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LG V40 ThinQ tras un mes de uso: éste es el camino para volver a competir contra los mejores

Era octubre del año 2015 cuando LG daba el pistoletazo de salida a su nueva familia, los teléfonos de la serie V, con el nuevo LG V10. Teléfonos que ofrecían diversas ventajas, algunas desaparecidas como la segunda pantalla frontal, y otras que han permanecido hasta ahora, como la doble cámara para selfies. El LG V40 era el último ejemplar hasta la llegada del nuevo V50 con conectividad 5G, y tras analizarlo hemos pasado un mes completo con él.

Un dispositivo que hace honor a la etiqueta de "gama alta" en muchas de sus características pero que cuenta con el importante handicap de haber llegado en la segunda mitad del ejercicio, y además haber tenido una distribución internacional demasiado pausada. Aún así, hemos compartido 30 días con el LG V40 y os contamos nuestras sensaciones durante todo este mes de uso.

Mes de uso con el LG V40 en vídeo

Estético, cómodo y realmente bien construido

En medio de esta invasión del cristal en ya casi todas las gamas del mercado, se agradece algún tipo de propuesta innovadora como la que plantea LG con su V40. No porque no esté hecho de cristal, que lo está, sino porque le ha aplicado un tratamiento que hace que, en mano, parezca un móvil metálico, y que tenga una estética diferenciadora frente a su competencia.

Si sois unos obsesos de las huellas sobre el cuerpo de los teléfonos de cristal, estáis de enhorabuena. LG ha logrado que su V40 sea realmente limpio en este sentido. En todo este mes de prueba no hemos sentido la necesidad de realizar limpiezas compulsivas, ni de la espalda del terminal ni tampoco del frontal. Entre el tratamiento del vidrio y la capa oleófuga, el modelo se ha portado realmente bien y eso siempre es un detalle a agradecer.

Cómodo, ligero, con un diseño que arranca miradas y la única pega de un lector de huellas demasiado camuflado al tacto.

Caso aparte es el de su ergnonomía, también muy bien trabajada. Un teléfono que roza los 16 centímetros de altura pero que resulta muy cómodo en mano, y que ni siquiera es tan frío como otros modelos de cristal. Lógicamente, con 6,4 pulgadas de pantalla tendremos que emplear dos manos para uso en múltiples situaciones, pero el agarre es cómodo, se agradece que sea "estrecho", dentro de lo posible, y que pese a su gran tamaño sólo llegue a los 169 gramos.

La pantalla encastra casi a la perfección con el marco metálico, y el cuerpo continúa hacia la espalda, haciendo de este LG V40 un teléfono que da gusto sujetar en la mano y, sobre todo, que da gusto enseñar. Un LG V40 realmente estético y bien diseñado, y no podemos sino dar la enhorabuena a LG en este sentido pues su teléfono es realmente diferencial en un océano de bloques de cristal con el frontal negro. No es fácil lograr algo así, pero este LG V40 arranca miradas.

En cuanto al rendimiento de la pantalla, otro punto excelente para el dispositivo. 6,4 pulgadas OLED con resolución QHD+ y con 'notch', y un brillo realmente envidiable. Adaptabilidad a toda velocidad con el modo automático, y un pico de brillo extra que aunque penaliza el consumo hace que el teléfono se ve a la luz del sol realmente bien. Puede que estemos ante el punto más destacado de este V40, pues si lo combinamos con el sonido y unas cuantas series o películas, el conjunto resulta muy potente en el apartado multimedia.

Tal vez se le pueda poner, sin embargo, un pequeño "pero" al diseño. Hablamos del lector de huellas trasero, que si bien tiene un funcionamiento al que nada se le puede objetar, resalta poco con respecto a la carcasa. El lector está tan disimulado que tardamos un par de días en hacernos con su posición de memoria para poder desbloquear el teléfono sin necesidad de buscarlo. Un leve resalte sobre la carcasa no habría perjudicado la estética del teléfono, y habría hecho más fácil dar con el "a ciegas". Por lo demás, un gran trabajo.

Potencia para todo lo que pidamos... pero firmada en 2018

Como hemos comentado en varias ocasiones durante el análisis en vídeo, tal vez el mayor problema que encuentra este LG V40 es que llega al mercado demasiado tarde. Eso no hace que se trate de un teléfono poco potente, pues más bien es al contrario. El Snapdragon 845 y los 6GB que le acompañan han podido con todo lo que le hemos echado encima. Desde juegos de lo más exigentes a aplicaciones con gran carga sobre el procesador, pasando por días de redes sociales, navegación, vídeo y poco más.

Se trata un modelo muy robusto en el apartado de rendimiento y la capa está realmente optimizada. Navegar por los menús del LG V40 se hace a toda velocidad, y la posibilidad de personalizar los botones virtuales de navegación, o directamente elegir ocultarlos, es sin duda un acierto. Algo que comparte con otros fabricantes pero que destaca en el conjunto de la capa de este LG V40, que nos ha puesto las cosas fáciles en todo momento.

Tal vez no sea el móvil más potente de los lanzados en 2018, pero el LG V40 puede con todo.

Unido a este rendimiento, los 128GB de almacenamiento nos han dado espacio para todo: almacenar fotografías, descargas, aplicaciones y juegos de gran peso y vídeos en distintas resoluciones, pues no olvidemos que tenemos 4K por aquí, aunque no se mencione de forma habitual por la "costumbre". Por supuesto, no queremos dejar fuera el apartado de batería, tal vez otro de los problemáticos del teléfono junto a su fecha de llegada y su precio de venta.

3.300 mAh para alimentar un teléfono de 6,4 pulgadas de pantalla QHD+ parece poco sobre el papel, y por desgracia se ha demostrado que también lo son en la realidad. Durante estos 30 días de uso, raras han sido las ocasiones en las que hemos logrado a arrancar al V40 más de 5 horas de pantalla. Tal vez un par de días o tres de la totalidad de la prueba. Bajo WiFi, rozando las 5 horas por debajo. Bajo cobertura de datos, 3,5 horas en días con algo más de exigencia de la cuenta.

La autonomía, un punto gris. Los 3.300 mAh se quedan cortos, aunque contamos con carga rápida e inalámbrica.

Una batería gris la de este LG V40 que, sin embargo, tiene algunos puntos a favor. Y esos son que tenemos carga rápida Quick Charge 3.0, que carga el 50% del teléfono en aproximadamente 40 minutos, y también tenemos carga inalámbrica. Así que podemos dar un "chute" de energía de varias maneras. Pero eso no evitará que si nos queda media batería cuando salgamos de casa, sintamos nerviosismo ante la posibilidad de que la pila nos abandone antes de la cuenta. El tamaño de las baterías y la autonomía, una de las tareas pendientes de LG.

No queremos cerrar el apartado de rendimiento sin hablar del sonido de este LG, algo muy cuidado en todos los teléfonos de la marca pero que destaca especialmente en el V40. La caja de resonancia interna Boombox brilla en cuanto posamos el teléfono en una mesa, y el sonido a través de auriculares y Bluetooth es excelente. Como hemos dicho antes cuando hablábamos de la cámara, ver series o películas en este V40 da gusto. Un afinamiento del teléfono enfocado hacia el consumo de vídeo y música notable. Así sí.

Una cámara excelente y con un apellido "ThinQ" justificado

Pese a que son otros los que se llevan la fama por contar con las "mejores cámaras" para un teléfono móvil, lo cierto es que LG siempre compite a buen nivel y la propuesta de este LG V40 es realmente atractiva. En él nos topamos con cinco cámaras, tres situadas a la espalda con una estructura que ya nos es muy conocida y otras dos en el frontal, marca de la casa cuando hablamos de un LG de la serie V.

Una cámara con buenos resultados en casi todas las situaciones, y una versatilidad de la que es difícil desprenderse

Dando la vuelta al teléfono nos topamos con 12 megapíxeles principales, con lente f/1.5, con otros 16 megapíxeles con lente gran angular de 107º y una tercera cámara de 12 megapíxeles que es la encargada de darnos zoom óptico de dos aumentos. Por supuesto, tenemos desenfoque selectivo o bokeh y todo tipo de filtros y bondades por software. En el frontal, 5 megapíxeles con lente gran angular y otros 8 megapíxeles con lente normal. También hay gran angular para selfies, y también hay desenfoque para los selfies.

¿Cómo se portan estas cámaras? Pues de una forma excelente, aunque también hay que comentar matices. Con el sistema triple hemos tenido una cámara muy versátil durante todo este mes de uso. Fotografías cercanas y lejanas, y aún más lejanas tirando de la lente gran angular con un interruptor en pantalla bastante intuitivo, un buen trabajo del software. El desenfoque también es de buen nivel y podemos regularlo, por lo que ya no habrá quejas sobre si queda más o menos artificial. Bastará con tirar del selector de desenfoque para ajustarlo a nuestro gusto.

Durante las pruebas hemos tenido fotografías muy luminosas y un buen desempeño tanto de día como de noche, y sólo podemos poner la ligera pega de que los colores son algo planos. Tal vez un poco de realce le habría sentado bien, o un punto más de saturación, pero el desempeño ha sido bastante bueno y la cámara deja sabor de boca. Sobre todo, como decíamos, por la versatilidad de contar con un zoom óptico junto a un gran angular.

En cuanto a los selfies, el mismo problema y las mismas ventajas que en la parte trasera. Tenemos desenfoque ajustable, y la posibilidad de tirar de la lente gran angular o de la normal, alejando o acercando nuestra cara a la cámara sin tener que movernos. Los colores, otra vez, algo planos y poco realzados. Nada que no se puede ajustar posteriormente con una ligera edición, claro está, pero algo a comentar. Las cámaras de este LG V40 dejan buen sabor de boca, enfocan a toda velocidad y nos sirven para casi todas las situaciones. Buen trabajo. Tal vez no para situarse en el Top 5 de fotografía actual, pero desde luego sí cerca de los líderes del sector.

Las conclusiones tras un mes de uso

No cabe duda de que la primera división de la telefonía móvil tiene cada vez más exponentes, y que éstos son cada vez más competitivos. LG pugna por volver a colarse entre ellos mejorando sus gamas cada año, y este LG V40 parece el más claro ejemplo de que están muy cerca de ello. Pero es innegable que tiene algún que otro problema que puede acarrearle disgustos, como su autonomía.

Con un precio de venta más bajo, el LG V40 podría ser una bestia competitiva. Confiemos en que la llegada del V50 ayude a que eso suceda.

Una pantalla sobresaliente montada sobre un cuerpo bien construido, ligero para sus dimensiones y con un tacto excelente. Seguramente será una de las cosas que más echemos de menos junto con sus cámaras. Un teléfono que pese a contar con un año de vida tiene poco que envidiar a los actuales en potencia y fluidez, pero que aún así tiene un año de vida. Y eso debería notarse en el precio, pero no lo hace. Salir a estas alturas del mercado a 900 euros con un cerebro de principios de 2018 va a hacer que este V40 tenga un sensible handicap.

Una lástima porque hemos tenido durante un mes un teléfono que lo hace prácticamente todo bien, y que se probablemente se vea condenado por la política comercial de la compañía. No sólo por haber llegado tarde a muchos mercados, meses después de su lanzamiento, sino por un precio que le hará competir incluso con su sucesor, que ya está aquí. Difícil justificar 900 euros por un V40 cuando el V50 5G ya existe. Confiemos en que baje de precio ahora que ya no es "el nuevo" de su familia. Le facilitaría mucho las cosas. Buen trabajo, LG. Aunque no del todo redondo.

LG V40 - Smartphone Libre de 6.4'' QHD+ (5 cámaras 16 MP f1.9, 6 GB RAM, 128 GB Memoria, Sistema en español) Color Azul

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de LG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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