Pese a que su CEO parece incapaz de pasar una semana sin crear un nuevo escándalo, pese a que las cifras de su camión no cuadran y pese a que se acumulan los cuestionamientos sobre las promesas incumplidas y los peligros cada vez más concretos asociados a su Cybertruck, no es posible negar que Tesla ha tenido un año objetivamente bueno -quizá muy bueno- en el frente de las ventas.
Pero ese año tendrá, por necesidad, un epílogo no tan bueno, por cuenta del cuestionable enfoque de la firma al tema de la tecnología de conducción autónoma.
La cosa es así: el software de asistencia de dos millones de automóviles Tesla -que según observadores de la industria son prácticamente todos los Tesla- deberá ser actualizado de urgencia, en virtud de la orden del regulador de seguridad automotriz de EE. UU., que tras una prolongada investigación halló que algunos de los sistemas de piloto automático instalados en los vehículos de la fabricante “no hacen lo suficiente para evitar el uso indebido” y deben repararse de inmediato.
En otras palabras, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) halló que la función de asistencia al conductor de todos los Tesla no es adecuada para mantener a los conductores atentos e involucrados y podría, por tanto, dar lugar a un uso indebido previsible.
Una solución 'por aire'
Un portavoz de la NHTSA declaró el miércoles: "La tecnología automatizada es muy prometedora para mejorar la seguridad, pero solo cuando se implementa de manera responsable".
Elon Musk, propietario y CEO de Tesla, dijo que la firma enviará una actualización "por aire" para solucionar el problema. En otras palabras, Tesla se propone arreglar el asunto con software y evitar que dos millones de carros visiten un concesionario, pero eso no evita que la NHTSA siga refiriéndose a la medida como un ‘recall’.
Esto es lo que la agencia reguladora dice que implica:
Sin costo alguno para los clientes, los vehículos afectados recibirán una solución de software inalámbrica, que se espera que comience a implementarse en ciertos vehículos afectados el 12 de diciembre de 2023 o poco después, con la versión de software 2023.44.30. El resto de los vehículos afectados recibirán una solución de software inalámbrica en una fecha posterior. El remedio incorporará controles y alertas adicionales a los ya existentes en los vehículos afectados para alentar aún más al conductor a cumplir con su responsabilidad de conducción continua cada vez que se active la asistencia, lo que incluye mantener las manos en el volante y prestar atención a la carretera.
Dependiendo del hardware del vehículo, los controles adicionales incluirán, entre otros, aumentar la prominencia de las alertas visuales en la interfaz de usuario, simplificar el acoplamiento y desacoplamiento del modo automático, comprobaciones adicionales al activarlo y mientras se utiliza la función fuera de las autopistas de acceso controlado y al acercarse a los controles de tráfico, y la eventual suspensión del uso del modo asistido si el conductor no demuestra repetidamente la responsabilidad de conducción continua y sostenida mientras el conductor función está activada.
La NHTSA ha estado investigando problemas relacionados con el piloto automático durante los últimos dos años.
En su informe de seguridad sobre el recall, la agencia dice que si un conductor no se da cuenta cuando el piloto automático no está activado o está funcionando con una capacidad limitada, el resultado podría ser un accidente u otro percance.
Este es el segundo retiro de este año que involucra los sistemas de conducción automatizada de Tesla.
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