Es la última sensación de la siempre inquieta mente de Elon Musk, que parece no descansar a la hora de querer sorprendernos. El lanzallamas de la empresa The Boring Company se anunció hace unos días, y hoy ya se han alcanzado los 4 millones de dólares en ventas para este producto.
Lo más sorprendente de todo esto es que el lanzallamas de The Boring Company no parece un verdadero lanzallamas, y las imágenes y vídeos que han podido verse apuntan más a que ante nosotros tenemos un soplete con un diseño realmente llamativo y, eso sí, a un precio de nada menos que 500 dólares.
Las ventas están que arden
El responsable de Tesla indicó que su objetivo era vender 20.000 de estos 'lanzallamas', y en apenas tres horas ya había vendido 1.000 de estos productos. El crecimiento en ventas ha sido sostenido, y hace unas horas ya se habían superado las 7.000 unidades, lo que acerca la cifra de ingresos a los 4 millones de dólares.
Eso no es un lanzallamas. Es un soplete.
— R. G. Bárcena (@rgbarcena) 28 de enero de 2018
En redes sociales como Twitter ha surgido rápidamente el debate sobre un producto que más que un lanzallamas es un soplete con esa peculiar forma de ametralladora (o de lanzallamas portátil, desde luego).
Great for roasting nuts 🔥 🥜 https://t.co/MGmkSJhIyx
— Elon Musk (@elonmusk) 28 de enero de 2018
No queda tampoco muy claro para qué tipo de escenarios es útil un soplete de 500 dólares, pero Musk parecía mantener el tono distendido del lanzamiento y al ser preguntado por esa potencial utilidad simplemente indicaba que su lanzallamas "es genial para tostar nueces".
Un soplete, no un lanzallamas
Ese comentario contrasta con otros en los que califica este producto como "una idea terrible", algo que confunde aún más sobre si finalmente este lanzallamas-soplete acabará o no en manos de los usuarios.
Obviously, a flamethrower is a super terrible idea. Definitely don’t buy one.
— Elon Musk (@elonmusk) 28 de enero de 2018
Teniendo en cuenta que The Boring Company parecía centrada en el segmento industrial y de la construcción, el lanzamiento de un producto como este plantea dudas sobre la seguridad que ofrece —el extintor se debe adquirir aparte, advierten en la web oficial— y los términos de uso.
En este punto hay una nota adicional en la que se indica que los compradores ("aspirantes a usuarios aficionados de lanzallamas") deberán aceptar unos términos y condiciones específicos que probablemente adviertan de los riesgos del uso de lo que podría acabar usándose de formas mucho más peligrosas que las de tostar nueces.
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