se ha mantenido con respecto a las anteriores versiones en cuanto a su interfaz sencilla y minimalista y esos ajustes que, como antes recordábamos, no están en la app. Es una app intuitiva y bastante fiel al hardware, aunque más sencilla que lo que se suele ver en Android (sobre todo de cara a las posibilidades de ajustes manuales en el disparo).
El HDR podrá ser automático (Smart HDR desde los ajustes) o manual, y este botón aparecerá o no según esto junto a los de Live Photo y Flash en el modo de fotografía. Aparecerán más botones si desplegamos la barra, y como es habitual podremos cambiar de lente con un acceso directo dentro de la visualización del encuadre o bien de manera gradual, tanto en fotografía como en vídeo.
Las pestañas de la app no son editables y no hay ni pestaña “Más” ni la de modo Pro o manual. El retrato sigue ofreciendo la opción de elegir la apertura y una de las novedades es que el modo noche también actúa en el modo retrato, también en la frontal y en el gran angular, aunque su habilitación depende del sistema en primer lugar siempre.
En el modo de vídeo podremos ajustar la resolución y los frames por segundo sin irnos a los ajustes. Lo que podremos configurar allí es si queremos la grabación en HDR/Dolby Vision, que vendrá activada por defecto.
En general es una app correcta y funciona muy bien. Lo que quizás se pueda echar de menos son añadidos para los usuarios más exigentes, como más controles manuales, el histograma o el focus peaking, pero por lo demás funciona muy bien y responde a lo que de manera tradicional siempre ha parecido buscar la marca: clic y resultado.
Cámaras traseras
Por lo que comentábamos al hablar del hardware de las cámaras, hay poco cambio entre el iPhone 12 Pro y el 12 Pro Max. Casi los mismos timones para un mismo mar de procesado, así que esperábamos resultados muy parecidos y así ha sido en la mayoría de ambientes.
En automático vemos fotografías con una buena colorimetría, interpretación de iluminaciones y sombras y detalle. El procesado de Apple es de los menos agresivos a nivel de nitidez y de los más realistas, aunque de noche y en la frontal veremos que el balance de blancos es a veces demasiado cálido.
El HDR va a compensar en la mayoría de los casos, sobre todo en contraluces. Hay bastante diferencia cuando en este caso tenemos el sol o el principal foco de luz dando con más intensidad, siendo un seguro para evitar cielos quemados y recuperar más rango de colores del mismo.
Habrá casos en los que no veremos apenas diferencia, sobre todo cuando no suponga un reto como en el anterior caso. Eso sí, en escenas con luz media-baja como el ocaso o el amanecer la aplicación del HDR podrá dar escenas algo más subexpuestas que en automático. Si somos exigentes en este sentido, lo que podemos hacer es dejarlo en Smart HDR salvo en este escenario, si no en general nos compensa dejar el Smart HDR siempre.
Donde más vemos sufrir a estas cámaras es en días nublados y de noche, especialmente con el gran angular. En el primer caso veremos que incluso con HDR puede descompensar ligeramente la exposición (obteniendo instantáneas y vídeos ligeramente sobreexpuestos, sin quemar) y en el segundo caso la pérdida de nitidez es acusada en comparación a las otras dos cámaras, estando de día más igualada.
Dejando esto a un lado, el gran angular da buen resultado. Compensa dejar activada la corrección de curvatura que comentábamos, y lo que puede destacarse es que no hay diferencias en exposición, colorimetría, balance de blancos y rango dinámico con respecto a la cámara principal.
El teleobjetivo da muy buen resultado, pero eso: como mucho a 2,5x. Podrá ser suficiente o no según las preferencias de cada uno, pero en general da instantáneas muy detalladas incluso en interiores y de noche.
Fotografía nocturna
Hablando de la noche, aquí hay algo más de tela que cortar porque queríamos ver qué tal quedaba junto al iPhone 12 Pro y analizar las teóricas mejoras. En general no vemos que haya un salto determinante o llamativo, pero sí algunas diferencias.
El iPhone 12 Pro Max per se cumple en la fotografía nocturna hablando sobre todo de la cámara principal y el tele, pecando de fotos demasiado cálidas si la propia iluminación del entorno ya lo es (las típicas farolas anaranjadas), pero sin que tampoco se desvirtúe el resultado, haciendo una mejor gestión del balance de blancos con iluminación más fría. Sobre todo vemos que se salvan bastante del ruido, y en la estándar y el tele vemos que los contornos están bien defendidos, algo que no se ve en el gran angular.
El modo noche logrará sobre todo un extra de exposición, en ocasiones no necesario. Normalmente no nos ofrecerá exposiciones largas, entre 1 y 2 segundos (porque casi siempre hay algo de luz ambiental), pero habrá veces que nos compense desactivar este modo para que no quede demasiado postizo. Eso sí, en el gran angular compensará siempre activarlo (cualquier ayuda es poca hablando de esta lente de noche).
Comparando fotografías entre uno y otro móvil mellizo, vemos que no hay una victoria permanente del iPhone 12 Pro Max y que depende del escenario, pero sí suele dar algo más de definición y rango dinámico. Veremos que en algunos casos el balance de blancos es más correcto en el iPhone 12 Pro que en el Max, aunque en la hora azul la saturación es más correcta y realista en el Max y éste puede mostrar un mayor rango dinámico.
En el modo noche veremos que están mucho más empatados (probablemente al tomar las riendas el software), aunque el iPhone 12 Pro Max consigue fotos algo más estabilizadas.
Modo retrato
El retrato con un iPhone puede dar muy buenos resultados y el sensor LiDAR es un añadido que en principio ayuda a crear el mapa de profundidad, pero pese a que Apple nos fuerza a que le dejemos a ella los mandos siempre no obtendremos los mejores resultados dejándonos llevar. Veamos por qué.
Como hemos detallado antes, la cámara principal tiene una lente principal con apertura f/1.6. A grandes rasgos podemos decir que cuanto mayor es esta apertura (número más pequeño), mayor es el desenfoque natural que obtendremos con respecto al objeto principal.
Por eso en el modo retrato vemos que podemos ajustar un valor mayor o menor de apertura y que cuanto el número es (aparentemente) mayor, menor es el desenfoque. Es decir, veremos más bokeh en f/2.2 que en f/16.
El valor f/1.6 en móviles no es muy habitual y es de las aperturas mayores que vemos, con el permiso de HONOR y su f/1.4 en el Honor 20 Pro. Y gracias a esto el desenfoque natural no sólo es adecuado, sino que perfectamente válido para obtener retratos de elementos en primer plano de calidad mucho mayor a la que se obtiene con el modo retrato.
Además, veremos que el iPhone 12 Pro Max puede tener problemas en el recorte cuando usamos el modo retrato que sin embargo no ocurren con apps de terceros, como Halide. De ahí que cuando intentemos los retratos en este iPhone 12 (y en otros) convenga tantear qué nos conviene más si vemos que los contornos no se salvan demasiado o que tampoco queda como queremos al reducir la apertura (y el bokeh).
En cuanto al retrato nocturno, la diferencia entre un iPhone 12 Pro y otro tampoco es algo firme, hablando de recorte y de definición del primer plano. Poniéndolo difícil vemos que el Pro Max puede llegar a definir algo más el primer plano, pero cuando la luz es más abundante no hay una superioridad clara del Max.
Por otro lado, se mantienen los efectos de luz y no vemos que haya progresión en este sentido. Como viene ocurriendo desde su implementación, convendrá que favorezcamos el disparo con el punto de luz, sobre todo hablando de los que sustituyen el fondo, de modo que el recorte pueda ser más acertado y se logre simular mejor la condición seleccionada.
Cámara frontal
La cámara frontal es la misma que la del iPhone 12 Pro, así que como cabría esperar aquí no hemos visto evolución. Este móvil mantiene ese tono cálido que llevamos viendo desde el el iPhone x que sobre todo en interiores (a excepción del iPhone SE (2020)) no juega a favor de la inyección de realismo que caracteriza a las cámaras frontales de la marca de manera histórica, pero aun así se mantiene.
Así, aunque podría tener un resultado más natural, las fotografías son buenas y logran estar a la altura sobre todo en exteriores bien iluminados, ambiente en el cual logran un balance de blancos más acertado. El contraste también es adecuado y sobre todo destaca el nivel de detalle, con una colorimetría también acertada y sin sobresaturación.
Si tenemos el HDR configurado en manual, veremos que compensa dejarlo activado para salvar lo que de otro modo serían cielos quemados. Además, se mantiene la opción de mayor angular que se activa automáticamente cuando alejamos el móvil.
El modo retrato tiene un recorte menos sutil que el de las cámaras traseras, pero suele acertar y ser bastante rápido. Veremos que le cuesta más recortar el pelo en luz baja-media o en contraluces, y los efectos de iluminación siguen resultándonos algo postizos, casi como si se aplicase un modo de belleza en vez de jugar con la iluminación.
De noche será cuando veamos con facilidad un balance de blancos demasiado cálido (sin estropear la foto) y como cabría pensar una pérdida de nitidez asociada a las condiciones. No obstante, el nivel de detalle es más que correcto en esta situación, aunque ojo con la activación automática del modo noche porque el disparo es más lento (y tendremos que aguantar un segundo o los que sean para que no salga la imagen movida).
Vídeo
En vídeo vemos que los días nublados también son casi el mayor reto, aunque aún así el resultado es muy bueno y la estabilización sigue siendo espectacular. Es una suavidad y fluidez que desde luego destaca hablando de vídeo con móviles.
La definición es correcta sobre todo cuando la iluminación es favorable, aunque siempre tendremos algo más lógicamente si optamos por 4K. Pero en ambos casos, y en todas las lentes, se mantiene la naturalidad de los colores y el buen rango dinámico, así como un correcto ajuste del balance de blancos.
Podremos saltar de una lente a otra en casi todos los casos, exceptuando la toma a 4k y 60 frames por segundo, en la cual aunque aparece el acceso en la pantalla no permite saltar a gran angular. El salto es bastante suave, sin temblores o fundidos a negro.
La lente gran angular vuelve a ser la que más afloja, sobre todo de noche y/o a 60 fps. El tele, por el contrario, da buen resultado como en fotografía. Aunque lo que hemos notado es que al pasar al teleobjetivo la captura de audio empeora ligeramente, como si se obstaculizase físicamente la entrada del micrófono.
De noche será cuando más convenga tirar de 4K. Ganaremos en nitidez e incluso en la disminución del ruido.
En cuanto a la cámara frontal, veremos un resultado parecido a la fotografía en cuanto a interpretación de los colores y de iluminaciones y sombras. La estabilización (electrónica) da buen resultado, aunque podemos ver colores algo apagados en días nublados y atardeceres.
De noche veremos que es cuanto más decae la calidad y también convendrá que optemos por el 4K. De hecho, en general es la resolución que mejor salvará las tomas.
Autonomía: el punto que tenía que destacar
Una de las premisas para decantarse por este iPhone y no por uno de menor tamaño suele ser la batería: la autonomía no es algo de lo que los teléfonos de Apple puedan presumir por sus medias totales en general, aunque como solemos ver suele ser mayor de lo que podríamos pensar viendo el dato de los miliamperios por hora. Un dato que Apple no hace público, pero que atendiendo a la “cirugía” de Kaputt es de 3.867 mAh.
Como solemos recordar, la capacidad de la batería no es lo único que predetermina su autonomía media, teniendo relación otros componentes de hardware y la optimización del software, así como por supuesto el uso. En este caso, hemos obtenido una autonomía media de 26 horas, y según las estadísticas propias del sistema los promedios de pantalla encendida y apagada son de 4 horas y 39 minutos y 1 hora y 30 minutos, respectivamente.
Se nota con respecto a lo que vimos en el 12 Pro, que casi daba un paso atrás con respecto al 11 Pro, y se traduce en que cargamos el móvil una vez al día con margen de sobra, llegando en ocasiones a las 29 horas de autonomía si no jugamos o no vemos demasiado contenido multimedia. La autonomía más corta que hemos registrado ha sido de 24 horas, que no destaca pero tampoco se queda corta.
Otro asunto es el de la carga. Como recordábamos en el iPhone 12 Pro, no sólo se dice adiós al cargador de 18 W del que celebramos en el iPhone 11 Pro, sino que en este iPhone 12 Pro Max no se incluye ningún cargador, únicamente el cable Lightning-USB tipo C (dado que en los iPhone aún vemos el conector propio del fabricante).
Argumentó Apple que hay ya demasiados cargadores en el mundo (tal y como dijeron en la presentación: “más de 2.000 millones de cargadores” y “sin contar con los adaptadores de terceros”) y que con este movimiento se reducen “las emisiones de carbono y la minería de materiales que se utilizan para estos productos”. Además, la caja es más pequeña y así en teoría se reducen las emisiones de carbono en la logística (según la marca, caben hasta un 70% más de cajas en un palé)
Esto es algo que no puede percibir el nuevo usuario, que puede encontrarse sin un cargador compatible de buenas a primeras tras comprar su iPhone. De modo que, al tener que adquirir un cargador puede suponer un sobrecoste personal (y aunque Apple en teoría se lo haya reducido al planeta, el que compremos también tendrá su huella de carbono).
Recordado esto, en Xataka hemos podido probar afortunadamente varias opciones de carga. Os las resumimos, pero cabe recordar que aunque se haya incorporado el MagSafe no vemos las cargas rápidas que desde hace tiempo se acomodan en Android.
- Carga con el MagSafe conectado al cargador Apple de 18 W: 3 horas y media.
- Carga con cable (cargador Apple de 12 W): 2 horas y 50 minutos.
- Carga con cable (cargador Apple de 18 W): 2 horas y media.
- Carga con cable (cargador Apple de 5 V): 4 horas y media.
Así, la mejor experiencia se tiene con el cargador que darían si no se hubiese cambiado la política, el de 18 W, si bien el MagSafe es bastante cómodo y el dispositivo se calienta bastante menos que vía cable. Está claro que los iPhone de momento no pueden (quizás no quieren) competir en carga rápida.
Sonido: el toque mágico se mantiene
¿Da el iPhone 12 Pro Max la misma experiencia que el iPhone 12 Pro en un recipiente más grande? Sí, y esto son buenas noticias.
En cuanto a lo que ofrece, ni rastro del minijack de audio que los móviles de Apple perdieron desde los iPhone 7. Lo que sí se conserva es el sonido estéreo, gracias al altavoz principal de la base y al auricular alojado en el notch.
En cuanto a la calidad de este sonido, el desempeño de todo el espectro de frecuencias es correcto y encontramos un sonido de alta calidad y bien ecualizado. Los graves y agudos están bien compensados y el rango dinámico es correcto.
En términos de volumen, en nuestras pruebas hemos detectado hasta 106 decibelios en la salida del altavoz principal, con lo que el sonido ambiental quedaba entre 77 y 79 decibelios hablando del volumen máximo. Siempre convendrá no llegar a este punto por la distorsión que suele haber en general y de lo que no se salva, aunque tampoco se deforma demasiado el audio. Pero siempre tendremos mejor experiencia en torno al 50% y es más que suficiente para tenerlo de centro multimedia en una habitación (unos 60 decibelios ambientales).
iOS 14 no trae ningún extra en cuanto al ajuste de sonido, sin ver ecualizador o alguno de los pluses que solemos ver en las distintas capas de personalización de Android. Por suerte, como hemos comentado no es algo que se eche de menos ni por potencia ni por calidad, pero cabe recordarlo.
El sonido con auriculares mantiene lo experimentado con los altavoces externos, con la ventaja del aislamiento y proximidad inherentes a los audífonos con respecto a éstos últimos. Hemos probado tanto auriculares circumaurales como intraurales, inalámbricos y con cable, y la calidad y el rango dinámico se mantienen.
iPhone 12 Pro Max, la opinión de Xataka
La dicotomía con el iPhone Max de cada año es la misma y cada vez parecen tomar uno de los caminos: ¿hacer los modelos iguales, salvo por batería y pantalla, o aplicar alguna otra diferencia? ¿Que el comprador más exigente decida únicamente por el tamaño o que sacrifique precisamente esta preferencia por optar a lo más completo/menos caro?
Estrictamente hablando, este año ha sido la segunda opción: modelos algo más diferenciados hablando del Pro y el Pro Max. Pero quizás esa diferencia con la cámara no es tan sustancial como para que se opte por el iPhone más grande y costoso, y sí lo puede ser la batería (que iba a ser más grande casi por castigo).
Nos parece que el iPhone 12 Pro Max es un móvil completo, actual y que funciona muy bien. Es grande, pero viendo los números no está tampoco muy distanciado de los móviles con pantalla de diagonal similar o equivalente.
Quizás represente un reclamo más claro que el iPhone 12 Pro, eso sí, aunque viendo las propuestas de la competencia y que los 12 Pro no han experimentado un gran salto con respecto a los 11 Pro, nos parece que el que puede ser uno de los rivales más cercanos a batir está en casa propia: el iPhone 12 mini.
9.2
A favor
- La estabilización en vídeo sigue asentando cátedra en móviles.
- El acabado mate de la trasera no resbala y no se ensucia.
- La calidad del audio está a la altura de lo esperado (y no es poca).
En contra
- El hecho de que sea más ancho a proporción de otros móviles hace que sea algo menos cómodo (también por el peso).
- Se echa de menos zoom óptico de más aumentos, un gran angular con mejores resultados de noche y una cámara frontal sin ese toque cálido en el balance de blancos.
- iOS es completo, pero sigue sin ser un sistema para todos los gustos, especialmente si vienes de Android.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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