En 2025 en Europa habrá 3,5 millones de vehículos de bajas emisiones contaminantes. Esta cifra es abultada, pero por sí sola no nos dice demasiado. Si la ponemos en contexto el panorama cambia: actualmente en nuestro continente hay 280.000 vehículos de este tipo, por lo que para alcanzar ese objetivo será necesario que durante los próximos cinco años esa cantidad se multiplique por 12,5. No cabe duda de que es un objetivo ambicioso. Y prometedor.
Las cantidades de las que acabamos de hablar son las que maneja Grupo PSA, que aglutina las marcas Peugeot, Citroën, Opel, DS y Vauxhall, y proceden de un estudio de mercado que ha llevado a cabo la consultora Statnett. Este es el punto de partida al que ha recurrido este grupo francés de automoción para explicar su estrategia de electrificación, que promete varios objetivos muy ambiciosos que, según esta compañía, les permitirán dar un paso hacia delante monumental hacia la descarbonización del parque automovilístico. Os propongo que indaguemos juntos en lo que nos han contado para comprobar si es o no así.
La regulación exige reducir las emisiones de CO2 a la mitad en 10 años
Hace unas horas hemos participado en un evento en el que tres directivos de Grupo PSA han puesto sobre la mesa las medidas que van a implantar a corto plazo en sus marcas para continuar afianzando el cumplimiento de la normativa WLTP (en el artículo que enlazamos aquí nuestros compañeros de Motorpasión nos explican qué medidas recoge esta norma). Y también su compromiso con la eliminación paulatina de las emisiones contaminantes de sus vehículos. España, curiosamente, ocupa una posición central en esta estrategia porque es uno de los mayores fabricantes de vehículos europeos.
Según la Agencia europea de medioambiente el parque automovilístico es el responsable del 14% de las emisiones contaminantes totales
Alexandre Guignard, el director de la unidad de negocio de los vehículos de bajas emisiones; Juan Antonio Muñoz Codina, el director general del clúster industrial ibérico del grupo y de la planta de Zaragoza, y Christophe Mandon, el director general de la división comercial de Grupo PSA, han hecho algo que es relativamente poco habitual en las marcas y que nosotros agradecemos: hablar con claridad y con las cifras por delante. Esto es lo que a los consumidores nos permite calibrar con precisión qué nos proponen las empresas y en qué medida se esfuerzan para alcanzar los objetivos que nos están «vendiendo».
Ahí van las primeras cifras: según la Agencia europea de medioambiente el parque automovilístico es el responsable del 14% de las emisiones contaminantes. Además, el 80% de esa contaminación la emite el 20% de los vehículos en actividad, que son, precisamente, los coches más antiguos. Estas cifras reflejan con claridad los avances tecnológicos que ha introducido la industria del automóvil con el propósito de reducir las emisiones contaminantes de los vehículos nuevos, aunque es evidente que aún queda mucho trabajo por hacer.
El impacto que está teniendo en el clima del planeta la emisión de gases de efecto invernadero, y que actualmente se está revisando en la conferencia del clima que se está celebrando en Madrid, ha provocado que las administraciones de algunos países se hayan visto obligadas a tomar medidas. La consecuencia es que la regulación es cada vez más exigente, lo que ha llevado a algunas regiones, entre las que se encuentran Europa, China y Corea del Sur, entre otras, a comprometerse a reducir las emisiones de dióxido de carbono a la mitad en el plazo de diez años.
La siguiente fotografía describe con bastante precisión cómo evolucionará durante la próxima década la normativa europea, que se ampara en el ciclo de homologación de consumo y emisiones WLTP del que hemos hablado unos párrafos más arriba. Como hemos visto, su objetivo final es reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 50% en 2030, lo que equivale a una reducción del 5% anual durante los próximos diez años. Grupo PSA se ha comprometido a acatarlo, tal y como nos ha asegurado en su evento, y en su hoja de ruta los coches híbridos y los eléctricos puros tienen una enorme importancia porque sin ellos este objetivo sería inalcanzable.
Estas son las dos claves de la estrategia de electrificación de Grupo PSA
Actualmente este grupo galo tiene tres fábricas de coches en España que dan servicio a sus marcas. Las factorías de Vigo y Zaragoza ya están produciendo actualmente coches 100% eléctricos: el Peugeot 2008 la primera, y el Opel Corsa-e la segunda. La tercera fábrica, la de Madrid, comenzará a producir un nuevo modelo eléctrico en 2020, por lo que el año que viene las tres fábricas que tiene este grupo en España dispondrán de líneas de producción adaptadas a la fabricación de coches eléctricos. Como veremos a continuación, la plataforma multienergía CMP (Common Modular Platform) tiene un papel protagonista en esta estrategia porque puede utilizarse para fabricar tanto vehículos de combustión (gasolina y diésel) como coches 100% eléctricos.
El otro gran pilar de la estrategia de esta compañía en el ámbito de la electrificación tiene como objetivo conseguir que en 2025 el 100% de la gama de vehículos de sus marcas esté disponible bajo la forma de soluciones híbridas enchufables o eléctricas. Esto no significa que en esa fecha vaya a dejar de vender coches con motor de combustión, sino que todos sus modelos estarán disponibles al menos con una versión eléctrica o híbrida enchufable. Lo interesante es que este grupo, y afortunadamente también otros fabricantes, ya ha comenzado a recorrer este camino porque hoy, en 2019, todos sus nuevos modelos ya están disponibles en versión 100% eléctrica o híbrida enchufable.
Los cimientos de su estrategia: dos plataformas polivalentes para vehículos híbridos y eléctricos
Aunque las peculiaridades del proceso de fabricación de un coche se nos escapan a la mayor parte de los usuarios podemos intuir con facilidad que para una marca introducir en las líneas de producción de sus fábricas un nuevo sistema de propulsión no es «pan comido». Una forma de resolver este reto con eficacia requiere disponer de una o varias plataformas diseñadas para asimilar distintas tecnologías de propulsión. Antes de seguir adelante, un apunte: una plataforma no es más que los «cimientos» de un coche, la base sobre la que se colocan todos los demás elementos que dan forma a un vehículo.
Esto significa, sencillamente, que sobre una única plataforma se pueden fabricar tanto modelos de combustión como 100% eléctricos. O híbridos enchufables. Esta es la filosofía que ha llevado a este grupo a desarrollar las plataformas EMP2 (Efficient Modular Platform 2) y CMP (Common Modular Platform). La primera permite la fabricación de coches de combustión e híbridos enchufables, y la segunda de coches de combustión y 100% eléctricos.
En la siguiente fotografía podéis ver una maqueta de la tecnología utilizada actualmente por las marcas de Grupo PSA para fabricar sus coches híbridos enchufables. Como podemos intuir estos «cimientos» deben ser capaces de acoger tanto el sistema de propulsión que recurre a un motor de combustión como el que se apoya en un motor eléctrico. Esta tecnología es de tipo AWD (All Wheel Drive), por lo que introduce la tracción a las cuatro ruedas «inteligente», que es un sistema de tracción que controla la potencia que se transfiere a los ejes delantero y trasero para mejorar el agarre y la capacidad de respuesta del vehículo, algo que tiene un impacto beneficioso en la seguridad.
La siguiente fotografía describe la tecnología utilizada por esta compañía en sus coches híbridos enchufables. El motor de combustión interna tiene una potencia de 180 o 200 CV, y el motor eléctrico desarrolla una potencia de 110 CV. La batería de iones de litio, por su parte, tiene una capacidad de 11,8 kWh o 13,2 kWh, y la caja de cambios automática que se encarga de transferir la potencia a las ruedas es de 8 velocidades. Estas características sobre el papel anticipan un comportamiento dinámico interesante y unas prestaciones atractivas.
En cualquier caso, las cifras más atractivas acerca de la tecnología utilizada por las marcas de este grupo en sus coches híbridos enchufables vienen ahora. Cuando funcionan en modo estrictamente eléctrico, en el que, como es lógico, no emiten gases contaminantes, los modelos con tracción delantera (FWD) tienen una autonomía máxima de 54 km que se incrementa hasta los 59 km en los vehículos con tracción total inteligente (AWD). Por otra parte, la carga de la batería en una instalación doméstica requiere 7 horas, mientras que un cargador rápido reduce esta cifra a algo menos de 2 horas. Por último, a los fans de los coches con comportamiento deportivo les alegrará saber que existen motorizaciones de hasta 300 CV AWD capaces de acelerar de 0 a 100 km/h en 6 s.
Vamos ahora con la tecnología que utilizan las marcas de este grupo en sus coches eléctricos. Su motor desarrolla una potencia de 100 kW (136 CV), un rendimiento que encaja bien con las necesidades de un usuario común, sobre todo si tenemos en cuenta que los motores eléctricos son capaces de entregar el máximo par motor al inicio del arranque. Además, este sistema incorpora un cargador de a bordo de 7 kW que puede llegar opcionalmente a los 11 kW, un sistema de frenado regenerativo con asistencia eléctrica, una bomba de calor de alto rendimiento y un compresor eléctrico de 3 kW para el aire acondicionado.
Las cifras más interesantes de los coches 100% eléctricos de este grupo francés no son las que acabamos de ver; son las que vienen ahora. En lo que se refiere a su autonomía nos proponen hasta 340 km según la norma WLTP, y la carga de la batería se lleva a cabo en 8 horas en una instalación doméstica, que pueden reducirse a 5 horas opcionalmente. No obstante, lo más interesante es que es posible cargar el 80% de la batería en solo 30 minutos utilizando un cargador de 100 kW. Por otro lado es posible que los 136 CV que entrega este motor eléctrico a algunos usuarios les sepan a poco, pero su comportamiento deportivo no está nada mal si tenemos en cuenta que, según este grupo, su capacidad de entrega de par motor le permite alcanzar los 100 km/h desde parado en solo 8 s.
Una misma línea de fabricación para vehículos de combustión, híbridos y eléctricos
Alexandre Guignard, el director de la unidad de negocio de los vehículos de bajas emisiones, confesó durante el evento que su compañía ha hecho un esfuerzo muy grande para transformar sus fábricas, de manera que una misma línea de producción sea capaz de fabricar coches con distinta tecnología de propulsión. Es lo que ellos llaman «plataformas multienergía». La siguiente fotografía describe muy bien este proceso.
En las imágenes podemos ver que una misma línea de fabricación es capaz de producir un Peugeot 508 híbrido enchufable, y también ese mismo coche pero con motor de combustión interna. Como la plataforma de ambas versiones es la misma es posible acometer la fabricación utilizando los mismos recursos técnicos y humanos. Con los coches eléctricos sucede exactamente lo mismo. Una misma línea de fabricación puede producir coches de combustión interna y también 100% eléctricos.
La fábrica que tiene Grupo PSA en Vigo tiene un taller especializado en el ensamblaje de baterías, de manera que todas las que incorporan los coches eléctricos de sus marcas fabricados en España se ensamblan en sus propias instalaciones. Próximamente la fábrica de Zaragoza también contará con un taller de baterías. La razón por la que he utilizado el verbo «ensamblar», y no he escrito «fabricar», es que las celdas de las baterías proceden mayoritariamente de Asia, por lo que en Europa, por el momento, nos limitamos a ensamblar las baterías utilizando el material que importamos desde China y otros países asiáticos.
Un dato impactante: el 40% del precio de un coche eléctrico europeo procede del coste de la batería, y buena parte de la responsabilidad la tiene la necesidad de importar las celdas desde Asia
Esta dependencia de los suministradores de celdas extranjeros tiene un impacto directo en el precio de las baterías, que es sorprendentemente alto. De hecho, nada menos que el 40% del precio de un coche eléctrico europeo procede del coste de la batería. Durante el evento los directivos de este grupo francés nos explicaron que los fabricantes de coches europeos están trabajando con la Unión Europea para propiciar la constitución de un fabricante de baterías que pueda abastecer a las marcas, y que resida en nuestro propio territorio.
El Opel Corsa-e, que es un coche 100% eléctrico, se está produciendo en la fábrica que Grupo PSA tiene en Zaragoza a partir de la plataforma CMP. Como hemos visto, estos «cimientos» permiten fabricar vehículos eléctricos y de combustión interna (con motor gasolina o diésel) en la misma línea de fabricación. Próximamente esta compañía dará a conocer un nuevo modelo 100% eléctrico que será producido en la fábrica de Madrid.
Más información | Grupo PSA
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com.co
VER 0 Comentario