Navegadores web que arrasaron: primero Netscape, luego Internet Explorer y por último Chrome, así ha sido la evolución desde 1996

Quienes llevamos conectados a internet desde sus inicios hemos vivido una particular batalla: la de los navegadores web, que siempre han sido la puerta de conexión con la red de redes.

Más de dos décadas han pasado desde que se iniciara la andadura de unos navegadores que han ido evolucionando y dominando el mercado. Del protagonismo de Netscape pasamos al dominio absoluto de Internet Explorer. Ahora es Chrome el que domina el mercado con un Firefox que tuvo su oportunidad, y nos preguntamos si hay opciones para que otro navegador cambie el panorama actual.

Netscape dominó, pero no por mucho tiempo

Uno de los miembros de la comunidad Data is Beautiful de Reddit explicaba cómo había compilado los datos que había encontrado en OneStat, The Counter, W3Counter y StatCounter para realizar una animación sorprendente y llamativa sobre la evolución de estos navegadores web desde 1996 hasta 2019. Es importante destacar que se trata de navegadores web de escritorio, y no se contabilizan navegadores web en móviles.

El resultado animado, realizado con ChartJS, es llamativo por mostrar esa evolución que han tenido los grandes dominadores del mercado.

Todo empieza en el tercer trimestre de 1996, donde los datos recolectados ya mostraban que por entonces Netscape era el absoluto dominador del mercado por delante de Internet Explorer y de aquel legendario Mosaic.

Este gráfico deja clara la dimensión de internet y cómo su uso se ha extendido a miles de millones de usuarios en todo el mundo. El gran detonante en los últimos años ha sido, por supuesto, el móvil.

En aquella época el número de internautas era reducido, y según los datos recolectados por Our World in Data ese número apenas superaba los 50 millones de usuarios en todo el mundo. A partir de ahí, no obstante, internet eclosionó.

El segundo rey de internet fue Internet Explorer

La más beneficiada de ello, al menos inicialmente, fue Microsoft, que tuvo el (polémico) acierto de hacer que Internet Explorer fuera el navegador por defecto de Windows 95 y de las versiones posteriores de su sistema operativo. Forzar el uso de su navegador acabaría costándole a Microsoft una multa de 561 millones de euros en marzo de 2013, pero para entonces el panorama ya había cambiado de forma radical.

Windows fue un caballo de troya espectacular para lograr que Microsoft dominase en el segmento de los navegadores web de escritorio durante más de una década.

De hecho hacía más de 15 años que Internet Explorer había dominado el mercado. Superó a Netscape Navigator en el cuarto trimestre de 1998, y su crecimiento fue brutal con Windows 98 y sobre todo con Windows XP, que integró el (ahora recordado como) infame Internet Explorer 6.

En 2001 entraba a escena un navegador que lleva casi dos décadas tratando de luchar contra los gigantes. Firefox recogía el testigo de Netscape, y lo hacía con una visión abierta y que apostaba por los estándares que iban apareciendo de forma global. Aquello fue una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta que Microsoft mantenía un dominio absoluto del mercado con más del 90% de cuota del mercado.

El navegador de Microsoft llegaría a tener el 95% en 2004 mientras Apple intentaba hacer su apuesta propia con Safari, pero entonces se produjo un hecho singular: Firefox empezó a crecer de forma notable. Lo hizo desde la segunda mitad de 2004 y no paró de hacerlo hasta principios de 2010. Entonces el navegador de Mozilla llegó a estar casi en uno de cada tres equipos y conquistó algo más del 31% de cuota.

Google arrasa con Chrome

Microsoft perdía cuota de forma sostenida desde mediados de la década, pero Firefox no era la amenaza real. Opera, que trató de proponer una alternativa válida en esa década, jamás logró cuajar demasiado. El que llegaba de la nada era Chrome, el navegador de Google que empezó a mostrar las garras en 2009 y que se convirtió en la opción favorita de los usuarios de PCs y portátiles poco a poco.

Aunque no abarca tantos años, el gráfico de Statcounter GlobalStats deja clara la evolución de los navegadores en la última década.

La conquista fue vertiginosa. Chrome logró superar a Firefox en el primer trimestre de 2012, apenas 3 años después de su creación, y antes de que acabara el año ya había superado a Internet Explorer. Chrome les robaba la cartera a sus dos competidores de forma significativa, pero la caída de Internet Explorer fue aún más llamativa teniendo en cuenta cómo había arrasado durante años en este segmento.

La llegada de Windows 10 y de Microsoft Edge no ayudó a la empresa de Redmond: Firefox superó en cuota a Internet Explorer en el tercer trimestre de 2015 mientras Chrome seguía creciendo sin parar. En realidad casi todos perdían cuota en favor de Chrome, que en los últimos años ha crecido de forma algo más lenta pero casi siempre sostenida.

Hoy en día la cuota de Chrome ronda el 70%, mientras que Firefox apenas llega al 10% de cuota de mercado a pesar de esfuerzos notables como los que hicieron con Firefox Quantum.

La pregunta, claro, es si hay posibilidades de que esta foto cambie a corto o medio plazo. No parece fácil, sobre todo teniendo en cuenta que Firefox y otras alternativas menos populares -Opera, Brave, Vivaldi, hay varios en esa lucha- llevan tiempo haciendo cosas interesantes en este segmento.

Microsoft volverá a intentarlo con el nuevo Microsoft Edge, que esta vez estará basado en Chromium y que corregirá así muchas de las desventajas que veíamos en su antecesor. Por ejemplo, el soporte de extensiones, pero no queda nada claro que eso sea suficiente para quitarle a Chrome su particular centro en este segmento.

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