Este televisor de Panasonic ha llegado al mercado con un propósito muy claro: medirse de tú a tú con los modelos OLED de gama alta de marcas como LG, Sony o Philips. Curiosamente, los paneles con diodos orgánicos a los que recurren estas cuatro marcas (y alguna otra que no he mencionado) los fabrica LG Display, la filial de LG especializada en la puesta a punto de paneles de imagen.
Dadas las circunstancias parece razonable pensar que si los televisores OLED de estos fabricantes utilizan paneles muy similares, o, incluso, idénticos, su calidad de imagen debería ser muy parecida. Pero, en realidad, no lo es. Y no lo es porque cada uno de ellos implementa su propia tecnología de procesado y calibra sus televisores de acuerdo con un acabado visual diferente. Y estos dos elementos pueden marcar la diferencia. De hecho, estas son las dos características que pueden ayudar a este televisor OLED de Panasonic a desmarcarse de sus competidores. Os propongo que descubramos juntos si esta es «solo» una tele OLED más o si realmente merece la pena que la tengamos en cuenta.
Panasonic TX-65FZ950: especificaciones técnicas
El corazón de este televisor de Panasonic es su panel OLED de 10 bits capaz, según la marca japonesa, de alcanzar picos de brillo máximo de hasta 1.000 nits. Esta característica es, precisamente, la que lo hace compatible con las especificaciones HDR10 y HDR10+ (esta última permite al televisor ajustar la iluminación de cada secuencia durante la reproducción de los contenidos recurriendo a metadatos dinámicos).
No obstante, como os he adelantado en la introducción de este artículo, el rendimiento del panel está claramente condicionado por el procesado de imagen y la calibración vigente durante la reproducción, por lo que merece la pena que profundicemos en estas características. Lo haremos un poco más adelante, en la sección dedicada a la calidad de imagen.
Una característica muy interesante de este televisor es que incorpora los asistentes de voz Alexa, de Amazon, y Assistant, de Google, por lo que podemos utilizarlos para llevar a cabo algunas funciones básicas, como modificar el volumen, encender la tele o apagarla, cambiar de canal, etc.
La experiencia que nos propone Panasonic al permitirnos controlar este televisor con nuestra voz es similar a la que nos ofrecen los smartphones con Android o los altavoces inteligentes de Amazon y Google, con los que debería poder comunicarse sin problema siempre y cuando todos los dispositivos de estos ecosistemas estén conectados a la misma red doméstica.
Este televisor incorpora una barra de sonido con cuatro altavoces y una potencia total de 80 vatios cuyo audio ha sido afinado por Technics
Aunque profundizaremos en lo que nos ofrece más adelante creo que es un buen momento para que os anticipe que junto a este televisor la marca japonesa incluye una barra de sonido ecualizada por Technics, una firma que pertenece al grupo empresarial Matsushita, que es el mismo que posee la propiedad de la marca Panasonic.
Lo interesante es que Technics es una compañía especializada en audio de alto nivel que parece haber recuperado la forma después de colocar en el mercado desde su regreso en 2014 varios productos muy bien recibidos por los aficionados, como, por ejemplo, la séptima revisión, si no incluimos las ediciones especiales, de su reputado giradiscos de tracción directa SL-1200. En la sección dedicada a la calidad de sonido de este análisis veremos si se nota la mano de Technics en el audio de este televisor. O si, por el contrario, no es una característica diferencial.
En lo que concierne a la conectividad los usuarios tenemos derecho a exigir que todas las entradas HDMI de un televisor de gama alta que cuesta 4.000 euros implementen la especificación 2.0. Y, acertadamente, las cuatro entradas de este modelo (tiene dos conectores laterales y otros dos traseros) son HDMI 2.0. Hoy en día esta característica puede parecer básica, pero, sorprendentemente, muchos televisores aún incorporan uno o dos puertos HDMI 1.4, que son sensiblemente más limitados.
Aun así, en este terreno Panasonic no ha hecho del todo bien los deberes. Y es que, aunque podemos enviar a los cuatro puertos HDMI de este televisor señales 4K UHD a 50 y 60 Hz, solo los puertos 1 y 2 soportan las codificaciones de color 4:4:4 y 4:2:2, que son las que nos ofrecen la menor compresión, y, por tanto, la mayor calidad. Si recurrimos a las entradas HDMI 3 y 4 la codificación de color hábil es 4:2:0, que tiene una calidad inferior a las anteriores. No es nada dramático en absoluto, pero es algo que a los frikis de la imagen suele importarnos. En cualquier caso, nos viene bien tener en cuenta que no todos sus puertos HDMI son iguales.
Además de las conexiones HDMI de las que acabo de hablaros este televisor cuenta con tres puertos USB (dos de tipo 2.0 y el otro 3.0) que podemos utilizar tanto para conectar discos duros u otros periféricos como para alimentar algunos dispositivos de bajo consumo, como, por ejemplo, las consolas en formato mini de Nintendo o Sony. También tiene la pertinente toma Ethernet, dos ranuras para tarjetas CI 1.4 (Common Interface) y una ranura más para leer tarjetas SD, entre otras conexiones.
PANASONIC TX-65FZ950 | Características |
---|---|
TECNOLOGÍA DEL PANEL | OLED (10 bits) / Ultra Bright Panel |
TAMAÑO | 65 pulgadas |
RESOLUCIÓN | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
CERTIFICACIONES HDR | HDR10, HDR10+ y HLG (picos de brillo máximo de 1.000 nits) |
PROCESADOR DE IMAGEN | Panasonic HCX (Hollywood Cinema Experience de 4 núcleos) |
CERTIFICACIÓN THX | Sí |
MODO DE CALIBRACIÓN ISF | Sí |
SINTONIZADOR DIGITAL | DVB-T/T2/DVB-S2/DVB-C |
SONIDO | Barra integrada con una potencia total de 80 vatios (20 vatios x 2 + 20 vatios x 2) |
COMPATIBILIDAD CON ASISTENTES DE VOZ | Amazon Alexa y Google Assistant |
SINTONIZADOR TRIPLE HD | Sí |
SISTEMA OPERATIVO | Panasonic My Home Screen 3.0 / Panasonic Media Center |
DLNA | Sí (DTCP-IP/DMP/DMR/DMS) |
BLUETOOTH | Sí (teclado/ratón/dispositivo de audio) |
FORMATOS DE VÍDEO SOPORTADOS | AVCHD/Progressive, AVI/HEVC/MKV/WMV/MP4/M4v/FLV/3GPP/VRO/VOB/TS/PS, MP3/AAC/WMA Pro/FLAC/Apple Lossless/WAV y JPEG |
CONEXIONES HDMI | 4 x HDMI 2.0 (2 laterales y 2 traseras) con HDCP 2.2 |
USB | 3 (2 x USB 2.0 y 1 x USB 3.0) |
CONEXIONES ADICIONALES | 1 x RJ-45, 2 x CI Plus 1.4, 1 x ranura para tarjetas SD, 1 x entrada de vídeo por componentes/compuesto, 1 x salida audio EIAJ/TosLink y 1 x salida auriculares |
ETIQUETA ENERGÉTICA | Clase A |
DIMENSIONES | 1.449 x 909 x 330 mm (con soporte) |
PESO | 36 kg (con soporte) |
PRECIO | 3.999 euros |
Diseño y experiencia de usuario: la fluidez es una de las bazas de este televisor
Si observáis las fotografías que ilustran este artículo podéis ver que el diseño de este televisor de Panasonic está en consonancia con lo que podemos esperar de un modelo de alta gama: sus marcos son finos, la peana es estilizada y la barra de sonido incluida en el paquete encaja bastante bien con la estética del televisor.
Por detrás, como la mayor parte de los televisores de las grandes marcas de electrónica de consumo, no resulta tan atractivo como por delante, algo que no tiene por qué ser un problema si lo colocamos cerca de una pared. Curiosamente, el fabricante que más cuida la estética del panel trasero de sus televisores es Bang & Olufsen, pero también es una de las marcas más caras del mercado.
En la fotografía que tenéis debajo de estas líneas podéis intuir lo fino que es el panel OLED de este televisor. De hecho, el tercio superior del dispositivo tiene un grosor de solo unos 5 mm porque la electrónica reside en la parte inferior, que es sensiblemente más gruesa, aunque no me parece nada exagerado (tiene un fondo de 62 mm si no tenemos en cuenta el soporte).
El panel trasero del televisor está fabricado con un policarbonato de cierta calidad (el policarbonato es un polímero industrial utilizado para producir plásticos), pero el marco que rodea el panel es metálico, lo que, además de protegerlo de posibles golpes fortuitos, lo hace más atractivo desde un punto de vista estético.
La toma de antena, varias entradas HDMI, algunos de los puertos USB y las demás conexiones residen en el extremo derecho del panel posterior (si observamos el televisor desde detrás), pero no quedan a la vista porque están ocultos por una gran tapa de plástico. No me parece una mala idea recurrir a esta tapa porque esconde las conexiones y una parte de la longitud de los cables, pero si utilizamos varios HDMI y USB simultáneamente, sobre todo si los primeros son de alta calidad y tienen una sección importante, podríamos vernos obligados a prescindir de la tapa para no forzar los cables con un doblez demasiado pronunciado.
Vamos ahora con la que sin duda es una de las virtudes de este televisor: la fluidez con la que nos permite movernos a través de la interfaz y ejecutar las aplicaciones. El modelo OLED tope de gama que Panasonic presentó el año pasado, el TX-EZ950E, nos sorprendió cuando lo analizamos por la agilidad con la que ejecuta My Home Screen 2.0, que es el sistema operativo derivado de Firefox OS implementado por los ingenieros de esta marca.
El modelo que estamos analizando incorpora My Home Screen 3.0, que es la última iteración del sistema operativo que Panasonic ha puesto a punto para sus televisores. La buena noticia es que sigue corriendo con mucha fluidez, una cualidad que permite a este televisor ofrecernos una experiencia más satisfactoria que la que nos propone la mayor parte de los televisores con Android TV, que es una solución software más pesada.
My Home Screen 3.0, que es el sistema operativo derivado de Firefox OS de este televisor, es más rápido que Android TV, pero también menos resultón que Tizen OS, el sistema operativo de las teles de Samsung
Pero, desafortunadamente, no todo son buenas noticias. My Home Screen 3.0 es una capa de software ligera, pero también es más espartana y menos atractiva desde un punto de vista visual que las interfaces de los televisores de otras marcas, como, por ejemplo, los de Samsung, que cuentan con una interfaz con un diseño sofisticado y más resultón.
Lo que me parece un acierto es la inclusión de un segundo mando a distancia junto al mando principal que está equipado con un pequeño panel táctil que nos facilita mucho el desplazamiento a través de las apps y las opciones de la interfaz. Incorpora muchos menos botones que el mando a distancia principal, pero, aun así, no echaremos en falta ninguna opción importante cuando lo utilicemos de forma cotidiana. De hecho, este fue el mando a distancia que más usé durante las horas que invertí en el análisis de este televisor.
Otra opción de interacción con esta tele que tenemos a nuestra disposición es el control por voz, que funciona, y lo hace bastante bien. Aun así, en la práctica esta solución me parece más lenta que el control a través del mando a distancia, sobre todo si utilizamos el mando reducido que podéis ver en la fotografía que tenéis encima de estas líneas. No obstante, esto no significa en absoluto que no me parezca buena idea la integración en este televisor de Alexa y Google Assistant. Contar con estos asistentes es una ventaja, pero su valor real surge al manipular el televisor de forma remota o al interactuar con él a través de otros dispositivos, y no tanto, en mi opinión, durante un uso convencional.
Calidad de imagen: este es uno de los modelos OLED mejor calibrados de fábrica
Para poner a prueba la calidad de imagen de este televisor de Panasonic recurrí a mi batería de películas habitual: 'La llegada', 'El renacido' y 'Blade Runner 2049', todas ellas tanto en versión 1080p (Blu-ray Disc) como 4K Ultra HD (Blu-ray 4K), así como las dos primeras en DVD para poner a prueba el algoritmo de escalado. Estas cintas destacan por su estupenda fotografía y gran calidad de imagen. Durante las pruebas de colorimetría, contraste y brillo también recurrí a las herramientas White Screen Page y Lagom LCD Test.
Desde una perspectiva global este televisor nos ofrece la calidad de imagen que podemos esperar encontrar en un dispositivo OLED de gama alta: unos negros profundos, un nivel de detalle en zonas oscuras fantástico y una colorimetría amplia y fidedigna. Además, en el apartado en el que otros televisores OLED se quedan cortos, sobre todo si los comparamos con las soluciones LCD LED más avanzadas, que no es otro que la entrega de picos de brillo elevados, este modelo sale bien parado. Y es que alcanza picos de 1.000 nits, que es lo que le permite reproducir contenidos compatibles con la especificación HDR10+.
Una prueba bastante contundente de lo bien que le sienta el HDR a esta tele es la segunda secuencia de 'El renacido', esa en la que Leonardo DiCaprio atraviesa una zona pantanosa en el seno de un bosque que nos permite ver el brillo del sol entre las copas de los árboles. La extraordinaria fotografía de Emmanuel Lubezki luce de maravilla en este televisor. Por supuesto, el buen rendimiento del HDR se apoya no solo en la capacidad de entrega de luminosidad del panel OLED, sino, sobre todo, en la profundidad de los negros, que son todo lo intensos que podemos exigir a un panel que recurre a esta tecnología.
Todo esto está muy bien, pero ya lo hemos visto en otros televisores OLED. Lo que realmente hace diferente a este modelo de Panasonic, y le permite superar a muchos de sus competidores, es su excelente calibración de fábrica. La marca japonesa presume de haber recurrido a algunos profesionales del sector de la masterización digital para cine y televisión con el objetivo de conseguir que sus televisores, y este es el más sofisticado de todos, recreen las imágenes de las películas de la forma más respetuosa posible con la visión original de los cineastas (especialmente del director de la cinta y el director de fotografía, que son los que tienen la última palabra en lo que concierne al estilo visual).
Dejando a un lado los argumentos de marketing utilizados por Panasonic para que nos fijemos en su televisor, lo cierto es que la calibración por defecto es estupenda. El modo de imagen que me parece más convincente para cine es THX Cinema por una razón: nos ofrece una estética muy cinematográfica, con unos colores no excesivamente saturados, que luce asombrosamente bien cuando la fotografía de las películas acompaña, que es lo que sucede en los tres títulos que he mencionado al principio de esta sección.
No obstante, el mérito no recae únicamente en la minuciosa calibración que ha llevado a cabo Panasonic, sino también en el eficaz procesado de las imágenes que ejecuta el procesador HCX con el que cuenta este televisor. Con total honestidad, esta es la única tele hasta la fecha con la que no me he visto obligado a manipular ni los parámetros de imagen ni los algoritmos de procesado con el objetivo de adecuar su rendimiento a mis preferencias. Quizás con más días de uso habría decidido ajustar algún parámetro ligeramente, pero os aseguro que este televisor luce espectacular tal y como lo sacamos de su embalaje.
En lo que concierne al escalado este televisor juega en la misma liga en la que compiten los modelos de gama alta de Sony, LG o Samsung, entre otras marcas. El escalado desde 1080p, sobre todo si la fuente es un Blu-ray Disc, lo lleva a cabo con mucha precisión, tanta que en ocasiones podemos creer que estamos viendo contenido 4K nativo. Sin embargo, cuando el televisor escala una fuente de vídeo con resolución 720p o estándar, el resultado no es ni mucho menos tan convincente. Y es lógico que sea así debido a que el algoritmo de escalado dispone de mucha menos información cuando debe enfrentarse al reto de asignar un color preciso a cada uno de los píxeles que no forman parte de la fuente original.
Un último apunte antes de dar por concluida esta sección: en la fotografía que tenéis debajo de estas líneas podéis ver cuáles son los modos de imagen predefinidos con los que cuenta este televisor. Por supuesto, los usuarios podemos manipularlos, y también crear nuestro propio modo personalizado, pero en un televisor con una calibración tan bien afinada no es ni mucho menos necesario que invirtamos nuestro tiempo en estos ajustes. Si os hacéis con él os sugiero que, eso sí, dediquéis un poco de tiempo a los modos disponibles para que podáis elegir los que mejor encajan con vuestras preferencias.
Así es la experiencia que nos ofrece con juegos
Todo lo que he defendido en lo que concierne a la calidad de imagen de este televisor cuando lo utilizamos para reproducir contenidos cinematográficos es perfectamente aplicable a los videojuegos. Su contraste nativo, nivel de detalle en zonas oscuras, gama dinámica y colorimetría consiguen que los juegos luzcan a las mil maravillas. Nosotros lo conectamos a nuestra Xbox One X y con títulos como 'Gears of War 4' o 'Forza Horizon 4' este televisor te deja petrificado.
Al margen de su calidad de imagen, una de las ventajas que nos ofrecen los televisores OLED cuando los usamos para jugar frente a los modelos LCD LED consiste en que el tiempo de respuesta de los paneles OLED es prácticamente inapreciable. De hecho, son incluso más rápidos que los paneles LCD TN usados en algunos monitores para gaming (muchos paneles OLED fabricados por LG Display tienen un tiempo de respuesta de unos 0,1 ms).
Eso sí, si queremos que su latencia de entrada sea reducida es imprescindible que activemos el modo 'Juego', que deshabilita buena parte del procesado de imagen. Al hacerlo la latencia se sitúa tanto en 1080p como a resolución 4K UHD entre 20 y 25 ms, una cifra que está realmente bien si la comparamos con los televisores OLED de otras marcas, que suelen superar claramente los 30 ms, pero que no resulta tan atractiva como los 15 a 20 ms de latencia en torno a la que orbitan los televisores QLED más avanzados de Samsung.
Jugar con este televisor de Panasonic es una auténtica gozada. La única pega que puedo ponerle en este terreno, y más que una desventaja es una duda razonable, deriva de la posibilidad de que a largo plazo se produzca retención permanente en el panel provocada por los elementos estáticos de las imágenes de los videojuegos. Los fabricantes de televisores OLED aseguran que es un problema que tienen controlado y que sus algoritmos previenen con eficacia, pero me parece razonable poner esta duda sobre la mesa. Si tenéis curiosidad y queréis saber qué técnicas utilizan para evitar la retención de imágenes podéis leer el artículo en el que lo explicamos con todo lujo de detalles.
Calidad de sonido: Panasonic ha hecho los deberes
El estilizado chasis de los televisores OLED y LCD LED modernos no da para muchas alegrías en materia de sonido. Para reproducir las frecuencias medias y los agudos no necesitamos altavoces con un diafragma muy grande, y tampoco es necesario aplicar presión sobre grandes volúmenes de aire. Pero unos graves contundentes y con pegada requieren un woofer con un diámetro respetable y capaz de mover mucho aire. Junto a este televisor Panasonic incluye una barra de sonido diseñada específicamente para ofrecernos un conjunto con un acabado visual atractivo que, debo reconocerlo, me ha sorprendido gratamente.
Y es que esta barra suena realmente bien. Reproduce las frecuencias medias y los agudos con un nivel de detalle alto, tiene una dinámica convincente y durante nuestras pruebas fue capaz de llenar de sonido con suficiencia la sala de más de 40 metros cuadrados en la que analicé este televisor. Sin duda, esta es una buena carta de presentación. Pero, como esperaba, su rendimiento no resulta tan convincente cuando debe enfrentarse a la reproducción del extremo grave.
Para reproducir un grave con extensión y pegada es imprescindible que el diafragma del woofer aplique presión sobre un volumen de aire importante, y las evidentes limitaciones físicas impuestas por el tamaño de la barra de sonido lo impiden. Aquellos usuarios que quieren obtener un grave pletórico, o bien sonido multicanal real, se verán obligados a apostar por un equipo de audio dedicado. Pero todos los demás es probable que estén satisfechos con el sonido que nos ofrece la barra que acompaña a este televisor.
Como os adelanté en los primeros párrafos de este análisis, Panasonic ha recurrido a los ingenieros de Technics para afinar el sonido de esta tele. Y parece que la maniobra les ha salido bien porque su rendimiento global en este apartado es superior al de otros televisores OLED y LCD LED de gama alta que he tenido la ocasión de probar. Aun así creo que habría sido una buena idea que un modelo de 4.000 euros incluyese también un subwoofer capaz de reproducir sin inmutarse el extremo grave del espectro de frecuencias.
Un último apunte para concluir este epígrafe del artículo: desde la sección 'Sonido' del menú de ajustes del televisor podemos actuar sobre la ecualización del audio para adecuarlo a nuestro gusto. No está de más dar un poco de energía a los graves, aunque lo ideal es ajustar este parámetro dependiendo de la proximidad del televisor a la pared trasera. Si la pared está muy próxima no hará falta que enfaticemos mucho los graves, y si está alejada podremos dar a estas frecuencias más energía. En cualquier caso, por mucha «caña» que demos a los graves desde el menú de ajustes no lograremos un rendimiento equiparable al de un subwoofer. Y es preferible que no nos propasemos porque, de lo contrario, podría incrementarse sensiblemente la distorsión.
Panasonic TX-65FZ950: la opinión y nota de Xataka
Este televisor OLED es de los que calan hondo. Como hemos visto a lo largo del artículo tiene a su favor un diseño bastante cuidado, un sonido superior al de buena parte de sus competidores, y, sobre todo, una calidad de imagen global sobresaliente. Pero la baza que le permite mirar a algunos modelos de gama alta de otras marcas por encima del hombro es su atinada calibración de fábrica, que es en gran medida la responsable de su estupenda calidad de imagen.
También me ha dejado un buen sabor de boca la fluidez con la que mueve la interfaz y ejecuta las apps, aunque, como he explicado unos párrafos más arriba, en lo que concierne a su diseño My Home Screen 3.0 me gusta menos que otras opciones rivales, como, por ejemplo, Tizen OS, el sistema operativo utilizado por Samsung en sus televisores.
¿Lo mejor de este televisor? La fluidez con la que ejecuta el sistema operativo, su cuidado sonido, y, sobre todo, lo bien calibrado que sale de la fábrica
Una carencia que no puedo pasar por alto en un producto de su precio es la ausencia de compatibilidad con el estándar Dolby Vision, que actualmente nos ofrece el HDR más espectacular, y con el que cuentan los televisores del mismo segmento de, por ejemplo, LG y Sony. No obstante, estas dos «pegas» no empañan el buen trabajo que ha realizado Panasonic durante la puesta a punto de este modelo. En mi opinión este es uno de los mejores televisores OLED de gama alta que podemos encontrar actualmente en el mercado, por lo que, si encaja en nuestro presupuesto, merece la pena tenerlo en cuenta.
9
A favor
- Su calidad de imagen global es sobresaliente
- Viene muy bien calibrado de fábrica
- Ejecuta el sistema operativo y las aplicaciones con fluidez
- Su sonido está a la altura del que podemos exigir a un televisor de gama alta
En contra
- A diferencia de algunos de sus competidores, este televisor carece de soporte Dolby Vision
- La interfaz My Home Screen 3.0 es un poco espartana. Sería deseable que fuese más estilizada
- En el mercado hay otros televisores OLED de prestaciones similares con un precio más bajo
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Panasonic. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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