Fitbit Charge 3, análisis: un diseño compacto que esconde una batería suprema

Con la llegada de los relojes inteligentes se puso en duda el futuro de los wearables, pero las pulseras cuantificadoras aún tienen su cabida y Fitbit es uno de los fabricantes centrados en este tipo de productos. Uno de ellos os lo mostramos hoy en detalle en el análisis de la Fitbit Charge 3, la última propuesta para monitorizar nuestra actividad sin complicaciones.

Una pulsera que llega actualizando el diseño y las prestaciones de la anterior, la Fitbit Charge 2, aunque recordando bastante a ésta en lo referente a estética y a la app que realmente permite sacarle partido. La hemos puesto a prueba (y con ello también nuestra pauta deportiva y nuestra dieta, entre otras cosas), y os lo contamos en detalle.

Ficha técnica de la Fitbit Charge 3

Fitbit Charge 3
Pantalla Pantalla táctil OLED en escala de grises
Dimensiones y peso 36,28 x 11,9 x 22,38 milímetros, 14 gramos (dispositivo sin correa)
Sensores Acelerómetro de tres ejes, monitor óptico de ritmo cardiaco, altímetro, motor de vibración, sensor SpO2 relativo
Batería Polímero de litio
Conectividad Bluetooth 4.0
Resitencia y requisitos ambientales Resistencia al agua hasta 50 metro
Temperatura de funcionamiento de -10 a 45ºC
Altura máxima de funcionamiento: 8.535 metros
Precio 149 euros precio oficial, desde 136 euros en Amazon

Una construcción para que sea una verdadera todo terreno

Fitbit ha ido especializando sus productos hasta crear distintas líneas, combinando usos y diseños de manera que el abanico es mayor a la hora de encontrar el que pueda encajarnos. Las Charge son en cierto modo algo intermedio entre las Fitbit Alta y el Fitbit Ionic a nivel de diseño, con la geometría de la primera pero más ancha y cuadrada.

Como hemos dicho al principio, es una actualización ligera de la Charge 2 y las formas se mantienen bastante. La pantalla tiene aproximadamente una pulgada de diagonal, estando rodeada de un considerable marco de 3,66 milímetros a los lados y unos 4 los superior e inferior, aunque no da sensación de ser tan grueso al estar en escala de grises (con el texto blanco sobre fondo negro).

No llega a la discreción de dispositivos como el Misfit Ray, pero dentro de lo que cabe no es llamativa por tamaño y tanto correa como caja tienen acabados que ayudan a que pueda combinar con estilos no necesariamente "sport". Más importante es puntualizar que la construcción es de calidad, así como los materiales, los cuales resisten bien tanto a pequeños golpes como al agua, tal y como indican las especificaciones.

Dos colores y un botón que no lo parece

La visualización es correcta en cualquier situación, tanto a plena luz del día en exteriores o cuando estamos nadando con ella debajo del agua. El brillo máximo es más que suficiente, y el ajuste de brillo automático trabaja bien. De hecho, una mejora de cara a esto en futuras versiones de software podría ser poder ajustarlo gradualmente y no sólo eligiendo entre atenuar, automático y normal, dado que en muchas situaciones el automático queda por encima de lo necesario.

La respuesta táctil funciona bien, y tanto la pulsación como la activación de pantalla se suceden con normalidad a nuestro toque

La respuesta táctil funciona bien, y tanto la pulsación como la activación de pantalla se suceden con normalidad a nuestro toque. El sistema tiene una navegación deslizando en las cuatro direcciones según lo que queramos consulta, partiendo de una pantalla de inicio con el reloj, el indicador de pasos que hemos dado y el de las pulsaciones por minutos.

Eso sí, si bien responde bien ante nuestros toques, no es demasiado intuitivo en un primer momento, sobre todo si no caemos en la presencia del botón de "atrás", esa pequeña hendidura en el lateral del borde metálico que nos permite retroceder al pulsarlo o bien acceder a las opciones rápidas para activar pantalla y notificaciones si pulsamos y mantenemos. Es una navegación de izquierda a derecha para la introducción de una actividad, ver el tiempo, iniciar un momento de relax (ahora veremos esto qué es) o la configuración, y de arriba a abajo para los widgets que dispone la app, a modo de escaparate.

El botón físico de "atrás".

Aquí ya vemos que la sincronización en ocasiones tarda lo suyo, y que mientras la app nos muestra el registro de la actividad de sueño puede que la pulsera no lo indique, aunque hayamos sincronizado app y dispositivo previamente y varias veces (y sobre todo tratándose de una información cuya monitorización y datos vienen de la propia pulsera). Pero en esto ahondaremos en el posterior apartado, de momento nos sirve para discernir algo más entre lo que encontramos deslizando a la derecha (más bien apps) y hacia abajo (widgets o indicadores).

Así, todo se ve muy claro y nítido. Se trata de un panel básico y monocromo, por lo que no podremos elegir colores o disposición, pero los elementos se muestran con claridad y que nos guste más o menos dependerá de cuestiones estéticas y de contenido, más que de definición o iluminación.

De la acción de los sensores en las actividades hablaremos en detalle a continuación, pero aquí cabe añadir que lo que funciona muy bien es la activación de pantalla al elevar muñeca (incluso bajo el agua). Con un movimiento natural (el de mirarnos la hora en el reloj de muñeca de toda la vida) la pantalla se activa mostrando el contenido último si la hemos consultado recientemente (por ejemplo, alguna página de widgets), la de inicio o la de actividad, sin necesidad de exagerar dicho movimiento.

Ser activo con la Fitbit Charge 3

Más allá de que se visualice bien el contenido, ¿es cómodo usar la Fitbit Charge 3? ¿Es eficaz su medición? Vamos a ello.

Como hicimos en su anterior versión, vamos a hablar de los dos tipos de actividades que la Fitbit Charge es capaz de registrar, refiriéndonos a los registros de un deporte o actividad específica y por otra parte a los registros de los pasos andados, la distancia y el sueño (que veremos en el siguiente apartado). En el primer caso tenemos correr, natación, bicicleta en exteriores, correr en cinta, levantar pesas y HIIT, de modo que si vamos a practicar algo distinto (el abanico es bastante escueto) tendremos que elegir la actividad más parecida.

Para ello hemos de acceder al menú de la derecha, y en un primer swipe ya nos aparece la app de registro de actividad. Tendremos que seleccionar la que nos interese y tras una primera pantalla de inicio en la que según qué actividad tendremos opciones de monitorización (establecer objetivos de distancia, etc.), ya podremos iniciar el registro si pulsamos el botón de "play".

A continuación se mostrará la pantalla de actividad, en la que según de qué deporte se trate podremos ver una serie de datos o no cada vez que demos a la pantalla. Uno de los registros a tiempo real más completos es el que tenemos corriendo, haciendo pesas o corriendo en cinta (aunque esto lo hemos probado con la bicicleta estática de spinning, por disponibilidad de medios), ya que podremos ver el tiempo de actividad, las pulsaciones, la distancia, el ritmo medio, el ritmo actual, las kilocalorías quemadas estimadas y los pasos.

Algo que no ha cambiado con respecto a la anterior versión es que estos elementos se irán mostrando a medida que demos tap y con una navegación unidireccional y cíclica. Es decir, veremos uno tras otro sin posibilidad de retroceder o ir a uno en concreto, ya que si damos al botón físico de "atrás" pondremos la actividad en pausa.

Al final de cada actividad nos muestra un resumen de lo registrado, aunque tanto en esto como en la monitorización no hay igualdad de condiciones. Cabe recalcar que en natación únicamente se muestra el tiempo durante el ejercicio, y no sabremos cuántos metros hemos hecho ni las pulsaciones (no podremos dar taps bajo el agua pero la pantalla funciona perfectamente estando mojada, por cierto) hasta que no lo consultemos en la app del móvil una vez se han sincronizado.

De igual modo, en el resumen sólo muestra el tiempo y ningún otro dato más, lo cual choca bastante cuando nos envía a consultar la app del móvil y en ésta lo vemos todo (cuando los datos obtenidos vienen únicamente de la pulsera). De hecho, esto nos lleva a algo que siempre nos deja a medias en estos dispositivos: la dependencia del móvil para aspectos que no tendría por qué, como con estos datos o a la hora de poner alarmas (también nos envía al móvil).

Más allá de la interacción y de lo que muestra o no, la medida de distancia es bastante exacta y sólo nos ha bailado alguna piscina en el caso de la natación. Lo que sí falla es el recuento de pasos por hora, ya que a veces este registro se queda congelado y aunque luego vuelve a activarse de golpe no siempre los ha contado todos.

Dormir y otras "kilocalorías cómodas" con la Fitbit Charge 3

Por el otro lado, tenemos el registro pasivo de nuestra actividad. Es decir: lo que dormimos, lo que andamos y las kilocalorías que (menos mal) quemamos por nuestro metabolismo basal y la actividad no deportiva que conlleva el hecho de existir.

El número de pasos, la distancia recorrida, las pulsaciones, las kilocalorías quemadas, los pisos subidos y el sueño se nos registrarán de manera automática, mostrándose en un widget junto con el agua que hemos ingerido, el calendario menstrual/de fertilidad y la actividad física (activa) realizada (tanto las veces a la semana como los minutos al día).

El número de pasos, la distancia recorrida, las pulsaciones, las kilocalorías quemadas, los pisos subidos y el sueño se nos registrarán de manera automática

Es bastante cómodo ver los principales registros en forma de widget con swipes verticales, de hecho es la única manera de ver la batería que le queda a la Fitbit Charge 3, pero el software podría mejorar mucho a nivel de personalización. No podemos cambiar el orden ni elegir qué datos vemos (por ejemplo, siempre mostrará los del peso o el calendario menstrual en el caso del perfil femenino, que quizás prefiramos no tener a la vista).

Como hemos ya avanzado en el apartado anterior, salvo alguna excepción el registro es bastante eficaz. El del sueño mide los distintos grados, y contabiliza varios totales según horas de sueño estrictamente y el tiempo total teniendo en cuenta lo que considera estar despierto (que suele ser el sueño ligero), aunque todo esto se ve cuando abrimos la aplicación.

Y en cuanto a la duración de la batería, Fitbit cumple con su palabra y tenemos una autonomía de siete días, que puede ser incluso mayor si no nos pasamos el día consultando registros (o intentando que nos cuente todos los pasos). Eso sí, la compañía mantiene el cable de carga específico para la trasera de la pulsera (USB, no se entrega cargador), por lo que no valen otros convencionales.

Las correas se desmontan con facilidad si queremos cambiarla. Aquí vemos además el sensor trasero y los tres contactos donde encaja el cable cargador, que se acopla con una pinza.

La app de Fitbit: la compañera imprescindible si queremos ponernos "vitónicos"

Ha habido algunos cambios menores en la interfaz con respecto a la anterior versión, pero el ADN se mantiene bastante en esta app de apoyo y sincronización de los dispositivos Fitbit. Una aplicación que mantiene interfaz y características en iOS y Android y que es necesaria para sacar partido a la pulsera, sobre todo si queremos cambiar nuestros hábitos.

La interfaz se divide en pestañas, con un panel inicial que equivale a los widgets que nos aparecen en la Charge 3 al deslizar hacia abajo, seguido de paneles para desafíos, orientación, comunidad y notificaciones (propias de Fitbit, de logros y demás). Lo que probablemente usemos es el primero, ya que es como una especie de centro de control desde el cual añadimos la información complementaria a la que registra la pulsera sobre nuestros hábitos y actividad.

Va desde lo más sencillo, como añadir vasos de agua, a lo más elaborado, como intentar tener un registro de las kilocalorías ingeridas. Puede añadirse el alimento de manera manual, buscarlo en la base de datos ya existente (que en el caso de España es muy extensa) o intentar el escaneo de código de barras, lo cual es lo que menos éxito ha tenido en nuestro caso (unos dos de alrededor de diez productos).

Es muy intuitiva y en este caso sí podemos elegir qué widgets se muestran en el panel inicial, así como el orden. Podemos añadir fácilmente el agua que nos hemos bebido y los alimentos tanto en el día presente como en anteriores, y en todos los registros podemos ver más datos: la calidad del sueño, la proporción de macronutrientes, nuestros picos de actividad, etc.

Pulsando en cada una de las baldosas del panel principal vemos los datos ampliados.

De hecho, se agradece ver aquí cómo han ido nuestras pulsaciones al realizar un ejercicio, indicándonos las zonas que hemos tocado (cardio, quemagrasas, etc.), las kilocalorías quemadas estimadas y algunas estadísticas del día. Por cierto, podemos establecer el objetivo de número de actividades físicas a la semana, y la Fitbit Charge 3 cuenta como tal las caminatas que demos si pasan de unos 20 minutos (podemos eliminarlo si preferimos que no cuenten como sesión de ejercicio).

Cada apartado dispone de información ampliada tanto en gráficos como en datos.

La única pega que vemos es que las notificaciones dependen de cada app y que su configuración está algo escondida. Tuvimos que recurrir al manual de uso para encontrarlas, de todas las apps que instalamos y que nos interesaban sólo pudimos activar las de Slack y WhatsApp (quedando fuera Telegram, por ejemplo), y las de SMS, llamadas y calendario que vienen activadas por defecto.

La interacción con ellas es también bastante limitada. Lo único que podemos hacer es consultar y borrar, no podemos responder aunque sea de forma limitada como sí podíamos con el Samsung Galaxy Watch entre otros.

Con la app podemos ver los progresos que hacemos y nos "felicita" si cumplimos con los objetivos del día (y que es verdaderamente difícil lograr un día "perfecto" cuando se tiene un trabajo como éste).

Al final, per se, resulta una buena manera de tener un registro de nuestros hábitos de actividad y nutrición, si es que previamente no lo hacemos. Es una buena manera de empezar a hacerlo y casi un estímulo para usar la pulsera, sobre todo a medida que configuramos desafíos y objetivos.

Fitbit Charge 3, la opinión de Xataka

La inactividad y la actividad son inherentes al ser humano, en mayor o menor proporción según el caso, y estos dispositivos como mínimo deben ayudan a amedrentar la primera y potenciar la segunda en esa primera fase de novedad. Y lo que nos queda tras unas semanas con la Fitbit Charge 3 es que esto no dura ni un día ni dos, que dan ganas de exprimirla continuamente y de mejorar a nivel físico.

Lo que aporta es eso: un control fácil y que la curva de aprendizaje no sea muy pronunciada, de modo que al segundo día ya casi puedes sacar el máximo partido posible. La guinda es la app, que funciona muy bien tanto en iOS como en Android y es la compañera perfecta para iniciarse en una vida algo más sana (aunque podría mejorar a nivel de notificaciones).

La Fitbit Charge 3 no es tan grande como algunos relojes deportivos y da para que un deportista amateur tenga un buen control de actividad, alimentación y sueño. Ayuda también una autonomía muy buena, de más de una semana incluso, que hace que nos olvidemos de cuándo fue la última vez que la cargamos.

Eso sí, hay bastantes aspectos a mejorar para que la experiencia sea algo más grata. El recuento de pasos por hora no acaba de ir bien porque se congela en el registro y tampoco hay opción para que nos avise por vibración cada kilómetro al correr o cada cierta distancia al nadar, como sí vibra cuando a los 10 minutos de una hora aún no hemos completado los 250 pasos.

También podría mejorar la fluidez, ya que tiene algo de lag (sobre todo con batería baja, a partir del 8%), y la configuración de los elementos de la interfaz en la pulsera. La configuración desde la pulsera también podría contemplar más opciones, ya que de momento deja poco que hacer.

De este modo, es una buena compañera para los aficionados a deportes más bien comunes como correr, nadar o ir en bicicleta (esto también tiene margen de mejora, porque hay actividades como Body Pump que no corresponden bien con las establecidas y no tenemos un registro fidedigno). Sobre todo para quien quiere algo todo terreno y compacto que tenga que cargar cada muchos días.

El producto ha sido cedido para la prueba por parte de Fitbit. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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