Cuando se lanzó al mercado, el CD parecía el medio de almacenamiento ideal para muchos ámbitos, pero también para hacer copias de seguridad que mantuvieran nuestros datos protegidos y a buen recaudo durante años.
La realidad es muy distinta, y se ha demostrado que estos soportes pueden ser una mala opción para almacenar datos a largo plazo. Si quieres salvaguardar tus fotos y documentos más preciados, igual deberías elegir (al menos) otra alternativa.
Si crees que tus datos están seguros, atento
Tras la tragedia de aquel 11 de septiembre uno de los trabajadores de la Zona Cero llamado Jason Scott quiso conservar aquella memoria para siempre. Sacó miles de fotos y las almacenó en un medio digital que era referente en la época: en discos CD-R.
The CDRs were absolutely falling apart. Some of the photos are already lost because the CDRs just tend to rot over time, and here, about 18 years later, that was asking a lot. Back up your old CDRs please. pic.twitter.com/SVB3zxiYRQ
— Jason Scott (@textfiles) 11 de junio de 2019
El propio Scott se daba cuenta de cómo aquella decisión fue fatal: aquella copia de seguridad se ha perdido casi totalmente porque la mayoría de los CD-R en los que los almacenó acabaron acusando el paso del tiempo, y 18 años después se han podrido o están en un estado que hace muy difícil o imposible recuperar los datos que había en ellos.
Como indican en The Verge, el propio Scott se daba cuenta de aquel error y hacía una recomendación final: que todos hiciésemos una copia de nuestros CD-R a otro formato para evitar sufrir el mismo destino.
Los CDs no son para siempre
Varios son los estudios que han demostrado que si quieres almacenar tus datos y que estos estén a salvo durante largos periodos de tiempo (décadas e incluso siglos) tenerlos en un CD es una mala decisión.
La razón es el deterioro que sufren los soportes ópticos, que básicamente "se pudren". La señal inequívoca, explicaban en Motherboard, es la aparición de pequeñas motas blancas en la superficie del disco, algo que hace que los datos sean irrecuperables de forma parcial o total.
El problema es enorme para aquellos que coleccionan por ejemplo películas o juegos en este formato y acaban descubriendo que años después, cuando las desempolvan y quieren verlas o disfrutar de esos títulos, ya no pueden. Le ocurrió a un usuario de una comunidad de juegos que explicaba su particular pesadilla no solo con discos grabados, sino con originales aún precintados:
Cuando me enteré de este problema, revisé mis cientos de discos entre Sega CD, Turbo CD, Saturn, e incluso los juegos de Dreamcast y descubrí que docenas tenían este problema. Varios juegos caros que parecían estar intactos, pero al sostenerlos a la luz podía ver uno o más pequeños puntos blancos que demostraban que mi juego estaba dañado.
Ese problema se suma a otros efectos del deterioro de los medios ópticos como esos discos que acaban "bronceados", con un tinte de ese color que empiezan a oscurecerse en los bordes y que luego va conquistando todo el disco.
Dónde guardar datos a largo plazo
El problema es común a otros medios como los DVDs, pero estos tienen una capa protectora algo más resistente y están algo más a salvo frente a estos problemas.
Un correcto almacenamiento de los discos ayuda (evitar entornos húmedos y con altas temperaturas, el frigorífico no es mal lugar), pero el problema afecta a esos medios por igual y como decimos lo mejor que podéis hacer si queréis aseguar esos datos es hacer una (o varias) copia de seguridad en otros formatos.
Los discos duros tradicionales y las unidades de estado solido son una buena opción, e incluso puede no ser mala idea usar llaves de memoria USB, que se ven perjudicadas por ciclos de lectura y escritura, pero no tanto por el almacenamiento como tal.
Hay unidades especialmente destinadas a este propósito como los M-DISC, que se basan en el uso de DVDs y discos Blu-ray pero que además cuentan con una serie de capas protectoras adicionales.
Según su fabricante permiten almacenar datos hasta mil años. La cifra es probablemente optimista, sobre todo cuando tenemos en cuenta que los CD-R tienen una longevidad de 100 años. Aún así, estos discos se pueden grabar con varias grabadoras de DVD y Blu-ray existentes de diversos fabricantes.
Quizás el problema no es tanto el de que duren ese tiempo, sino que futuras generaciones tengan también el equipo necesario para leerlos, un problema común a todos los medios de almacenamiento actuales.
También tenemos la opción de utilizar servicios de almacenamiento online. Amazon tiene su servicio Glacier, Google tiene Coldline y Microsoft tiene su Azure Archive, todos ellos con un coste relativamente económico y con la teórica garantía que nos ofrecen empresas con los recursos necesarios para cumplir sus promesas a la hora de proteger y salvaguardar esos datos durante larguísimas temporadas.
No todo es color de roza aquí, y hay usuarios que descubrieron cómo estos servicios no eran tan baratos ni eficaces como prometían, pero si estamos atentos a la letra pequeña pueden ser una alternativa más a esas copias en medios de almacenamiento controlados directamente por nosotros.
Lo mencionábamos ya hace años en nuestro repaso a estos soportes de almacenamiento: al final lo mejor es aplicar una filosofía "LOCKSS" ("Lots of Copies Keep Stuff Safe", "Montones de Copias Mantienen las Cosas a Salvo") y "meter los huevos en distintas cestas" para que si alguno se rompe, los otros aún mantengan nuestras preciosas fotos y documentos a salvo.