El Cybertruck ciertamente se tomó su tiempo para llegar, pero tras un desastroso lanzamiento (con el episodio de la ventana) y muchos meses de espera, eventualmente, llegó. Llegó con una autonomía menor y un precio mayor de lo esperado, pero llegó.
Y, bueno, aunque sea por partes iguales ruptura de paradigmas y promesas sin cumplir, aunque llegue en medio de una crisis de imagen de su empresa y del CEO de su empresa, aunque salga en medio de una cuota de mercado cada vez menor y una pérdida de confianza de los inversores, ciertamente ha dado de qué hablar. No es probable que sea un éxito de ventas pero... ¿quién sabe?
En el pasado he expresado mi opinión acerca de este carro, que va mucho más allá de su mera apariencia. Así que, enfrentado a la posibilidad de verlo -me refiero a físicamente, verlo, y poder contrastar su presencia real con mis opiniones sobre sus méritos (o falta de ellos) o sobre su peligros- básicamente salté a la primera oportunidad.
Para ser claros: no fue un encuentro ‘oficial’. No hago parte del pool de periodistas que cubre Tesla, que por lo demás ha demostrado poco o ningún interés en el mercado colombiano. Los pocos Teslas que ruedan en el país llegaron por otros canales y el Cybertruck ciertamente no es uno de ellos.
Así que para ver uno hubo que viajar al corazón de Silicon Valley. Gracias al lanzamiento del Galaxy S24 de Samsung, nos hallamos una fría mañana de enero en el condado de Santa Clara, California, y específicamente en San José, en donde Tesla exhibe un Cybertruck en su tienda de Santana Row.
Una carrera de Uber después, el Cybertruck y yo nos encontramos. Era uno de apenas tres vehículos en exhibición y dominaba cómodamente el piso de ventas.
Un tanque con luces LED
A pesar de la vergonzosa obviedad, permítaseme comenzar por decir que la primera impresión que da este vehículo es la de enormidad. Me refiero más a la enormidad de un tanque que a la de una camioneta grande que mide 5,88 metros de largo, 2 metros de ancho y 1,90 metros de alto.
La del tanque es una figura que viene a la mente a menudo cuando se habla de este carro. Eso se debe en no poca medida a sus líneas rectas, sus ángulos pronunciados y, por supuesto, su exterior de metal sin pintar.
Es irónico que el Cybertruck comparta ese rasgo distintivo con el que bien podría ser mi carro favorito del cine, el DMC DeLorean (del cine, porque el de la vida real era una pesadilla mecánica). Pero aunque lo hace innegablemente vistoso, la decisión de estilo acarrea problemas que saltan a la vista de inmediato.
El primero: parece mancharse fácilmente, según muestran las fotos de la camioneta eléctrica en el mundo real. Por eso, quizás, el vehículo en exhibición reposaba detrás de una cinta negra, de la que colgaba un letrero de ‘NO TOCAR’.
La sensación de extrañeza que transmiten las fotos está ahí, pero también la de que se está ante un carro con una carrocería extraña sobre un chasis más o menos normal.
A pesar de las reiteradas alusiones a un ‘exoesqueleto’ durante su presentación, Tesla no logró separarse demasiado del lote y empleó, para construir su pickup, el mismo chasis monocasco que se usa en la Rivian, una camioneta de lujo eléctrica, de tamaño mediano, que es una de sus principales competidoras.
Mucha gente, en especial en X, sigue usando el término, pero lo cierto es que los paneles exteriores de acero inoxidable del Cybertruck no soportan carga. En cambio, el vehículo tiene un chasis monocasco convencional. Los paneles de acero inoxidable se "cuelgan" en este chasis al igual que en la mayoría de los vehículos de consumo.
Las luces -una barra de luz que cruza su frontal de lado a a lado- son vistosas y, de nuevo, sin duda distintivas. Pero las luces de freno son un enigma y, por alguna razón, brillan menos, no más, al momento de accionar el pedal.
En resumen, es un carro que luce extraño, futurista, futuristamente feo y extrañamente hermoso, todo a la vez, pero esto nunca se trató de evaluar sus méritos estéticos.
Se trataba, en cambio, de evaluar la percepción de que este es un vehículo particularmente peligroso. En ese particular, me temo, el Cybertruck es una colección de banderas rojas.
¿Peligro sobre ruedas?
A medida que los vehículos se vuelven más grandes y pesados, también se vuelven más letales. Es es una tendencia que identifican numerosos expertos y resulta, por tanto, apenas obvio que esos expertos vean con preocupación la salida a la calle de un vehículo que, temen, podría ser letal para los peatones y los ocupantes de otros vehículos.
Elon Musk usó su cuenta de Twitter -digo, de X- para decir que confía en que el Cybertruck será “mucho más seguro por milla” que otras camionetas, tanto para los ocupantes como para los peatones. Sin duda da la impresión de ser un carro que protegería a sus ocupantes en caso de un impacto, pero después de verlo no es posible negar la sensación de que sería absolutamente letal para el infortunado peatón que se cruce en su camino.
La cosa es así: en su versión más ‘pimpeada’, que es la que está a la venta, la camioneta eléctrica puede pasar de 0 a 100 Km/h por hora en 2,6 segundos. No cabe duda de que, para el conductor, ha de ser toda una experiencia, comparable con la de arrancar con el pedal a fondo en un carro de Fórmula 1.
El problema, lo anotamos anteriormente, es que un carro de Fórmula 1 pesa unos 800 kilos y la camioneta de Tesla pesa 3,5 toneladas.
“El Cybertruck tiene un frente bastante duro y no hay muchas áreas que proporcionen algo de absorción si hubiera un choque con un peatón".--James Goodwin, director del Programa de Evaluación de Automóviles Nuevos (ANCAP).
No te metas en su camino
Pasé tanto tiempo mirando de frente al Cybertruck que los vendedores de la tienda lucían preocupados. Asumo que parecía una versión eléctrica de la foto de la plaza de Tiananamen.
Pero lo que hacía era imaginarme lo que sería ser arrollado por semejante bestia y la conclusión ineludible es una sola: el ángulo del frontal del Cybertruck hace mucho más probable, en caso de atropellamiento, que uno termine bajo las ruedas del vehículo que sobre su voluminoso capó.
"El gran problema es que si haces que el exterior del vehículo sea muy rígido al usar acero inoxidable grueso, entonces cuando las personas se golpeen la cabeza con él, les causará más daño". --Adrian Lund, ex presidente del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras.
Por supuesto, nada de esto constituye una evaluación técnica de un vehículo que, en todo caso, no solo no hemos conducido sino que ni siquiera hemos visto moviéndose. Hay funciones sumamente llamativas, como las asociadas a la conducción asistida y a la conducción autónoma, como su peculiar capacidad de giro y más, que simplemente jamás hemos visto en persona.
Pero tras nuestro breve encuentro, dejo al Cybertruck con una imagen fija en mi mente: la imagen de sus bordes afilados y sobresalientes y, sobre todo, la noción de su peso descomunal. Me alegra haber visto, por fin este carro, pero espero no encontrarme uno en la calle.
Jamás.
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