Cuando me ofrecieron la posibilidad de escribir una reseña sobre una memoria USB, mi primera reacción fue extrañarme. Poco hay que escribir acerca de un simple pendrive, ¿verdad? Se conecta por USB a nuestro ordenador y guardas todos los archivos que quieras (y quepan) en él. Es pequeño, es portable, es cómodo y ha ayudado a dejar atrás los soportes ópticos para almacenar contenido.
Pero claro, no contaba con qué tipo de memoria USB iba a contar. Y en este caso estamos hablando del Kingston Ultimate GT, el auténtico buque insignia de la marca con una inconmensurable capacidad de 2 terabytes. De repente, los discos duros de sobremesa o los NAS que tienen esta capacidad pasan a ser algo mucho más simple.
Un pequeño gran monstruo del almacenamiento
¿Qué aspecto tiene una memoria USB de 2 TB? Pues el que podéis ver en la imagen superior: es algo más grande que una memoria USB normal y corriente, pero creo que seguimos pudiendo llamarlo memoria USB. Cabe perfectamente en la palma de mi mano, en los bolsillos y en los compartimentos de cualquier mochila donde lo quieras llevar. Sí que se nota que pesa bastante más que una memoria USB normal cuyo peso casi nunca notamos: el Ultimate GT pesa 136 gramos.
Su grosor puede tapar otros puertos USB del ordenador, pero Kingston ha pensado en ello y ofrece un pequeño cable alargador que resuelve el problema. Y para proteger la conexión, su carcasa de aleación de zinc se expande para esconderlo. También nos viene incluida en la caja una bolsa de transporte por si queremos protegerlo mejor.
Buena compatibilidad y mejor velocidad de lectura de lo prometido
Pasemos a las especificaciones. El Kingston Ultimate GT viene preformateado en ExFAT, lo que garantiza compatibilidad con Windows 7 SP1 y posteriores además de Linux, OS X/macOS y hasta ChromeOS. Este sistema de archivos es un heredero de FAT32, pero se libra de la limitación de los 4 GB máximos que pueden tener los archivos que se almacenan.
Este pequeño monstruo cuenta con velocidades USB 3.1 Gen 1 de hasta 5 Gbps, aunque es la propia memoria interna la que determina las velocidades. En la misma caja del Kingston Ultimate GT se nos prometen velocidades de 300 MB/s de lectura y 200 MB/s de escritura de datos. ¿Es eso cierto? Nada como un test de velocidad para comprobarlo:
Tras hacer el test varias veces las velocidades de lectura rondan entre los 250 y los prometidos 300 MB/s, pero en algunas ocasiones hasta superan esos 300 MB/s. Las velocidades de escritura se quedan más cortas, llegando a los 130-140 MB/s respecto a los prometidos 200 MB/s. No nos vamos a poner exigentes: para una memoria USB, son velocidades altas. Podríamos editar sin ningún problema vídeo a 1080p a 60 fotogramas por segundo desde el dispositivo, e incluso podríamos atrevernos con contenido a 2160p.
Algo más enorme que su capacidad: su precio
A nivel general estamos ante un auténtico pepino de memoria USB. Un enorme almacenamiento de 2 TB, unas velocidades muy respetables... ¿hay algún problema? Pues sí, su precio. El Kingston Ultimate GT cuesta $5.455.000 pesos colombianos, con una versión algo más "barata" con 1 TB de almacenamiento por $3.215.000 pesos.
Por lo tanto, la sensación que me da el Ultimate GT es que es una memoria USB que se adelanta a su tiempo. Y como toda tecnología adelantada a su tiempo, es demasiado cara para el mercado general e incluso para el mercado profesional. Kingston la ha hecho porque puede hacerla, y punto. Y eso en sí tiene una ventaja: ahora que se ha demostrado que los pendrives de 2 TB pueden existir, el simple fenómeno de la competencia hará que vayan apareciendo más modelos y la tecnología se vaya haciendo más barata.
En Xataka | Cómo era la primera memoria USB de la historia
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