En los últimos años estamos viendo muchas propuestas de los llamados altavoces inteligentes, dado que integran Siri, Alexa, Google Assistant o cualquier otro asistente virtual. Pero la evolución que ha pensado este grupo de científicos resulta bastante más llamativa, presentando un altavoz que proyecta el sonido en otros elementos como pueden ser plantas.
La idea es que no haya una distracción en el usuario por el motivo de que la fuente que emite el aviso sea distinta al dispositivo u objeto que requiere la atención. Es decir: igual que se nos puede olvidar que ya ha acabado la lavadora si nos lo dice nuestro altavoz en nuestra habitación, se nos puede olvidar regar la planta si el asistente nos lo dice en otra estancia, y ahí es donde entra este original prototipo.
Un marco de fotos que canta "Cumpleaños Feliz" sin micrófono o altavoces
Se trata de un proyecto que han presentado unos investigadores de la Carnegie Mellon University en el Smash Lab y que han denominado Digital Ventriloquism, algo así como ventriloquía digital. Se trata de un conjunto de tecnologías por las cuales se consigue que el sonido se emita desde ciertos puntos aunque en éstos no haya un altavoz.
Para ello han recurrido a servomotores (servos), una webcam y una red de transductores de ultrasonidos. Por decirlo de alguna manera, un dispositivo robótico que tiene "ojos" y puede "susurrar" una señal no audible a otros objetos.
Los transductores emiten esta señal ultrasónica de unos 40 kHz, de ahí que no podamos oírlo (el oído humano tiene un umbral de entre 20 Hz y 20.000 Hz). Lo que ocurre es que sí se produce un sonido audible cuando esta señal choca con el objetivo, al demodular y tener una frecuencia que sí podemos percibir.
En el vídeo de muestra que han publicado se puede ver cómo el sonido se emite desde una planta, una lámpara o un marco de fotos (que le canta "Cumpleaños feliz"). Vemos que por ahora se trata de un prototipo y que la forma del dispositivo dista mucho de la que solemos ver en altavoces como Google Home o los Echo de Amazon, y que además no es estrictamente instantáneo.
Según los resultados de los investigadores, los sujetos pudieron identificar de dónde procedía el sonido en un 92% de los casos. Mensaje que oían de manera correcta, dado que en todos los casos podían repetirlo tal cual se había emitido.
Eso sí, los investigadores hablan de las limitaciones que de momento tiene esta "ventriloquía digital", como es que los ultrasonidos no penetran en según qué paredes (las gruesas) aunque sí lo hagan a través de telas o materiales finos. También "se rompe la magia" si el usuario pasa a través de la señal del ultrasonido hasta el objeto, dado que la demodulación de la misma se produce en el propio usuario.
Así que veremos si esto progresa de alguna manera. Desde luego el concepto es curioso y no deja de ser llamativo que un sonido pueda "emitirse" desde algún punto que no tenga un altavoz, quizás en futuros trabajos con esta "ventriloquía digital" se llegue a mejorar la interacción entre usuario y los dispositivos con el uso de la acústica paramétrica, como este equipo de investigadores comenta en sus conclusiones.