Las URLs forman parte de nuestra vida. Puede que no nos demos cuenta, pero las llamadas Uniform Resource Locator son esas direcciones que permiten que accedamos a todo tipo de servicios y protocolos en navegadores web y otros clientes que nos conectan al mundo.
¿Por qué Google quiere matar la URL entonces? Es lo que han querido explicar sus responsables, cansados de trabajar con unos identificadores que para ellos tienen hoy por hoy más desventajas que ventajas. El problema es que deshacerse de la URL no será moco de pavo, y de hecho aún no tienen ni idea de cómo lo harán: solo la intención de hacerlo.
Los peligros de las URLs
Adrienne Porter Felt, directora de ingeniería en Google Chrome, comentaba en Wired como "la gente lo ha pasado mal tratando de entender las URLs. Son difíciles de leer, es difícil en qué parte de ellas se supone que debemos confiar, y en general no creo que las URLs estén funcionando como una forma válida de transmitir la identidad del sitio".
Woah. Unicode 'n' characters in a domain name as a super dangerous spoofed cryptocurrency exchange. Even has an SSL cert. pic.twitter.com/xwKZZBIaDb
— Matt Johansen (@mattjay) 19 de febrero de 2018
A Porter Felt no le falta razón. Esas direcciones que vemos en el navegador pueden llegar a ser bastante crípticas, y aunque manejar el binomio (protocolo/esquema) + (dirección web o ip/ruta) no sea complicado para muchos, la complejidad de las URLs puede provocar confusión —los acortadores de URLs no ayudan en ese ámbito— y ser de hecho una de las herramientas utilizadas en ciberataques para engañar a todo tipo de usuarios.
Los ataques de phishing han sido especialmente peligrosos en este sentido, y no hace mucho pudimos descubrir cómo algunos atacantes comenzaban a usar una técnica sorprendente: la de utilizar caracteres de nuestro alfabeto con pequeños puntos debajo que casi eran invisibles a no ser que uno se fijara de forma clara en esa URL.
Google quiere matar la URL, pero no sabe cómo
Este tipo de problemas ha hecho que en Google se planteen que la URL ya no es una buena idea, y tienen el objetivo de hacer "grandes cambios en cómo y cuándo mostrar las URLs. Queremos desafiar la forma en que las URLs deben ser mostradas y cuestionarlas, ya que estamos descubriendo la forma correcta de transmitir la identidad", afirmaba Porter Felt.
En Google el problema está en que no saben cómo hacerlo... aún. Los académicos llevan debatiendo ya tiempo sobre alternativas, pero ni ellos ni los ingenieros de Google parecen ponerse de acuerdo. La idea es de momento identificar la forma en la que la gente utiliza las URLs para luego encontrar una alternativa que mejore tanto la seguridad como esa transmisión de identidad de un sitio o servicio en internet.
Parisa Tabrizz, otra de las máximas responsables del desarrollo de Chrome, destacaba cómo propongan lo que propongan, la decisión acabará siendo "controvertida". Aún así creen que el cambio es importante, "porque todo el mundo está insatisfecho con las URLs. Básicamente apestan".
Los responsables de Chrome ya hicieron una primera aproximación al problema en 2014, cuando probaron un formato llamado "origin chip" que solo mostraba el nombre de dominio principal de los sitios web para asegurarse de que los usuarios sabían en dónde se encontraban navegando. Aquello gustó y disgustó a partes iguales, y en Chrome prefirieron desactivar esa opción.
Así pues, la idea de matar la URL. Ahora falta darle forma.
Vía | Wired
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