Uno de los protagonistas del MWC 2019 ha sido el móvil de Energizer con 18.000 mAh de batería, A.K.A. "el ladrillo". Su batería no es extraíble, algo que a estas alturas no debería ser una sorpresa para nadie: en pocos años hemos visto cómo los teléfonos con baterías extraíbles han pasado de norma a excepción, y los pocos que quedan se reducen sobre todo a gamas de entrada o dumbphones.
Esto no es un cliché, o un cálculo a ojo: hemos usado los datos de los 7.973 teléfonos presentados entre 2003 y el momento de publicar este artículo para constatar esta caída, que comenzó a acentuarse en 2012 y se consolidó en 2016, primer año de la historia en el que se presentaron más terminales con batería integrada que extraíble.
Vertu y Apple, con vosotros empezó todo
Hemos iniciado la gráfica en 2003 porque entonces aún faltaba para que apareciesen los primeros terminales con baterías soldadas en lugar de extraíbles, pero realmente entre el 2000 y el 2008 tan solo hubo cinco móviles con batería no extraíble: el Vertu Ascent Ti, el Vertu Signature S, el Vertu Constellation 2006, el iPhone original y el iPhone 3G. Vertu, por si hay algún despistado, fue el extinto fabricante de teléfonos de lujo con joyería incrustada.
Para los años posteriores esta presencia creció ligeramente, y en 2011 empezó a verse un aumento mayor que terminó de estallar en los años posteriores. Casi todos los fabricantes acabaron adoptando el formato de baterías fijas, primero en terminales de gama alta y más tarde generalizándolo al resto de su catálogo.
En 2018 los terminales con batería extraíble solo suponían el 8,57% del total de los presentados. De 2019 solo llevamos un par de meses, pero también un MWC a la espalda: de los 97 móviles anunciados en lo que llevamos de año, solo 6 resisten con este formato. Poco más del 6%. Salvo giros inesperados, la tendencia a la baja continuará.
Algunos de los terminales de este tipo que han sido presentados en 2018 y en lo que llevamos de 2019 son el Galaxy J4, el humilde Nokia 1, el Moto E5 Play o algunos teléfonos de fabricantes como Blu, Micromax o Meizu, así como dumbphones varios.
Otra curiosidad que nos deja la primera gráfica es que en 2014 se tocó techo en cuanto a lanzamientos de nuevos modelos de teléfonos (tanto smart como no smart), cuando fueron anunciados 748 modelos distintos. Desde entonces ese número ha ido disminuyendo y 2018 terminó con 420 modelos, una caída (¿o consolidación?) de más del 40%.