El Asistente de Google se ha convertido en un amigo presente, si bien no siempre eficiente, para los usuarios del ecosistema de la compañía. Desde su lanzamiento, hace siete años, le ha enseñado a personas de todo el mundo a utilizar los comandos hablados para que los dispositivos ejecuten tareas o responder inquietudes.
Por lo general, este tipo de herramientas están en constante cambio y mejora para responder a las necesidades de los usuarios, que también se encuentran en evolución permanente. Es por esto que sorprende que Google haya anunciado cambios en su Asistente que en lugar de sumar funciones, las eliminan.
Los cambios siguen al despido, hace apenas unos días, de cientos de personas que trabajaban, justamente, en el software del Google Assistant. La empresa de Mountain View afirma que la reestructuración ayudará a mejorar el Asistente a medida que explora la integración de la nueva tecnología de inteligencia artificial en sus productos.
La compañía anunció en octubre que está utilizando su chatbot de IA generativa Bard para construir una nueva versión de Google Assistant que "se extiende más allá de la voz, entiende y se adapta a ti y maneja las tareas personales de nuevas maneras".
En la práctica, eso implica que el ícono del micrófono en la barra de búsqueda ya no podrá ser usado para completar acciones como "encender las luces" o "enviar un mensaje", sino simplemente para realizar búsquedas por voz.
Los cambios en el Asistente de Google
La empresa indicó que a medida que se generan optimizaciones, algunas "funciones infrautilizadas"
En otras palabras, el Asistente inteligente de Google dejará de poder hacer ciertas cosas a medida que... ¿se vuelve más inteligente?
Así las cosas, el Asistente renovado ya no puede reproducir y controlar audiolibros en Google Play Books, aunque todavía puedes transmitir audiolibros desde tu dispositivo móvil.
Ya no será posible configurar o usar alarmas multimedia, alarmas musicales o alarmas de radio en dispositivos habilitados para el Asistente de Google. Puedes, sin embargo, crear una rutina personalizada que tenga un comportamiento similar o utilizar una alarma estándar.
La gestión de un cronómetro en pantallas y altavoces inteligentes dejará de funcionar. No quedó claro, por ahora, qué pasará con los temporizadores.
Usar tu voz para llamar a un dispositivo o transmitir un mensaje a tu grupo familiar de Google. Aún puedes transmitir a dispositivos en tu hogar.
Ya no será posible usar tu voz para enviar un mensaje de correo electrónico, video o audio. Aún puedes, dice Google, hacer llamadas y enviar mensajes de texto.
Uno de los cambios más dolorosos -e inexplicables- priva al Asistente de la capacidad de reprogramar un evento en Google Calendar. Si bien puedes todavía programar eventos nuevos, los cambios ya no serán accesibles mediante comandos de voz.
El control por voz de actividades ya no estará disponible en los dispositivos Fitbit Sense y Versa 3. Necesitarás usar los botones de tu dispositivo para iniciar, detener, pausar y reanudar actividades. Aún puedes controlar por voz las actividades en el Pixel Watch.
Ver tus resúmenes de sueño solo estará disponible en Google Smart Displays. Aún puedes solicitar detalles sobre el sueño por voz en relojes inteligentes de terceros.
Las llamadas realizadas desde parlantes y pantallas inteligentes no aparecerán con un identificador de llamadas a menos que estés usando Duo.
Solicitar realizar ciertas acciones por voz, como enviar un pago, hacer una reserva o publicar en las redes sociales dejan de ser opciones del Asistente. Aún puedes pedirle, eso sí, que abra tus aplicaciones instaladas.
Los cambios empezarán a aplicarse desde el 26 de enero y en caso de que solicites una de estas funciones, es posible que recibas una notificación informándote que no estará disponible después de una fecha determinada.
En otros cambios, Google indicó que para brindar una experiencia más consistente dentro de la aplicación de Google: el ícono del micrófono ahora activará resultados de búsqueda en respuesta a sus consultas, que es su caso de uso más popular.