Decir que WhatsApp se han convertido en el principal medio de interacción de al menos una generación, y las nuevas tendencias no se hacen esperar. Una de las más recientes y llamativas es la de "hablar por fotos".
Esta tendencia consiste en utilizar una foto cualquiera, ya sea una imagen descargada de internet, una selfie o una foto del entorno, como lienzo para la comunicación. En muchos casos, los que la usan se limitan a tomar una foto con el dedo sobre la cámara, oscureciendo en la práctica el contenido de la imagen.
Los jóvenes escriben directamente sobre la foto utilizando el dedo o un lápiz digital. También ponen sobre ella stickers o emojis o incluso garabatos a manzo alzada. La imagen se edita y se envía como una foto efímera, que solo puede verse una vez antes de desaparecer.
¿Inofensiva o preocupante?
Si bien esta nueva forma de comunicación podría verse como un uso creativo de herramientas disponibles para evitar el constante monitoreo de la plataforma de mensajería, los padres están comenzando a expresar su preocupación por las posibles implicaciones de seguridad que esto conlleva.
Puntualmente, ven con preocupación que actores maliciosos usen estas conversaciones efímera para prácticas de bullying o grooming, todo sin dejar rastro.
Porque -y esta es precisamente la clave del atractivo de esta práctica-, como las fotos efímeras no quedan archivadas, ponen las conversaciones fuera del alcance de las apps de control parental.
Por eso, algunos adultos han optado por aplicar el adagio de: si no puedes vencerlos, úneteles.
Sin dejar rastro
Pero, por otro lado, al enviar mensajes en fotos efímeras, los jóvenes de hecho se benefician de los controles impuestos por WhatsApp. Las fotos o los videos que usan la función 'View Once' no se guardan en las fotos o en la galería del destinatario, que tampoco puede tomar una captura de pantalla de nada.
Entonces, siempre y cuando las conversaciones sean entre amigos, esta práctica, aunque inquietante desde la perspectiva de los padres, de hecho podría ser una forma de minimizar el rastro digital y el rastreo corporativo.
Otra cosa, advierten expertos, es la práctica de 'ligar por fotos', que puede dar una falsa sensación de seguridad a quienes comparten fotos íntimas. Efímera o no, una imagen enviada por WhatsApp puede ser capturada, por ejemplo, haciendo una foto de la pantalla con un segundo teléfono.
Como sea, la recomendación para padres preocupados es iniciar una conversación abierta y honesta con sus hijos sobre el uso responsable de las redes sociales y las plataformas de mensajería instantánea. Hablar sobre los riesgos de compartir contenido efímero y establecer límites claros sobre lo que se puede y no se puede compartir es fundamental para proteger la seguridad y privacidad de los jóvenes.
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