Los asistentes de voz llevan tiempo tratando de conquistar nuestra forma de utilizar nuestros dispositivos. Esa mirada al futuro hace que hablemos más con ellos y los "toquemos" menos, y si hay un protagonista sorpresa en ese ámbito, ese es Alexa, el desarrollo de Amazon.
Alexa ya fue protagonista en el CES del año pasado, pero en el CES 2017 hemos visto a este asistente por todas partes: en coches, en neveras, en teléfonos y en más y más dispositivos que parecen haber asumido una realidad singular: que Alexa es algo así como el Android de los asistentes de voz.
No importa el hardware, sino el software
La llegada de Alexa se produjo a finales de 2014. Amazon anunciaba por sorpresa Amazon Echo, un altavoz que era mucho más que un altavoz, ya que podías hablar con él para hacerle preguntas y añadir productos a la lista de la compra de Amazon.
Aquel dispositivo fue toda una sorpresa en un mercado que restringía el uso del asistente de voz al smartphone, y que se ha ido cuenta de que precisamente el salón de casa es un lugar mucho más apropiado para esa función. Puede que nos dé vergüenza hablar con nuestros dispositivos en públco, pero la cosa se suaviza cuando estamos en la seguridad de nuestro hogar.
Eso ha hecho que aquel primer dispositivo se haya convertido en referente de un nicho de mercado al que incluso Google ha tenido que ceder. Han creado su propio Google Home, y parece que hasta Microsoft hará movimientos en este sentido para llevar Cortana a más tipos de dispositivos. Pero el éxito del Echo no está en el hardware, sino en el software.
Los "skills" que conquistaron a los desarrolladores
Con la llegada de Alexa Amazon planteó un paradigma conocido pero no por ello menos importante. En lugar de guardarse el desarrollo para ella sola, la firma creó un marco de trabajo que permitía aprovechar Alexa de formas nuevas y originales.
Los llamados 'Skills' eran capacidades que cualquier fabricante y desarrollador podía añadir a su dispositivo con Alexa. En verano de 2015 se liberaba el llamado Alexa Skills Kit, un SDK que ampliaba las posibilidades de Alexa de forma prácticamente ilimitada.
No solo eso: el gigante del comercio electrónico creaba un fondo de 100 millones de dólares que invertiría en el apoyo a desarrolladores, fabricantes y start-ups que "crearan nuevas experiencias diseñadas en torno a la voz humana"
Como explicaban en Stratechery recientemente, otra de las claves fue la separación de las marcas de Amazon. "Echo" era un producto hardware sin más, mientras que "Alexa" era el software que lo alimentaba a él... pero no en exclusiva. Lo increíble del caso es que Amazon no ha vetado nada ni a nadie, y la propia Lenovo ha lanzado estos días sus propias "copias" del Amazon Echo (y no es la única) sin que Amazon haya levantado la voz.
Alexa quiere estar en todas partes
Esa actitud tan abierta de Amazon ha permitido que vayamos viendo como este asistente se convertía en el estándar de facto de una industria que parece estar cada vez más intrigada por la interacción con la voz. El CES 2017 lo ha demostrado con numerosos productos que ya aprovechan este desarrollo y que se engloban en todo tipo de áreas.
Lo indicaban por ejemplo en The Verge, donde hacían un completo repaso a todos los productos en los que Alexa ha sido protagonista estos días de CES en Las Vegas.
Lo hemos visto por ejemplo en su nuevo frigorífico con webOS, pero también en televisores como los de Westinghouse, Element o Seiki con el software Fire TV y mandos a distancia con micrófonos que habilitan el control por voz.
A ellos se les unen robots como Moro, una renovación de la integración de Alexa en los coches de Ford, su llegada a los smartphones de Huawei con el Mate 9, a las "lámparas inteligentes" de GE, a los aspiradores robóticos de Samsung o a los routers Velop de Linksys, que entre otras cosas te chivan la contraseña de la WiFi cuando la necesites. Ahí es nada.
Y mientras, Google se guarda su Google Assistant para sus Pixel —aunque le ha visto las orejas al lobo y está comenzando a reaccionar— y lo mismo ocurre con Siri, con Cortana y probablemente con Bixby, el inminente asistente de Samsung que debutará en los Galaxy S8. Puede que alguno de ellos sea más potente, versátil e "inteligente" que Alexa, pero la carrera por la conquista de nuestro hogar la está ganando el asistente de Amazon. Ahí es nada.
En Xataka | ¿Cuál es la razón de no usar los asistentes de voz más? Nos da vergüenza
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