En el pasado Salón de Ginebra, Hyundai llamó mucha la atención por un recado que le mandó a Tesla con un cartel enorme en uno de los pabellones del evento:
El protagonista de ese desafío a Elon Musk era el Hyundai Kona eléctrico, que acaba de ser presentado en España y que hemos podido probar. A nuestro criterio, estos son los argumentos que hacen del Kona eléctrico un competidor real del Tesla Model 3.
Dos palabras de moda: SUV y eléctrico
El grupo Hyundai-Kia ha sido bastante inteligente con el que es su primer 100% eléctrico con autonomía extendida por varias razones. La primera: es un SUV, unas siglas que están funcionando estupendamente en el mercado. En España uno de cada tres coches vendidos ya es un SUV, y esa proporción tiende a subir aún más.
Está claro que el público demanda SUV, pero también hay razones técnicas para que el Kona eléctrico sea un utilitario deportivo: los SUV suelen ser más altos que las berlinas, por lo que queda más espacio para montar las baterías. En el caso del Kona eléctrico, sus medidas son 4.180 mm de largo, 1.800 mm de ancho y 1.570 mm de alto, y lleva dos baterías de polímeros de litio, una de 64 kWh y otra de 39 kWh.
Esa dupla de baterías le permiten fardar de autonomía: hasta 482 km de autonomía WLTP (equivalente a 546 km en el antiguo NEDC). El Tesla Model 3 sorprendió al mundo con 500 km de autonomía y Hyundai ha querido coger el guante. De hecho, va un poco más allá con la promesa de llegar hasta 600 km de autonomía en ciclo urbano.
¿Cómo es posible estirar la autonomía un 20% más en ciudad? Aquí Hyundai aprovecha la frenada regenerativa y una combinación de levas que, como si de un videojuego se tratara, permiten aprovechar más o menos energía cuando el coche se detiene. Estas levas no son de cambio (el coche solo tiene una marcha), sino que sirven para jugar con los cuatro niveles de retención que tiene el vehículo. A más nivel de retención, más "frenará" y más energía recuperará.
Esto es bastante curioso porque en el máximo nivel de retención se puede conducir solo con el pedal del acelerador. ¿Cómo frenas? Con las levas del volante. Es divertido, no es difícil pillarle el truco y tienes la motivación de lograr más autonomía. Por cierto, si no quieres optar por jugar manualmente con las levas, el coche tiene con un modo inteligente de gestión de levas. Según la situación, elegirá un nivel de retención u otro.
Sobre potencia el Kona asegura una aceleración de 0 a 100 en 7,6 segundos, un par de 395 Nm y una velocidad punta de 167 km/h con 150 kW (204 CV). En la práctica esto se traduce en un coche que va alegre (entendiendo esto como que no le cuesta arrancar ni coger ritmo) y con el que tienes que tener cuidado al pisar el acelerador. Si pisas más de la mitad de repente es posible que des un 'acelerón' que te eche para atrás en el asiento.
Por cierto, viene con cuatro modos de conducción. El que viene activado por defecto es el Confort, que equilibra la potencia y la eficiencia para la conducción habitual. Para carretera puedes activar el modo Sport, que entrega más potencia a cambio de menor autonomía y, en el lado contrario, encontramos los modos ECO, para optimizar la batería (desactivando el climatizador, por ejemplo), y ECO+, reservado para situaciones de emergencia en las que necesitas recargar de inmediato (solo es posible activarlo por debajo de un 10% de nivel de carga).
Tecnología y ajustes por software
Además de incluir una suscripción de siete años a LIVE, el servicio de mapas de TomTom, con actualizaciones constantes sobre el tiempo, el tráfico y los radares de velocidad (donde esté permitido legalmente), el Kona eléctrico permite ajustar vía software el rendimiento de las baterías.
Así, puedes hacer que la capacidad de carga de las baterías sea entre el 30 y el 70%, una medida, que según nos aseguró un portavoz de Hyundai, prolongará su vida útil, aunque también ofrecen una garantía de ocho años por si surgiera cualquier problema.
También se puede programar las horas de carga, aunque esto es algo que no pudimos probar.
A nivel de prestaciones tecnológicos nos encontramos con un panel de instrumentos de 7 pulgadas en el que sólo puedes personalizar la parte de la derecha (en la que se muestran las ayudas a la conducción, la velocidad permitida de la vía por la que circulas, etc). Otros fabricantes permiten más opciones de diseño, colores y personalización en el panel digital.
Frente al volante, nos encontramos con un cristal (Head-Up Display, o HUD) sobre el que se proyecta información interesante para el conductor. Esto se hace así para evitar distracciones cuando conducimos, y nos muestra eficazmente la velocidad a la que vamos, la permitida, etc.
Además, cuenta con una pantalla LCD de 8 pulgadas para el sistema de infoentretenimiento, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También un puerto USB y un jack AUX y un sistema de carga inalámbrica para smartphones justo debajo de la pantalla y del menú de botones físicos.
El Kona también tiene un buen puñado de tecnologías de asistencia a la conducción: velocidad crucero inteligente, asistente para evitar colisiones frontales, asistencia de frenada de emergencia con detección de peatones, sistema activo de cambio involuntario y mantenimiento de carril, "avisador" de nivel de atención del conductor (una cámara situada en el cuadro de mandos nos vigila continuamente; si giramos la cabeza, tras unos segundos interpretará que nos hemos distraído y nos avisará con una alerta acústica y visual), detección de señales de límite de velocidad, luces de carretera automáticas, etc.
Hay un matiz sobre ese "sistema activo de cambio involuntario y mantenimiento de carril", que nos sonaba a una manera sutil de incluir características de conducción autónoma. La realidad es que debes tener siempre las manos en el volante para que el coche te asista y te mantenga centrado en el carril. Y se limita a 150 km/h. Así que nada de soltar el volante y que el Kona conduzca por ti. No sería legal todavía, en cualquier caso.
Esta pegatina
Aunque esto es una ventaja compartida con cualquier vehículo 100% eléctrico, no deja de ser un argumento muy fuerte para la movilidad en las ciudades. Nosotros circulamos por plena Gran Vía de Madrid sin ningún problema, una calle que suele verse afectada de las primeras por las medidas de restricción de tráfico por contaminación.
También te permite estacionar en el Área S.E.R. (Servicio de Estacionamiento Regulado). En pleno debate de los coches diésel, la contaminación y las futuras ayudas a la compra de vehículos, esta pegatina es un salveconducto para moverte sin restricciones.
El precio
Aunque el Kona eléctrico cuesta unos veinte mil euros más que el modelo base del Kona de combustión (a partir de 15.000 euros en la actualidad), y es, en general, más caro que cualquier equivalente de combustión en prestaciones, intenta posicionarse en ese segmento de los famosos 35.000 dólares del Tesla Model 3.
La realidad es que si quieres un Model 3 como el que presentó Elon, puedes acabar pagando casi 80.000 dólares. De hecho, se ha anunciado ahora una versión "low cost" del Model 3 que sí mantiene esa promesa de precio inicial, aunque con sacrificios en autonomía o el piloto semiautomático (que se compra aparte y cuesta 5.000 dólares).
Ahí el Kona eléctrico sí ofrece una dosis de realidad y coherencia. Su precio base es de 38.500 euros y llega hasta los 44.950 euros (150kW (204CV) STYLE Carroceria bicolor 64kWh). Más caro, por tanto, que un Nissan Leaf, que se encuentra ya desde 33.300 euros, o el e-Golf, con un precio de partida muy similar (38.435 euros). La ventaja diferencial del Kona es su autonomía, por encima de sus competidores en precio y muy cercana a la de Tesla.
¿Será el Kona el que se cuelgue el título de "eléctríco del pueblo"? Con ese precio lo tiene complicado, pero, desde luego, está abriendo un camino muy interesante para el futuro del eléctrico. Vamos, que Hyundai no iba de farol con ese "your turn, Elon" del Salón de Ginebra.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario