🇨🇴En nuestro WhatsApp siempre hay algo bueno📲

7 razones a favor y 7 en contra del adiós de Apple al conector de 3,5 mm: ¿quién gana y quién pierde con esta decisión?

Quedan pocas horas ya para se conozcamos al fin a los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus de Apple. Las filtraciones y rumores previos al evento han hecho que esperemos pocas sorpresas de este evento, y si hay una cuestión que sigue y seguirá generando debate, esa es la de la más que probable eliminación del conector de 3,5 mm para auriculares. El futuro por lo tanto estaría en auriculares que se podrían conectar por cable a través del puerto Lightning, y de forma inalámbrica a través de la tecnología Bluetooth.

A Apple no le suele temblar el pulso a la hora de dejar atrás estándares que considera que ya no tienen sentido. Ocurrió con los lectores de DC/DVD y también con la legendaria disquetera. La polémica vuelve ahora y muchos creen que deshacerse de ese conector no tiene mucho sentido, pero lo cierto es que hay argumentos poderosos en ambos extremos del debate: ¿Cuáles son los potenciales pros y contras de esa decisión?

Argumentos a favor

Apple tiene muchas buenas razones para deshacerse del conector de auriculares de 3,5 mm que nos ha acompañado casi durante cuatro décadas. Algunas seguramente las esgrima durante la presentación, mientras que otras serán tan solo secretos a voces. Esos argumentos podrían ser los siguientes:

  1. Un iPhone más delgado: fue una de las primeras razones que se dieron para este tipo de decisión, y de hecho hace meses que comentábamos que nos parecía un argumento débil a la hora de justificar una decisión tan importante. Puede que efectivamente deshacerse de este conector ayude a ganar algo de espacio para otros propósitos, pero dudamos que los iPhone futuros sean mucho más delgados: es probable que en cualquiera de ellos pudiera seguir incluyéndose este conector.

  2. Resistencia al agua y al polvo: depender de un conector Lightning hace plausible la idea de contar con un iPhone más resistente al agua y al polvo. La firma de Cupertino nunca ha presumido especialmente en este ámbito, y de hecho la empresa que más ha aprovechado ese argumento, Sony, siempre ha especificado ciertas condiciones muy concretas para poder usar sus terminales bajo el agua. Sea como fuere, eliminar el conector sin duda ayudaría a la hora de mejorar en ese apartado.

  3. Plataforma DRM: Apple probablemente no lo mencione, pero ya hemos visto como Intel ha propuesto también dar el salto al puerto USB-C para conectar auriculares a través de una especificación llamada USB-C Digital Audio que permitiría entre otras cosas implantar una plataforma DRM en los auriculares. Es cierto que Apple ofrece música libre de DRM desde hace años en su iTunes, los modelos de suscripción actuales de servicios como Spotify podrían ver con buenos ojos esa ocpión.

  4. Más control del hardware: si algo le gusta a Apple es tener el control sobre todos los detalles que afectan a sus dispositivos. Pasar de un conector universal a uno propietario es algo que seguramente los responsables de la firma verán con muy buenos ojos. Los potenciales royalties por usar ese conector y licencias para que los fabricantes de auriculares puedan usar dicha tecnología -y lo hagan con los estrictos requisitos de Apple- pueden ser interesantes para ingresar aún más dinero en este ámbito.

  5. Mejor que protestemos ahora y no el año que viene: muchos apuntan a que Apple no está esforzándose este año demasiado porque es el año que viene, en el décimo aniversario del iPhone, cuando echará toda la leña en el asador. Tomar la decisión de quitar el conector de 3,5 mm ahora es bueno porque se libran de esa polémica el año que viene, en un modelo que obviamente tampoco lo tendrá y del que ya no podremos "quejarnos tanto" porque será "un problema del año pasado". Eso podría hacer de los modelos del año que viene unos productos aún más redondos para los usuarios, un poco olvidado ya el debate del conector de 3,5 mm.

  6. ¿Mejor sonido, más potencia?: será interesante ver qué tiene que decir Apple al respecto en el evento, porque aunque algunos presuponen equivocadamente que un puerto Lightning puede ofrecer más calidad por el hecho de poder soportar un gran ancho de banda de datos. Sin embargo lo que le llega a nuestros oídos a través de los auriculares es siempre una señal analógica que se encarga de generar el DAC. Es en este componente y en el amplificador donde está el verdadero secreto de la calidad del sonido, y ahora los fabricantes podrán integrarlos en los propios auriculares para ofrecer dispositivos realmente notables. El iPhone tendrá que tener su propio DAC, no obstante -si no dejaría huérfanos a los altavoces del dispositivo- así que veremos cómo nos convencen tanto Apple como los fabricantes en este sentido.

  7. Firmware actualizable: los auriculares Lightning podrían ser actualizables por software, lo que haría que fuera posible mejorar algunas de sus prestaciones fácilmente como en otros dispositivos digitales que también corrigen defectos y añaden funcionalidades gracias a ese tipo de actualizaciones de su software interno.

Argumentos en contra

No todo son ventajas, desde luego. No hablamos ya solo de la resistencia al cambio que tenemos todos los seres humanos, sino de cuestiones prácticas y técnicas que hacen que la decisión de Apple tenga en su contra diversos argumentos. Pasemos a repasarlos:

  1. La maldición de los adaptadores: es probablemente cierto que podrás seguir usando tus auriculares de 3,5 mm en los nuevos iPhone, pero para ello necesitarás un adaptador. Es también probable que Apple incluya ese adaptador en la caja de los nuevos iPhone 7 y iPhone 7 Plus, pero eso no quita para que la necesidad del adaptador haga más incómodo el uso de nuestros auriculares. Será fácil que nos olvidemos del adaptador o que lo perdamos, así que aquí Apple podría asegurarse los ingresos extra por la compra de este accesorio obligado para los que quieran seguir aprovechando sus viejos cascos.

  2. Auriculares más caros: que los auriculares puedan integrar su propio DAC puede ser una gran noticia para la calidad y potencia del sonido, pero no para su precio. Estos componentes son especialmente complejos e imponen un sobrecoste importante, algo que es fácil de comprobar cuando vemos cómo el mercado de los DACs portátiles -los Drafonfly de Audioquest son un buen ejemplo- estos dispositivos no bajan de los 100 euros en modelos populares. Habrá de todo, seguro, pero si queréis más calidad, como sucede como hasta ahora, tendréis que pagarla... y probablemente cueste algo más de lo que costaba con auriculares tradicionales de 3,5 mm.

  3. No te olvices de tus "viejos" auriculares: otro de los problemas de usar Lightning para los nuevos auriculares con cable de los iPhone está en el hecho de que no nos servirán para otra cosa. Puede que Apple integre este conector en sus futuros Mac -esa podría ser una novedad interesante si hay evento al respecto este octubre, como apuntan los rumores- pero lo cierto es que todos los usuarios actuales de equipos de sobremesa o portátiles de Apple (o de cualquier otro fabricante) no podrán usar esos cascos Lightning en sus equipos. A no ser, claro, que Apple ofrezca un adaptador "inverso" para poder conectar los auriculares Lightning en un puerto de 3,5 mm. A imprimir dólares Apple, ya se sabe.

  4. ¿Cuándo cargo mi iPhone?: puede que el problema no sea tan grave la mayoría de las veces, pero es lógico asumir que solo tendremos un puerto Lightning que podremos usar o bien para escuchar música con estos auriculares -repetimos, siempre hablando de auriculares alámbricos- o bien para cargar el dispositivo y transferir datos. No podremos hacer las dos cosas a la vez, algo que puede ser un problema en muchas situaciones. Aquí de nuevo surge la posibilidad de que Apple ofrezca adaptadores (un cable Lightning en Y, quizás) o algún Dock para la mesa del despacho de forma que podamos solventar el problema fácilmente. Más dólares Apple.

  5. Millones de auriculares acabarán en la basura: si como todo parece Apple incluye unos auriculares Lightning con sus teléfonos -aunque sean básicos-, es probable que millones de usuarios abandonen sus "viejos" auriculares con conector de 3,5 mm en el cajón. El problema se agravará con el paso del tiempo, porque lo lógico es que la industria ofrezca cada vez más catálogo de auriculares Lightning y menos de los que usan el conector de 3,5 mm. Eso generará más y más auriculares guardados en el cajón, pero en algún momento estos acabarán en la basura o, como mucho, en algún punto limpio. Como indicaban en una petición en contra de esa decisión, la cantidad de residuos generados puede ser asombrosa. Algo curioso teniendo en cuenta que Apple suele distinguirse por (y presumir de) su respeto al medio ambiente en muchos ámbitos.

  6. Es el momento de pasar a auriculares Bluetooth: si olvidamos el hecho de que cambia el conector, algunos auguran que este podría ser el empujón definitivo para que los auriculares inalámbricos que funcionan vía Bluetooth por fin ocupen la posición que merecen. No queda nada claro que unos auriculares Bluetooth puedan ofrecer una calidad superior a unos alámbricos, pero aun en ese caso, no era necesario deshacerse del conector de 3,5 mm para justificar eso: los auriculares BT pueden utilizarse desde hace años en nuestros dispositivos móviles, aunque para algunos este estándar sea absolutamente odioso. Pero ahí está, así que ese argumento de "poder utilizar auriculares Bluetooth" tampoco tiene demasiado peso.

  7. Consumo de batería: si como parece muchos auriculares Lightning -y Bluetooth- cuentan con sus propios DAC y AMP, tenemos un pequeño problema. Esos componentes consumen energía que en este caso les llegará de una fuente: nuestro iPhone. Eso implica que la autonomía de estos dispositivos se acortará de forma sensible, y aunque no podemos asegurar qué impacto tendrán estos accesorios en ese ámbito, tened por seguro de que alguno tendrán.

Quién gana y quién pierde en un mundo en el que Apple se deshaga del conector de 3,5 mm

Los argumentos a favor y en contra dejan claro que aquí hay ganadores y perdedores en casi todos los sentidos. Apple no toma este tipo de decisiones a la ligera, y el impacto de esta decisión no solo se notará en la industria que rodea al iPhone, sino también en la industria del resto de fabricantes de dispositivos electrónicos, tanto en el ámbito de la telefonía móvil como en el de la electrónica de consumo, profesional, o la alta fidelidad.

¿Quién gana con el adiós al conector de 3,5 mm? Puede que los usuarios ganen calidad y potencia de sonido (si se gastan dinero en unos buenos auriculares con un buen DAC&AMP), así como control sobre las preferencias del audio en temas como la ecualización, que podría llegar a ser más fina y potente. Los fabricantes de auriculares seguramente también puedan aprovechar la decisión de Apple para crear nuevos catálogos y lanzar productos que seguramente aprovechen estas ventajas para que los precios medios suban.

La gran ganadora con la decisión es Apple. Por ese control sobre su propio estándar, por ese control sobre las licencias, y por todo el dinero que le aportarán ese nuevo segmento de accesorios que rodearán al iPhone en materia de sonido.

¿Quién pierde? Como hemos dicho, los usuarios tendrán que ir olvidándose de sus auriculares de toda la vida, y también tendrán que afrontar problemas referentes al consumo de batería o a la carga de sus dispositivos si quieren escuchar música. Los fabricantes se encontrarán además de repente con un enorme stock de auriculares que aún harán uso de conectores de 3,5 mm en los que cada vez menos gente podría estar interesada.

En Xataka | No necesitamos un iPhone más delgado

La que no pierde nada, lógicamente, es Apple.

Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co

VER 0 Comentario

Portada de Xataka Colombia