Este es un producto atípico. Sonos lo ha diseñado con la intención de proponernos un altavoz inteligente portátil que rinda como es debido tanto dentro como fuera de casa. La idea suena bien, pero conlleva varios retos que, si no se resuelven correctamente, podrían arruinar nuestra experiencia. Los más evidentes son los que acarrea la exposición a la intemperie y la autonomía en condiciones reales de uso del altavoz, pero no son los únicos.
Y es que es evidente que además de ser portátil, resistente y tener una autonomía notable, su sonido no debe verse comprometido. De lo contrario perdería la que sin duda es una de las señas de identidad de Sonos, una empresa que tradicionalmente ha mimado la calidad de sonido de sus productos. El propósito de este análisis es, precisamente, responder estas preguntas con toda la precisión posible. Veamos si este nuevo altavoz inteligente está realmente a la altura de nuestras expectativas.
Sonos Move: especificaciones técnicas
En la tabla de características que hemos preparado, y que tenéis unos párrafos más abajo en esta misma sección del artículo, podéis ver que la arquitectura sonora de este altavoz es relativamente sencilla. Sonos ha apostado por un diseño de dos vías en el que, como es habitual en los altavoces compactos, un tweeter se encarga de reproducir la parte superior del espectro de frecuencias y un altavoz de medios/graves restituye la gama media y el extremo grave del espectro. Cada uno de estos altavoces está «atacado» por su propio amplificador de potencia en clase D, como es habitual en las cajas acústicas activas (las pasivas son las que necesitan que las excitemos con un amplificador externo).
La arquitectura de este altavoz inteligente apuesta por dos transductores, uno de agudos y otro de medios/graves, «atacados» por otros tantos amplificadores que, como es habitual, trabajan en clase D
Desafortunadamente, como es habitual en esta marca californiana, Sonos proporciona relativamente poca información acerca de las especificaciones de este altavoz inteligente. No conocemos ni su respuesta en frecuencia ni su distorsión armónica total, por lo que mi valoración se aferrará necesariamente a mi percepción subjetiva después de las pruebas de escucha que he llevado a cabo durante varias decenas de horas y con todo tipo de cortes musicales. Tampoco sabemos qué tipo de diafragma utiliza el tweeter, aunque después de escucharlo me parece muy probable que se trate de un diseño de cúpula blanda. Y no conocemos la capacidad de entrega de potencia de los amplificadores, aunque, como veremos más adelante, es suficiente para permitir alcanzar a este altavoz un nivel de presión sonora importante.
Como podéis ver en la fotografía que tenéis encima de estas líneas, podemos controlar el funcionamiento de este altavoz recurriendo a la interfaz táctil alojada en la parte superior del recinto. Los controles son los habituales, por lo que nos permiten actuar sobre el nivel de volumen y detener o reanudar la reproducción. Junto a esta interfaz táctil reside también la matriz de seis micrófonos que se encarga de recoger nuestra voz cuando decidimos interactuar con Alexa, pero podemos deshabilitarla cuando queramos tocando sobre el botón táctil con el icono del micrófono que podéis ver en el centro de la interfaz.
Para recoger nuestra voz usa una matriz de seis micrófonos que podemos deshabilitar cuando queramos tocando un botón
Un apunte interesante que a los usuarios nos viene bien tener en cuenta es que este altavoz se comporta de forma diferente dependiendo del lugar en el que lo estemos utilizando. Si está dentro de casa y lo tenemos conectado a nuestra red WiFi se comportará como un altavoz inteligente con Alexa más, con todo lo que esto conlleva. Podremos interactuar con él tanto utilizando nuestra voz como la app de Sonos que previamente habremos instalado en nuestro smartphone. Y también podremos integrarlo en una instalación de sonido multihabitación junto a otros altavoces de Sonos.
Sin embargo, cuando lo utilizamos fuera de casa tendremos que conectarnos a él desde otro dispositivo usando un enlace Bluetooth, por lo que Alexa no estará disponible y este dispositivo se comportará como un altavoz Bluetooth tradicional. Otro detalle interesante: también es compatible con AirPlay 2 de Apple.
SONOS MOVE | Características |
---|---|
ALTAVOCES | 1 x altavoz de agudos (tweeter) 1 x altavoz de medios y graves |
AMPLIFICADORES | 2 amplificadores en clase D (uno para cada altavoz) |
MICRÓFONOS | Matriz de 6 micrófonos cancelable mediante un botón táctil |
ASISTENTE INTELIGENTE | Amazon Alexa y Google Assistant |
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA | WiFi 802.11n y Bluetooth |
CONECTIVIDAD | USB-C |
COMPATIBILIDAD APPLE AIRPLAY 2 | Sí |
Grado de protección IP | IP56 |
Dimensiones | 240 x 160 x 126 mm |
Peso | 3 kg (incluida la batería) |
PRECIO | 399 euros |
Experiencia de uso: un altavoz inteligente diseñado para dar la talla dentro y fuera de casa
Los 3 kg de peso de este altavoz con la batería incluida nos permiten intuir que Sonos se ha esmerado en la construcción de este dispositivo, algo necesario dada su vocación de caja acústica apta para ser utilizada en espacios exteriores. La base, la parte trasera y la cubierta superior del recinto son de policarbonato, pero se trata de un plástico de buena calidad que no transmite sensación de fragilidad. La parte inferior del recinto está cubierta por una lámina de goma, una elección que me parece acertada dada la capacidad que tiene este material de absorción de impactos sin provocar deformaciones. Y el resto del recinto está envuelto por una malla metálica que tiene la doble función de proteger los altavoces e incrementar la rigidez estructural del propio recinto.
Como acabamos de ver, la construcción de este altavoz está cuidada, pero no es suficiente porque existen otros tipos de agresiones más allá de las caídas y los golpes fortuitos. Un dispositivo portátil de 400 euros que va a ser utilizado en exteriores tiene que ser capaz también de soportar estoicamente la agresión de algunos agentes externos. Acertadamente, este dispositivo lo hace debido a que cuenta, según Sonos, con certificación IP56, un grado de protección que asegura su inmunidad frente a partículas finas, como el polvo, y también ante salpicaduras de líquidos, como la lluvia o la nieve. No obstante, no es un dispositivo sumergible, por lo que merece la pena tener cuidado si decidimos utilizarlo en la piscina o la playa.
En la imagen que tenéis encima de este párrafo podéis ver los tres botones alojados en la parte trasera del altavoz. Uno de ellos sirve para encenderlo y apagarlo; otro para conmutar entre la conexión WiFi y el enlace Bluetooth, y el último actúa como botón de unión durante el proceso de configuración desde la app de Sonos. Además, en la parte superior del altavoz hay un LED que nos indica su estado actual (encendido, apagado o enlazado mediante Bluetooth), y en la parte inferior del frontal un indicador de carga de la batería. Por último, justo encima de los tres botones del panel posterior hay un asa disimulada que nos permite agarrarlo y transportarlo con bastante seguridad.
En la fotografía que tenéis debajo de estas líneas podéis ver el peculiar diseño de la base de carga de este altavoz. En vez de recurrir a una base tradicional Sonos ha ideado este anillo minimalista que prácticamente pasa desapercibido cuando no lo estamos utilizando, una estrategia que me parece acertada. Eso sí, a diferencia del altavoz, la base de carga no es resistente a la intemperie, por lo que solo debemos utilizarla dentro de casa. Si necesitamos cargar la batería en un espacio exterior lo ideal es recurrir a un transformador con interfaz USB-C (el altavoz incorpora en la parte trasera un puerto con este formato que nos permite cargar su batería).
Durante nuestras pruebas este altavoz inteligente arrojó una autonomía de unas 6 horas con un nivel de presión sonora medio de 70 dB y picos entre 78 y 83 dB
Y, por fin, llegamos a uno de los momentos culminantes del análisis: ¿qué autonomía nos ofrece realmente este altavoz inteligente? Según Sonos alcanza las 10 horas de reproducción, pero medir la autonomía en un escenario de uso real es complicado porque está claramente condicionada por varios factores. El más relevante de todos es, lógicamente, el nivel de presión sonora al que lo sometamos, pero también influyen otros, como el modo de conexión inalámbrica que utilicemos o la temperatura ambiental (las baterías suelen durar menos cuando se incrementa la temperatura).
Durante mis pruebas con un nivel de presión sonora medio de 70 dB y picos que oscilaban entre 78 y 83 dB (un volumen suficiente para llenar de sonido una habitación de entre 35 y 40 metros cuadrados) su autonomía real oscila entre las 5,5 y las 6 horas. Las medidas las tomé con mi sonómetro de referencia Velleman DVM805. Con un volumen más bajo la autonomía habría sido mayor, pero lo cierto es que unas 6 horas de funcionamiento ininterrumpido con un nivel de presión sonora bastante elevado me parece un rendimiento notable.
Por otro lado, como he mencionado unos párrafos más arriba, el control del altavoz cuando lo tenemos conectado a una red WiFi podemos llevarlo a cabo a través de Alexa tal y como si fuese un dispositivo de la familia Echo de Amazon, o bien utilizando la app de Sonos, que previamente habremos instalado en nuestro smartphone o tablet para poder completar el proceso de configuración. Esta aplicación es bastante intuitiva, por lo que a una persona que no la haya utilizado nunca no debería costarle mucho esfuerzo hacerse con ella.
Trueplay analiza las características del espacio en el que estamos usando el altavoz y ecualiza su sonido para que dé lo mejor de sí mismo
Dentro de la app de Sonos podemos acceder a un ecualizador muy sencillo que nos permite actuar sobre las frecuencias altas y bajas, pero sin duda la prestación más interesante de este dispositivo no es esta: es Trueplay. Esta función ejecuta un algoritmo que recurre a la matriz de micrófonos del altavoz para identificar las características del espacio en el que lo estamos utilizando. Para hacerlo posible analiza las reflexiones murales, que no son otra cosa que la forma en la se reflejan las ondas sonoras sobre las paredes y los objetos del entorno.
A partir de ahí el algoritmo ecualiza el sonido cada vez que cambiamos el altavoz de ubicación para que rinda lo mejor posible al margen del lugar en el que lo hemos colocado. Lo cierto es que esta tecnología, que no es muy diferente a la que marcas con vocación audiófila como McIntosh o Bang & Olufsen utilizan en algunos de sus productos, funciona bastante bien porque consigue mantener la reproducción de las bajas frecuencias bajo control. De esta forma evita la aparición de esa «bola de graves» que provoca que el extremo grave pierda el nivel de detalle y la pegada. Para activar Trueplay debemos recurrir a la sección Ajustes/Sistema dentro de la app de Sonos.
Calidad de sonido: difícil de batir en su segmento de precio
Este dispositivo es, ante todo, una caja acústica. Y, como tal, si su sonido no está a la altura todas sus otras cualidades quedarán deslucidas. Afortunadamente, la calidad de sonido de este altavoz es muy notable. Como os he adelantado unos párrafos más arriba sospecho que el tweeter utiliza una cúpula blanda porque consigue reproducir las altas frecuencias con detalle y extensión, pero sin apenas evidenciar la frialdad por exceso de capacidad analítica de los altavoces de agudos que recurren a un diafragma metálico.
Las voces en este altavoz destacan por su capacidad dinámica, nivel de detalle y calidez
Para probarlo utilicé cortes de todo tipo y géneros muy variados, como rock, jazz, pop, reggae o música clásica. La forma en la que este altavoz reproduce la voz de cantantes como Rebecca Pidgeon, Jeff Buckley, Jane Monheit o Mark Knopfler es muy convincente por su capacidad dinámica, resolución y calidez. He escuchado cajas acústicas que lo hacen mejor, por supuesto, pero no de su precio. Eran altavoces claramente audiófilos y sensiblemente más caros, lo que sin duda deja a esta propuesta de Sonos en muy buen lugar.
¿Y qué sucede con el grave? Sencillamente, su reproducción está al mismo nivel del resto del espectro de frecuencias por su control y nivel de detalle. Eso sí, es importante tener en cuenta que si queremos utilizar un nivel de presión sonora muy alto es aconsejable cerciorarnos de que colocamos el altavoz sobre una superficie estable e inmune a las vibraciones. De lo contrario el grave se emborronará como consecuencia de las microvibraciones que se propagarán a través de la superficie en la que lo hemos depositado. Casi siempre será preferible colocarlo sobre el suelo o, mejor aún, encima de un pie para altavoces con desacoplamiento mecanoacústico, que encima de una mesa o una silla. Así conseguiremos que nos entregue lo mejor de sí mismo.
Sonos Move: la opinión de Xataka
Este altavoz inteligente ha sido un descubrimiento para mí. He tenido la ocasión de probar a fondo el HomePod de Apple, buena parte de los dispositivos de la familia Echo de Amazon, algunos modelos de la gama Home de Google y también varias soluciones de marcas de electrónica de consumo, como LG. Y, si nos ceñimos estrictamente a su calidad de sonido, esta propuesta de Sonos los supera a todos. Incluso al HomePod de Apple, que hasta ahora era mi referencia en este segmento de mercado. Su sonido, como hemos visto, es detallado y dinámico, y el extremo grave tiene la pegada y el control que podemos reclamar a una caja acústica de esta categoría incluso en las fiestas más alocadas.
Además, este altavoz inteligente está muy bien acabado y tiene un diseño resultón. Si a todo esto sumamos que se trata de un dispositivo portátil con una autonomía respetable que podemos utilizar sin preocuparnos (la certificación IP56 se agradece mucho en este contexto) tanto dentro de casa como en el jardín o la piscina, su atractivo se incrementa. Aun así, no es perfecto. El hardware de este altavoz tiene muy buen nivel, pero la app de Sonos tiene margen de mejora, especialmente si nos ceñimos a su apartado estético y a la forma en que nos permite administrar los grupos. También echo de menos la compatibilidad con el estándar Bluetooth aptX. Y su precio, que es elevado, puede representar una barrera para muchos usuarios. Pero, a pesar de todo esto, es un producto atractivo que merece la pena considerar si su precio encaja en nuestro presupuesto.
Este producto ha sido cedido para la prueba por parte de Sonos. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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